En Santa Rosa, casi el 80 % de las farmacias está en el centro
La desregulación de las farmacias que se implementó en la década del noventa permitió que haya más de una farmacia en una misma manzana, mientras que no haya ninguna en los barrios. Este paisaje es el que actualmente se observa en la ciudad de Santa Rosa, donde el centro concentra el 77,78 por ciento de los locales y mientras que los barrios están "descubiertos". Esto refuerza el planteo que hizo el Colegio de Farmacéuticos sobre la necesidad de una legislación que regule al sector.
La situación queda en evidencia cuando se ubican en el mapa de Santa Rosa las 72 farmacias que existen, contemplando las colegiadas, las seis sindicales y las tres que pertenecen a la Cámara. Según ese listado, 56 se encuentran en el área céntrica, es decir dentro de la zona comprendida por las avenidas Uruguay, España, Luro, Alsina y Alvear. Esto representa el 77,78 por ciento de las farmacias, lo que refleja la fuerte concentración existente.
Si se observa el mapa de la ciudad y las ubicaciones de cada una de ellas, lo que se desprende es que hay amplias áreas de la ciudad que se encuentran descubiertas. A modo de ejemplo, hacia el norte de la ciudad se observan locales sobre calle Raúl B. Díaz, por lo que los y las habitantes de Villa Germinal, Zona Oeste Quintas y Obreros de la Construcción, entre otros, deben trasladarse entre 10 o 15 cuadras para acceder a los medicamentos.
Lo mismo ocurre si se observa la zona sur y sureste, hacia donde se amplió Santa Rosa en los últimos años con la creación de nuevos barrios. En cambio, en el centro la fuerte concentración hace que se encuentre una farmacia cada 100 metros o menos.
Racionabilidad.
"Se concentran en el centro y quedan desatendidos los barrios, donde nadie quiere poner una farmacia", opinó el presidente del Colegio Farmacéutico de La Pampa, Miguel Osio. Días atrás, había hecho público el planteo de una ley que regule al sector y lo proteja como servicio esencial.
"A veces cuando alguien apuesta a poner una farmacia en un barrio, aparece una competencia que la desfavorece aún más. Y esa farmacia de barrio no tiene ningún resguardo, porque hizo una inversión muy grande y el día de mañana se le instala otra a 50 metros o en la vereda de enfrente", explicó en diálogo con LA ARENA.
Para Osio, esto "se desvirtúa el servicio esencial de la farmacia". En esa línea, se mostró totalmente en contra "de esa concentración. Entendemos que el ejercicio profesional no es solamente entregar un medicamento, es dispensarlo con el debido asesoramiento terapéutico y farmacéutico, pero también ponerlo en una condición de accesibilidad de la gente que tenga racionabilidad geográfica".
"Hay que legislar".
Osio remarcó que "si queremos darle a la población mejor accesibilidad al medicamento, tenemos que llevarla a los barrios. Para eso hay que tener una legislación que ponga las cosas en orden". De esta manera, quien tenga la intención de abrir una farmacia lo haga en un lugar donde no haya otra.
Pero además, ese profesional debe tener garantizada "la tranquilidad de que a 200 o 300 metros no se va a instalar otra". Es esto justamente lo que hace que la tendencia sea "irse al centro donde hay mayor concentración, donde están las clínicas y la mayor cantidad de consultorios. Hay que darle a ese farmacéutico que tiene la voluntad de instalarse en un barrio las herramientas para que pueda trabajar y vivir de la farmacia dignamente".
En el país hay ejemplos de regulación del sector, como provincia de Buenos Aires, Santa Fe y Río Negro. En La Pampa, hay un proyecto que data de la última gestión de Carlos Verna pero aún no ha sido tratado.
"Entendemos que no puede haber una libre propiedad de la farmacia, tiene que tener un control. Son ejes elementales que hacen a un mejor funcionamiento de la farmacia, mejor calidad del servicio y en consecuencia un mejor acceso al medicamento por parte de la población", completó.
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