Sabado 15 de noviembre 2025

El secreto de una rica hamburguesa

Redacción 15/11/2025 - 00.36.hs

“Franky Burger” es uno de los negocios gastronómicos de mayor crecimiento. Gracias a sus exquisitas hamburguesas se expandió en la ciudad y ahora tiene un nuevo local de venta y restaurante.

 

“En una noche llegamos a vender 700 burgers, una locura. Y cuando abrimos el nuevo local hubo 400 personas entre los que buscaban pedido y los que comían acá. La gente nos eligió y eso es hermoso”, dice Franco mientras charla en una de las mesas del deck ubicado en el frente del flamante espacio que cuenta con una capacidad de 120 lugares y que se reparte entre la vereda, distintos lugares en el interior y una terraza ideal para compartir un buen rato con esos sabores redondos de hasta tres “pisos” de la mejor carne vacuna.

 

Franco Nicolás Sosa tiene 29 años, es santarroseño y es el responsable de ‘Franky Burger’, una marca de uno de los negocios de moda en la gastronomía y que es elegido por multitudes. Un local que nació en un garaje, al tiempo abrió su local en la calle Roque Sáenz Peña 1208 y desde hace unos días le agregó una nueva dirección en la calle Joaquín V. González 236 (entre Quintana y 9 de Julio del centro de Santa Rosa). El WhatsApp para pedidos para alguna de las muchas variedades de hamburguesas simples, dobles o hasta triples es el 2954-558745.

 

“Cuando cumplí 19 vendí mis cosas, mi compu, mi play, todo, y me fui a Córdoba. Siempre tuve una personalidad rebelde y quería irme, así que allá el primer trabajo que encontré fue en un lugar de empanadas. No ganaba nada, estaba en negro, era un lugar bastante precario, pero desde ahí me empezó a gustar el tema de la gastronomía. Después entré a un bar, luego a una cocina italiana hasta que llegué a una hamburguesería. Estuve un año ahí y fue el lugar donde más me enamoré de la cocina. Ahí me di cuenta de que quería volver para traer todo eso aprendido porque en Santa Rosa no había una oferta así respecto a hamburguesas”, le contó Franco a LA ARENA mientras relojeaba su celular porque, más allá de la vorágine del negocio, su atención está puesta en la pequeña Filipa, de solo 20 días de vida.

 

“En ese momento ya tenía la idea de abrir algo en Santa Rosa pero seguí cuatro años más en Córdoba. Estuvo bueno porque pasé por todos los lugares de una cocina: lavar platos, ser ayudante, cocinar, ser jefe de cocina, todo eso me dio mucha experiencia y conocimiento. Pero empecé a estar mal en lo personal por distintas cuestiones y ahí tomé la decisión de volver. Lo sentía como una especie de fracaso, no quería volver porque además fui a vivir a la casa de mis viejos. Y fue un poco difícil porque ya llevaba varios años viviendo solo, con mis tiempos y demás, pero me readapté y empecé a trabajar como cadete de una hamburguesería. Al tiempo pude entrar a trabajar al restaurante Fonda Pampa que me encantó, de ahí a un restaurante de pescados (‘Cosa ‘e locos’) y luego a Uniki Sushi”, recordó Franco.

 

Después de esa seguidilla de trabajos, el responsable de ‘Franky’ dio un giro laboral. “Con mi vieja abrimos un Pago Fácil, nada que ver con la cocina”, se ríe. “Hasta que un día vine al bar que había antes en este local de la calle González, que se llamaba ‘La última y me voy’, y con un amigo empecé a charlar de esto de emprender, de proyectar. Tenía la idea, la receta, pero me faltaba la plata. Me endeudé y compré una freidora, una plancha, y comencé en la casa de una amiga. Era todo muy chiquito, cocinaba con un amigo y estábamos llenos de humo todo el tiempo. Eso duró tres semanas hasta que abrí Franky Burger en la calle Roque Sáenz Peña, el 27 de abril de 2024, y enseguida fue un boom. Abrimos en el momento justo, con algo que está muy de moda, que es rápido, que es rico, y con un público variado porque, si bien muchos son jóvenes, acá vienen familias, abuelos con sus nietos, de todo”.

 

Crecimiento.

 

“Las 700 burger en una noche” fueron una de las señales que Franco tomó para planear la expansión. Y por eso cuando vio que ese local en donde había surgido la semilla del emprendimiento estaba en alquiler, fue a buscarlo y lo consiguió.

 

“El 25 de junio lo alquilamos y finalmente abrimos el 31 de octubre porque hubo que hacer muchos cambios y arreglos en el edificio. Esa noche pasaron unas 400 personas, fue una locura. Había gente en cada rincón pero fue la muestra del apoyo de la gente”, remarcó.

 

¿Y cuál es el secreto para que esa demanda sea cada vez más alta?

 

-Creo que somos diferentes y tenemos un producto de mucha calidad, me enfoco en cada ingrediente: en la panceta, el cheddar, el corte de carne, el pan. Tengo un equipo de trabajo muy grande, muy bueno, y eso es clave para trabajar bien. Trabajamos de lunes a lunes, al mediodía y a la noche, y la clave es siempre dar el máximo esfuerzo, sobre todo cuando las cosas no salen, no hay que dejarse ganar por la frustración.

 

Por estos días el negocio original de ‘Franky’ está en pleno trabajo de remodelación y estará listo para mediados de la próxima semana. Allí seguirán con el servicio de delivery pero los planes de Franco nunca tienen pausa.

 

“Tenemos un food truck listo y mi pareja, Ana, averiguó para sumarnos al Festival de Calles de fin de año. Mi sueño es llevar Franky a Córdoba, es mi gran objetivo y creo que se puede lograr. También estamos trabajando para tener una panchería, una marca propia. Estamos buscando un lugar en el centro y la intención es abrir antes de fin de año”, anticipó Franco mientras los pedidos desfilaban por el nuevo local.

 

“Es cierto que hay mucha competencia, hoy la hamburguesa es un poco la vedette de la gastronomía, pero creo que en Santa Rosa hay público para todo. La ciudad ha crecido mucho, hay mucho movimiento y por eso la demanda siempre está”, dice el responsable de un lugar que nunca se queda quieto. Sólo tiene que encender la llama de la plancha para que las “redondas”, junto a sus papas y demás ingredientes, se transformen en una bomba de sabores. Que explota directamente en el paladar.

 

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