"Llevaré la voz de los pampeanos"
"No se puede entender cómo todavía no han logrado hacer que el Atuel vuelva a correr por La Pampa. Estar en el oeste pampeano me permitió compartir esas sensaciones de angustia, abandono, incertidumbre y soledad, provocadas por tener que acostumbrarse a ser zona de sacrificio. Siento que esta lucha forma parte de mí, y en nuestra Asamblea asumimos el compromiso de encararla hasta el final, para lograr que el río vuelva y advertir que los proyectos del gobierno mendocino que puedan afectar a La Pampa, no deben concretarse", afirma Elsa Díaz, mendocina, integrante de la Asamblea Popular por el Agua, quien esta semana visitó La Pampa para registrar las consecuencias ocasionadas por el corte del río.
Llegó a Santa Isabel vistiendo una remera con las inscripciones "Ríos Libres" en el frente, y "No a Portezuelo del Viento" en la dorsal. Acompañada por "Quique" Thomas y Francisco Torroba, estuvo en Algarrobo del Aguila, Paso de los Algarrobos, en los puestos La Rondana (de "Tolo" Pinedo), Masines, Paso Maroma, y en los puentes Los Vinchuqueros, La Puntilla y del Río Salado, sobre la ruta 10.
"Este fue mi tercer viaje a La Pampa, donde tengo contacto permanente también con Néstor Lastiri", subsecretario de Recursos Hídricos de la provincia. "A mitad de año había estado en Puelches y ahora me tocaba conocer la zona cercana al límite con Mendoza, para estar con los puesteros, observar la producción de chivos y ganado, y constatar la condición de los lugares, la problemática del agua y cómo fueron afectados por la ausencia del río. Mi trabajo es conocer el lugar, escuchar y tomar registros, porque no es lo mismo ver el mapa de la cuenca y las fotos del río seco, que pisar el lugar", explica.
"Poner el cuerpo".
La visita de Elsa forma parte de un trabajo territorial que decidió hacer la Asamblea Popular por el Agua de Mendoza. "Es nuestra responsabilidad asumir un compromiso y poner el cuerpo. Apostamos a dar la voz a quienes sufren las consecuencias, porque estar en el lugar es otra cosa y permite cambiar la mirada. Hace poco subí a internet un video pampeano sobre el río Atuel, y tuvo un impacto muy fuerte y positivo. Muchos mendocinos se enteran ahora de la situación y no entienden por qué la solución sigue dilatándose tantos años, y otros lo sabían pero no se animaban a contarlo. Esto permite derribar mitos y generar lazos que rompen estructuras partidarias y fronteras imaginarias, y sirve para empezar a hablar de agua y de cuenca", dice.
Elsa también se muestra "muy agradecida con los pobladores, que me recibieron con los brazos abiertos, en cada localidad, en cada puesto, sorprendidos de que una mendocina se acerque a escucharlos, y mostrando agradecimiento en cada palabra. Tenemos muchas cosas en común y siento que una parte de mí ya es pampeana".
Fortalecer lazos.
Arribó el sábado y se quedó varios días. "Apenas llegué me acerque a la Fundación Chadileuvú, con quien compartimos el interés por la defensa de las cuencas. Intercambiamos libros, fortalecimos lazos y coordinamos esta acción conjunta con respecto a Cerro Amarillo". Elsa explica que las asambleas populares, "cuando encaramos una lucha, tenemos que desarrollar también un proceso de trabajo en territorio, escuchar a los afectados en sus lugares y compartir experiencias". Y afirma que la experiencia le permitió "constatar cuánto los afectó la falta del río, y cómo se transformó un territorio en zona de sacrificio".
La lucha por el Atuel "es un conflicto que lleva más de 80 años y una buena forma de darle visibilidad en Mendoza es llevar la propia voz de los pampeanos. Por eso tomé videos y fotos, para difundir" comenta.
Caminar un territorio donde pasan los años, las décadas y no vuelve el agua provoca "una angustia muy grande, pero también la necesidad de hacer algo para que vuelva el río. Creo que es posible, si seguimos el ejemplo de Portezuelo del Viento, cuando un día Rodolfo Suárez tuvo que empezar a hablar de un Plan B. Hay que empezar a contar que las políticas de gobierno en Mendoza convierten a otras provincias en zonas de sacrificio y provocan daños irreversibles".
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