Las abejas de Doblas tienen su escultura

Doblas es conocida como la “capital de la miel” y eso está claro porque no faltan las abejas, las colmenas y los trabajadores y trabajadoras apícolas, pero ahora ese espíritu se coronó con una escultura de madera que resalta la importancia de la actividad productiva en la localidad. Darío Bocquet, un artesano doblense, convirtió un árbol seco de la plaza en un homenaje a toda esa actividad clave en el andamiaje productivo del pueblo.

 

La obra fue finalizada ayer y luego de un arduo trabajo que duró dos semanas. El artista de la madera cumplió con el sueño de quienes pedían por una escultura en ese pino que estaba seco desde hace años. Pero también fue todo un desafío porque las horas del día para trabajar son menos por la época invernal, además de que Darío no contaba con mucha experiencia en esculturas.

 

En diálogo con LA ARENA, el vecino de Doblas contó que fue convocado por la Municipalidad porque desde hace años “había un pino seco en la plaza. Algunos querían sacarlo y otros convertirlo en una escultura”. Tras el llamado de la comuna, Darío les envió varios diseños “relacionados al pueblo y, como Doblas es la capital de la miel, me basé en dibujos sobre abejas. Presenté el proyecto, lo eligieron y lo hicimos…”.

 

Desafío.

 

Frente a la obra y con su mate caliente, el artista le contó a este diario que realizó el trabajo en dos semanas desde la poda del pino. La escultura tiene tres metros de alto y 60 centímetros de ancho. “Son cuatro abejas con los panales y dos más completas sobre los troncos superiores”, especificó. Contó que utilizó tres herramientas: motosierra, amoladora y formón.

 

Pero el trabajo fue un reto; en primer lugar porque Darío es de Doblas y realizar una artesanía que simbolice la actividad productiva del pueblo no es para nada fácil. A su vez, “nunca había hecho una escultura al aire libre, sumado a la época invernal con pocas horas de trabajo”.

 

También mencionó que se destaca por sus trabajos en madera de caldén, como mates, tablas, sillones y demás diseños, por lo que prefiere trabajar solo en el taller “porque me gusta estar bien concentrado ya que son productos que se pueden romper con facilidad si me distraigo”. Pero el tallado de las abejas fue sobre madera de pino, cuando la de caldén “es más noble”.

 

“Al pino no lo había trabajado y tiene sus pros y sus contras porque el caldén no se rompe por las vetas y con el pino se me había complicado un poco, pero para desgastar es más fácil”, explicó y dijo que optó por trabajar en el horario de la siesta “porque no andaba gente y no me distraje al hacer los detalles. Lo llevé bastante bien”, aseguró.

 

Después de 15 días, la obra está lista en la plaza con un espacio renovado y atractivo que da cuenta de los más de 30 años que lleva Darío (43) tallando madera. “La gente tiene comentarios buenos”, señaló y afirmó que “hay parejas, viejitos y jóvenes que aprovechaban salir a caminar durante la siesta para preguntarme cómo iba el trabajo”.

 

“Me decían que estaba bueno que se aproveche el árbol seco y que quedó muy lindo, además de que me alentaban al decir que se parecían a abejas. Aunque estaban aquellos que me gastaban y me decían que estaban quedando lindos los mosquitos”, dijo entre risas. A pesar de las bromas, “todos están contentos porque el pino estaba seco desde hace unos años y yo estoy satisfecho con mi trabajo porque quería dejar un rastro del artesano local. Espero que lo cuidemos”, finalizó.