Sabado 20 de abril 2024

"El triunfo en La Pampa consolida a la UCR en el país"

Redacción 22/02/2023 - 09.40.hs

El dirigente radical y ex diputado nacional Federico Storani afirmó que la victoria en La Pampa implica "una consolidación" de la UCR nivel nacional". Consideró que el partido "tiene que reivindicar su historia" y señaló que Gerardo Morales puede liderar como candidato la alianza de Juntos por el Cambio.

 

- ¿Qué opina del resultado de la interna en La Pampa y cómo lo interpreta en el contexto nacional?

 

- Los radicales, y en general también toda la coalición de Juntos por el Cambio, le ha dado una especial y particular importancia a la elección en La Pampa. Era el primer test que se realizaba a nivel nacional, por lo tanto el resultado podía indicar algún tipo de proyección. Tanto es así que prácticamente la totalidad de los más importantes dirigentes del PRO visitaron la provincia para apoyar a su candidato y lo propio hizo la UCR. El triunfo de Martín Berhongaray es muy bueno, significa una proyección y una consolidación del radicalismo a nivel nacional, que aspira a un legítimo liderazgo dentro de la alianza.

 

- ¿Abre otra perspectiva de cara a la elección presidencial?

 

- Claro que sí, porque es un secreto a voces que dentro de la alianza existen matices, y algunos pronunciados. Basta leer declaraciones y también participaciones públicas de los principales referentes para observar que hay algunos que tienen una predisposición mucho más conservadora. Mientras que el radicalismo, mucho más fiel y coherente con sus valores históricos, su origen nacional y popular, y con una fuerte sensibilidad social, busca representar a los sectores medios con un sentido más progresista. Esto es muy importante porque el radicalismo, que es un partido con implantación territorial nacional, puede liderar con un candidato como es el presidente del Comité Nacional del partido y gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, la posibilidad de una alternativa política.

 

- ¿Se aprendió de la experiencia de 2015-2019, donde la UCR apareció con un papel secundario a la hora de gobernar?

 

- Debo haber sido alguno de los que expresó, inmediatamente después de constituida la alianza en Gualeguaychú, que el rol del radicalismo debía ser mucho más preponderante. Ahí concurrieron dos factores. Por un lado, la falta de vocación del PRO, y en particular de (Mauricio) Macri, de producir una integración y hacer un gobierno de coalición. No tuvo ninguna intención. Pero también hubo una cierta complicidad de las autoridades del partido en ese momento, que no se plantaron lo suficientemente firme para reclamar eso. Sí se nota ahora una predisposición mayor, una decisión mucho más firme por parte del actual presidente del Comité Nacional.

 

- Hay dirigentes radicales que han hablado de recuperar las banderas y la historia del radicalismo. ¿Considera que en algún momento eso se perdió y es necesario volver a las bases?

 

- No se perdió, pero sí se desdibujó. Eso fue muy evidente, justamente con el gobierno de Macri hubo muchos reclamos que cayeron en saco roto. Por ejemplo, nosotros cuestionábamos la política de tarifas, que se hizo más bien como carnicero y no como cirujano, y afectó a sectores muy vulnerables.

 

Si el radicalismo es un partido de origen popular, con sensibilidad social, hay cosas que para nosotros marcan límites muy claros. Nosotros somos muchos más propensos a que exista un rol del Estado, totalmente amalgamado con el mercado, que sea capaz de regular y orientar los recursos para una actividad productiva creciente. Y por otro lado, también estas diferencias se han expresado en materia de política internacional. Nosotros claramente somos partidarios de expresiones que en América Latina está más cercanas de lo que expresa Lula da Silva o Gabriel Boric en Chile, y no (Jair) Bolsonaro y la extrema derecha chilena. Son cuestiones centrales y en su momento desdibujaron la identidad del radicalismo.

 

- Se observa a una UCR que ha dejado atrás cierto rol "sumiso" y que empieza a hacer valer su poder territorial...

 

- Estoy de acuerdo, yo he dicho que en su momento fue manso y estuvo sometido. Y el radicalismo tiene que reivindicar su historia, su identidad, sus raíces y también su tradición de lucha en favor de los sectores populares, su identificación con la educación pública, con la reforma universitaria y también la preservación del medioambiente.

 

- Usted mencionó a Morales, ¿es el candidato de la UCR?

 

- Creo que sí, a esta altura ya no hay más discusión. Había inicialmente tres candidatos. Uno era Alfredo Cornejo, que competirá nuevamente por la gobernación de Mendoza, el otro es Facundo Manes, que no termina de decidir y algunas ideas novedosas que había llevado adelante no dice cómo se van a resolver. Tampoco ha conformado equipos y masa crítica que lo apoye. Por lo tanto, lo que aparece como mucho más concreto, tangible y nítido, es el liderazgo del presidente del Comité Nacional, que además en estos últimos tiempos ha tenido un mayor crecimiento.

 

- Supongamos que Morales se impone en las PASO y gana en las elecciones de octubre. ¿Ve posible compatibilizar un proyecto de gobierno con las expresiones del PRO, que algunas están más a la derecha?

 

- Creo que la crisis argentina es tan profunda, que se requiere ampliar la base de sustentación política para poder encararla con alguna chance de éxito. Ahora, es correcta la reflexión y la comparto en cuanto a que la ampliación tiene que ser con los que tengan mayor afinidad política e ideológica, en el sentido no dogmático. Está claro que con algunos no las tenemos y por eso es que reclamamos un ámbito institucional para poder debatir. Esto también se ha conseguido y las fundaciones están trabajando muchísimo en un ámbito institucional e incluso han puesto limites a eventuales políticas de alianzas. Por eso es que aspiro a un legítimo liderazgo para tener las máximas garantías por parte del radicalismo.

 

- ¿Esto puede abrir las puertas a sentarse a discutir con el peronismo? ¿Es viable?

 

- Creo que es posible en el marco del funcionamiento pleno de las instituciones democráticas, y hasta es deseable.

 

Una autocrítica por el Congreso.

 

En relación a la paralización del Congreso de la Nación, Storani consideró que corresponde una autocrítica debido a que "lo que se ha ido imponiendo es la polarización. Una división muy profunda que para nada beneficia a los intereses del pueblo". En ese sentido, sostuvo que "una cosa es mantener la identidad, y otra es hacer el planteo de suma cero. Se han ido imponiendo aquellos que buscan los extremos. Si no se excluyen los extremos que profundizan las divisiones, va a ser muy difícil generar un clima constructivo para abordar las soluciones".

 

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