Enojo en el campo: el negocio fue para once exportadoras
El negocio de retenciones cero que regaló el ministro de Economía, Luis Caputo, le generó ganancias por 1.500 millones de dólares a los grandes exportadores del sector agropecuario. Tras la presión del secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, se completó el cupo de liquidación de 7.000 millones de forma exprés y los pequeños productores se quedaron sin disfrutar de la fiesta. Fue tan evidente que, ayer, el Gobierno anunció que la eliminación de retenciones se mantenía para la carne avícola y bovina hasta 31 de octubre.
La Agencia de Control Recaudador y Aduanero (ARCA) informó que volvió a instaurar las retenciones, luego que los productores agropecuarios liquidaran los 7 mil millones de dólares que el Gobierno había fijado como tope. De esta manera, la gestión de Javier Milei aceptó el pedido de Estados Unidos. La guerra comercial por los aranceles produjo que el gigante asiático dejara de comprar soja estadounidense. Como Argentina eliminó las retenciones, los compradores chinos se reservaron unos 20 cargamentos, más de un millón de toneladas de soja argentina, describió El Destape.
Lo innegable ahora es que, entre la puja geopolítica y el aire fresco que recibió el Gobierno cuando más lo necesitaba, Caputo le abrió la puerta a los grandes exportadores de quedarse con un jugoso botín en moneda extranjera. De acuerdo al reporte de Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior, casi el 80% de la liquidación correspondió a porotos de soja y subproductos. El costo fiscal que asumió el Gobierno por no recaudar lo previsto según el esquema de derechos de exportación que regía hasta el viernes pasado fue de 1.513 millones de dólares (0,23% PBI)
Empresas.
¿Quiénes se embolsaron los 1.500 millones con la retención cero? Según las declaraciones, fueron las empresas Bunge, LDC, Cofco, Viterra, Cargill, Molinos, AGD, CHS, Amaggi, ACA y ADM. Al concentrar el grueso del flujo exportable, la medida del Gobierno funcionó más como un incentivo a la prefinanciación de estas compañías que como una auténtica baja (provisoria) a los productores, que se quedaron sin ningún beneficio
Si el Gobierno hubiera exigido ciertas condiciones, como el pedido de acreditación de la tenencia de los granos, el ritmo de declaraciones hubiera sido más paulatino y las grandes exportadoras deberían haber compartido esos 1.500 millones con los productores.
Ese pequeño grupo de 11 firmas se quedó 1.500 millones de dólares que iban a ser recaudados por el Estado por retenciones que ya no se cobrarán. La jugada fue legal, ya que las cerealeras se aprovecharon de la necesidad del equipo económico y agotaron el cupo según las condiciones establecidas
Recursos públicos.
“El presidente dijo que quería fortalecer las reservas pero en realidad regaló recursos públicos. Lo que debería haber ingresado al Tesoro terminó engordando las cuentas de un puñado de exportadoras”, aseguró el diputado nacional Eduardo Valdés al fundamentar el pedido de informes, presentado en la Cámara de Diputados, para que el Gobierno explique los alcances de la medida. La iniciativa solicita información detallada al Poder Ejecutivo sobre la nómina de empresas beneficiadas, el volumen exportado, los montos de divisas ingresados al Banco Central y las retenciones que el Estado dejó de percibir.
“Fue una maniobra a medida de los grandes jugadores. Miles de productores quedaron mirando desde afuera y el fisco perdió, según estimaciones, más de 1.500 millones de dólares en retenciones”, remarcó Valdés. Para el diputado, lo ocurrido fue “un saqueo legalizado”, y sentenció: “No adelantaron divisas por amor a la patria, lo hicieron porque el Gobierno les regaló una renta extraordinaria. Los dólares hubieran entrado igual, solo que con el Estado cobrando lo que corresponde”.
Reclamo.
Por otra parte, Infocampo detalló que la Sociedad Rural Argentina (SRA), Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y la Federación Agraria Argentina (FAA), tres de las cuatro entidades que conforman la Mesa de Enlace a nivel nacional, formularon reclamos contra el Gobierno nacional por lo sucedido con la política de retenciones cero.
Automáticamente, los derechos de exportación volvieron a regir como estaban hasta el viernes pasado, y esto generó un enorme malestar en los productores que vieron evaporarse la oportunidad de poder realizar ventas a un precio ventajoso, mientras los exportadores hacían un muy buen negocio anticipándole al Gobierno las divisas que necesita para evitar problemas financieros.
“Nos llama la atención la rapidez con la que se alcanzó el tope de 7.000 millones de dólares en operaciones y la gran cantidad de declaraciones juradas emitidas en este proceso”, afirmó la Sociedad Rural.
Por ese motivo, solicitó la extensión del decreto de retenciones cero hasta el 31 de octubre, ya que piensa que la continuidad de esta política puede generar un escenario virtuoso para el sector, consolidando el clima de confianza y el dinamismo que se observó en los últimos días en la actividad rural.
Asimismo, abrió el paraguas sobre lo sucedido con las enormes registraciones de los exportadores y su correlato con qué sucederá con los precios.
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