Gran decepción con Milei en la industria cripto
“Estos episodios provocan que otra vez se vincule a las criptomonedas con estafas, que se hable de lo negativo y no de la utilidad de una industria que ofrece grandes ventajas”, dijo un especialista.
$Libra no es una criptomoneda consolidada que opera desde redes descentralizadas y con robustos dispositivos de seguridad, sino un simple token dentro de la blockchain de la plataforma Solana, sin garantías de valor real ni desarrollo tecnológico sólido. Fue creada por Hayden Davis y lanzada por la compañía KIP Protocol, fundada y presidida por Julián Pehse. Este tipo de inversiones altamente especulativas y vulnerables se denominan vulgarmente “memecoins” e invertir en ellas representa un alto riesgo.
Al no existir información clara sobre sus creadores y su propósito real, la industria sospechó inmediatamente que $Libra podía ser un esquema de manipulación de precios, cuyos primeros inversores inflan el valor para luego vender y abandonar el proyecto, saqueando a los inversores incautos. Por eso su lanzamiento operativo fue advertido desde el mercado con recomendaciones de precaución. Ahora, los economistas y desarrolladores consioderan al mensaje del presidente una anomalía que perjudica la confianza en el mercado cripto.
“Tiene toda la pinta de un rug pull porque el proyecto se creó y cerró en un mismo día. Es muy lamentable y no sabemos si realmente están al tanto de lo que hicieron, pero la falta de control en la comunicación pone en ridículo al presidente. Estas cuestiones están diseñadas para comportarse así: suben verticalmente y venden cuando alcanzan cierto precio objetivo”, explicó Manuel Beaudroit, CEO de Belo, en Ambito.
Juramento.
Según Santiago Siri, fundador y presidente de Democracy Earth Foundation, si el proyecto financiara activos regulados por el mercado podrían haber creado un token con inversores identificados bajo juramento ante la Comisión Nacional de Valores (CNV) y el instrumento de inversión permitiría un seguimiento sobre sus capitales.
“En una memecoin con transacciones anónimas, nadie sabe quién pone plata, ni quién tiene el 70% de los tokens en circulación. Es opaco, oscuro, turbio y anónimo. En general, las memecriptos nunca tienen pretensión de financiar algo real y por eso se las llama así. Esto fue absolutamente improvisado: nadie de la industria cripto conoce a esta gente” añadió.
“Estos episodios provocan que otra vez se vincule a las criptomonedas con estafas, que se hable de lo negativo y no de la utilidad de una industria que ofrece grandes ventajas. Teníamos expectativas desde la asunción del presidente Milei, su posición sobre el mundo cripto y las promesas que hizo, pero las empresas reguladas no tuvimos el placer de reunirnos con él. En cambio, se reunió con referentes que no conocemos, ni sabemos de dónde salieron”, concluyó Julián Colombo, director general de Bitso Argentina, compañía que promueve una industria regulada en el sistema a través de la Comisión Nacional de Valores, el Banco Central, la Unidad de Información Financiera (UIF) y la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA).
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