Estrellas en 25 de Mayo: homenaje para víctimas
La Fundación Estrellas Amarillas, que reúne a familiares de víctimas de siniestros viales, destacó el encuentro de representantes de La Pampa, Neuquén y Río Negro en torno al reclamo de obras en la ruta 151. “Lo ocurrido en 25 de Mayo no fue un encuentro político más; fue un mensaje contundente dirigido a los despachos de Buenos Aires”, sostuvieron desde la ONG.
Para esa agrupación, la Ruta 151 “ya es una trampa mortal”. Para que vuelva a ser segura explicaron que los pedidos que llevarán a la Casa Rosada son de obras para la reconstrucción total, en lugar de parches. “El mantenimiento actual es insuficiente para el ritmo de carga que impone Vaca Muerta”, expresaron. “La hoja de ruta es clara: misión a Vialidad Nacional en Buenos Aires, exigencia de una Mesa de Diálogo permanente y, de no haber respuestas, el inicio de acciones judiciales conjuntas”, advirtieron.
El texto difundido por Estrellas hizo referencia a los testimonios que en el Foro prestaron las familias afectadas por las dolorosas muertes en ese corredor vial. “El momento más desgarrador de la jornada y el que desnudó la urgencia de estos pedidos técnicos, fue el testimonio de Joana y su hermano. Vecinos de 25 de Mayo que cargan con el peso de haber perdido a casi toda su familia: su madre Susana, su hermana Abby y sus hijos Malcolm (19) y Luz (7)”, relataron.
En ese sentido, citaron las palabras de Joana a los funcionarios presentes: “Sí hay culpables. Lo que no se hizo antes y el silencio de hoy los hace culpables”. Su hermano reforzó la denuncia técnica señalando que incluso las banquinas son hoy un peligro mortal que impide cualquier maniobra de emergencia.
“Para nosotros, cada grieta en el asfalto es una amenaza que conocemos demasiado bien. Estar en este Foro no fue ‘hacer política’; fue un acto de supervivencia. Sentimos que, por primera vez, nos escucharon de verdad cuando dijimos que el bacheo ya no alcanza. Un parche en la ruta es como poner una curita en una herida que no para de sangrar”, plantearon.
“Lo que necesitamos es que dejen de ignorarnos desde los escritorios. Ellos ven números, presupuestos y ‘nodos logísticos’; nosotros vemos las sillas vacías en nuestras mesas. Es doloroso ver cómo pasan los camiones cargados de riqueza hacia Vaca Muerta, mientras nosotros tenemos que esquivar la muerte en cada kilómetro. No queremos que el progreso se construya sobre el dolor de nuestras familias. No queremos tener que salir a la ruta con un tarro de pintura amarilla nunca más”, concluyeron.
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