La Cooperativa de Winifreda inaugura fábrica de columnas

Después de siete años de tareas y una gran inversión, la Cooperativa de Electricidad de Winifreda (CEW) inaugurará de forma oficial la fábrica de columnas de hormigón. Será el próximo miércoles, a las 19, en el predio de la calle San Martín de la localidad, donde además elaboran hormigón para obras.

 

La CEW ha logrado completar el largo proceso de montaje de una planta modelo, que demandó gestiones para lograr créditos y aportes no reintegrables de organismos provinciales y nacionales. El último paso resultó la automatización del proceso de fabricación del hormigón, con la incorporación de tecnología y maquinarias de última generación.

 

Tres entidades cooperativas ya han comprado columnas de las fabricadas en la planta, que desde el 30 de mayo está produciendo. Y desde un año y medio comercializan hormigón, con alta demanda en la propia localidad y entrega en Santa Rosa, Santa Isabel y otras localidades pampeanas y la llegada reciente a Arizona, San Luis.

 

Confianza.

 

El proyecto de la cooperativa incluye el abastecimiento de columnas para sus propios tendidos y la venta a terceros. Ambas cosas ya están sucediendo. Desde la entidad revelaron que ya han vendido en un corto lapso 57 columnas de hormigón pretensado a tres cooperativas de nuestra provincia, pares que "han confiado en nosotros", dijo el gerente Hernán Camps.

 

Informó que ya hay trabajando en el lugar nueve operarios, lo que constituye un número interesante de nuevos puestos de trabajo, que "se irán incrementando a medida que la planta produzca más".

 

La CEW presta el servicio de energía eléctrica también en las localidades de Conhello y Rucanelo y una extensa zona rural que requiere en forma constante de las columnas.

 

La planta a inaugurar es la cuarta en su tipo en la provincia. Las restantes son de las cooperativas de Santa Rosa, Quemú Quemú y La Adela.

 

Hormigón.

 

Al proyecto inicial de montar la fábrica de columnas, la cooperativa añadió la producción de hormigón. Sumó para eso un camión trompo y fue incorporando elementos que le permitieron empezar primero con esa producción.

 

Camps recordó que el proyecto nació en 2012, pero recién en 2016 con los cambios en la política que operaron en el Ministerio de la Producción comenzaron a desarrollar el proyecto con aportes crediticios.

 

Más adelante, con la ayuda de la Subsecretaría de Cooperativas en la gestión, obtuvieron un aporte no reintegrable del Inaes, pero el proceso inflacionario fue estirando los tiempos para obtener los recursos y poder concluir con la planta, que es modelo.

 

La alta demanda de hormigón instó a la cooperativa a sumar equipos y tecnología. Poco tiempo atrás añadieron la automatización del proceso de carga al trompo con un silo para 90 toneladas de almacenamiento, un dosificador, una balanza electrónica, un tanque de agua y una cinta transportadora de áridos. "Esto nos permite ser más eficientes y rápidos y genera un producto de mayor calidad", resumió Camps.

 

El dirigente se mostró muy feliz por haber alcanzado la meta y afirmó que "es una contribución de la cooperativa al cambio de perfil de Winifreda, que ya no sólo es agroganadero sino que ahora se está convirtiendo en turístico e industrial, entre otros aportes con esta planta".