Lunes 26 de mayo 2025

Lorena Perelló: “La muerte no existe”

Redacción 21/07/2024 - 00.16.hs

El próximo 23 de noviembre la medium pampeana estará presentándose en el Teatro Paradiso de Santa Rosa. “Todos tenemos energías espirituales para sanarnos a nosotros mismos y sanar a los demás”, dice.

 

MARIO VEGA

 

“Veía cómo iba saliendo un humo negro… Lo veía no con los ojos físicos, sino con los ojos intuitivos; y como se limpiaba primero un pulmón… después el otro. Un humo que se desprendía y los pulmones se limpiaban”.

 

Lorena cuenta sus experiencias y verdaderamente asombran… “Una chica conocida de Campana me llamó para decirme que su hermano estaba muy mal, en terapia intensiva, y me pedía si le podía hacer sanación. Accedí a hacerle sesión energética, y poniendo mis manos sobre los pulmones dibujados del muchacho pude percibir que de los pulmones salía un humo negro. Me asusté y retiré mis manos... No sabía de qué se trataba; pero alguien me decía que el joven la semana próxima iba a estar sano… Se lo dije a sus familiares, que me había conectado con una energía superior y que el hermano iba a sanar… No me creían, porque estaba muy mal. La cuestión es que empezó a sentirse mejor, y tres días después me mandaron una foto que al pie decía ‘yendo a casa’. Todo se cumplió tal cual lo había presentido. Y fue la primera, pero hubo otras muchas… más de setenta”, indicó.

 

Y hubo otras.

 

Y Lorena continúa explicando que se trata de “intervenciones de médicos del Cielo. Son seres de mucha luz, algunos de los cuales han ejercido la medicina en el plano terrenal, y que luego siguen ayudando desde el mundo espiritual. Así estuvo el caso de un señor que tenía cáncer de próstata: yo logré ver como ellos reemplazaban células inactivas por células activas. Luego de la intervención los médicos del Cielo fluidificaron el agua y la dejaron como si fuese una medicación para la persona. Ese hombre fue sanado”.

 

Después refiere que “María Paula tuvo cáncer de ovarios y hace tres años fue intervenida quirúrgicamente… En un control le detectaron tres tumores en el ovario izquierdo, con lo que tenía que hacerse tratamiento oncológico de nuevo… Pero antes de iniciarlo decidió recurrir a una sesión de sanación. Los médicos del Cielo la asistieron el 14 de diciembre de 2023; y cuando volvió a su médico este le preguntó cuánto hacía que tomaba las pastillas para el tratamiento, y ella contestó que no estaba tomando nada… Y se concluyó conque estaba sana…”.

 

Lorena argumenta que se produce en la sanación “una energía muy intensa, diferente a la sesión energética que lleva 15 ó 20 minutos… esta es una energía superior y demanda unos 10 minutos…”. Su relato es impactante… creer o no creer, esa es la cuestión.

 

Se curó a sí misma.

 

La propia Lorena cuenta que ella curó su tiroidismo: “Lo que hice fue pasar energía, poner mis manos sobre mis tiroides y sentir cómo se iban reparando y se iban activando. Así lo hice todas las noches por cinco meses y cuando voy al control endocrinólogo mis análisis daban bien… no necesité tomar pastillas porque ya los niveles estaban normales”, afirma.

 

Y un caso más. “Facundo, un niño de ocho años fue operado en su columna, pero una herida en la espalda tenía problemas de cicatrización, por lo que corría el riesgo que le sacaran una prótesis que le habían colocado”. Señala Lorena que la intervención de los médicos del Cielo determinaron que se curara. “La mamá se comunicó conmigo para contarme que la herida no solamente había cicatrizado, sino que Facu anímicamente comenzó a estar mucho mejor”.

 

Medium canalizador.

 

Al intentar una explicación que para un lego como yo no es fácil entender, dice Lorena que “el tema es que hay que conectar con seres de luz... que pueden ser almas que han estado en esta dimensión o en otras dimensiones. Pero debes tener tu canal de conexión elevado, conectando con esa energía, y podés ser médium canalizador… Cualquier persona que canalice o conecte con seres de luz o médico del Cielo puede realizar estas cirugías espirituales. Pero se debe tener esa conexión y la evolución espiritual”, completa.

 

¿Difícil de creer y entender? Sin dudas… De todos modos ella deja en claro que “de ninguna manera reemplaza a la medicina tradicional. La espiritual es complementaria,integrativa, pero para nada hay que dejar lo que nos indican los médicos. Es un complemento que va a ayudar al proceso de sanación”.

 

Muchos interrogantes.

 

Ciertamente las cuestiones esotéricas, esas que tienen que ver con ámbitos que escapan a mi más elemental conocimiento, me llevan a dudar --cuando no a cuestionar, tal vez sin mucho sentido--,y por eso las revelaciones que formula Lorena Perelló me resultan sumamente interesantes y despiertan mi curiosidad. Son muchos interrogantes que me surgen y que por supuesto me gustaría preguntarle, charlar, saber qué es eso de la vida después de la vida… ¿Existe la muerte tal como la concebimos los que nos manejamos en un plano muy elemental? O hay algo más allá…

 

La chica de pueblo.

 

Pero, además, detrás de Lorena hay toda una historia… esa que comenzó mucho antes que se radicara en Erlangen, esa ciudad de 112 mil habitantes en el estado de Baviera, a pocos kilómetros de Núremberg; y aún antes de residir en Finlandia como sucedió en algún momento.

 

Es que es pampeana, oriunda de Eduardo Castex, y las circunstancias de la vida la llevaron al otro lado del océano. Claro que hay un trayecto recorrido, y una linda historia que le gusta recordar.

 

Vivió en el campo hasta los 11 años, y sus padres son Raúl Perelló y Gladys Mazza, y tiene una hermana, Natalia que vive y trabaja en Pico y es Licenciada en Ciencias de la Educación.

 

Bien pampeana.

 

Se reivindica como “bien pampeana”, aunque desde hace años reside con su familia a 12 mil kilómetros de distancia, en una ciudad alemana.

 

Hizo hasta quinto grado en la escuela rural 46; y terminó en la escuela 227 en Eduardo Castex. “Mi madre me llevaba, me retiraba mi abuelo y papá nos buscaba a mí y mi hermana para volver al campo. La secundaria la hice en el Colegio Juan Humberto Morán, que fue cuando mis papás compraron casa en el pueblo”.

 

Se había criado en el campo “con mucha libertad, entreteniéndose con los animales, y con mucho amor por parte de mi familia”, y ahora recuerda con nostalgia aquellas épocas.

 

Primeras visiones.

 

Pero algo, muy pronto, la iba a empezar a inquietar. “Sucede que ya a mis cuatro años comencé a tener mis primeras visiones”, y era cuando le indicaba a su padre: “Allí hay alguien… pero él no lo veía. Pero sí, fue a partir de ese momento que pude ver, sentir y escuchar a las almas”.

 

Y esa revelación no iba a ser sencilla de asumir, para la chiquita y la familia. “Es que en mi infancia y adolescencia sufrieron mucho conmigo porque no sabían de qué manera ayudarme”, y empezaron las visitas “a curanderas, pensando que tenía algo malo y que me tenían que sanar… Y así vino el té de ruda, me bañaban con rituales, nos hacían ‘limpiar’ la casa; pero yo seguía con mis percepciones”.

 

Los miedos.

 

Su vida transcurrió entre lo que era para dentro de su casa, y de la puerta para afuera muy reservada. “En la adolescencia salía, pero no tanto, siempre como atormentada por los miedos. No me gustaba quedarme sola porque sentía que me hablaban, y por eso si mis padres salían iba con ellos… Era como que el tema quedaba guardado, y como no sabía de qué se trataba no lo compartía con nadie. Sólo en mi familia sabían y trataban de protegerme”, rememora.

 

“Ese chico me gusta”.

 

No obstante albergaba sueños… “Siempre decía que quería ser maestra… así que después del secundario fui a estudiar a General Pico, e hice la carrera de maestra jardinera y profesora de nivel inicial y educación primaria. Hice las dos carreras a la vez porque aproveché que había algunas materias complementarias”.

 

No lo sabía pero el destino le iba a marcar un camino. Estudiando en la Universidad Nacional de La Pampa, estando con una amiga vio un grupo de chicos y se le ocurrió señalar a uno: “Le dije a mi amiga: ese chico me gusta. La cuestión es que supe que se llamaba Matías Tapia, que estudiaba Ingeniería, que vivía pegado a mi departamento, y pasado el tiempo me di cuenta que a él lo señaló mi alma, que mi alma reconoció a la suya”.

 

Se pusieron de novios y cuando Mati terminó su carrera se casaron. “Tenemos dos hijos, Tomás que acaba de terminar lo que aquí en Alemania es el secundario; y Santiago que lo está completando”.

 

La vida con Matías.

 

Volviendo atrás en su memoria evoca que al recibirse en Pico volvió a su pueblo a trabajar “primero en un jardincito que era mi pequeño mundo en Castex, con Gabriela Pascal y María Elena Rodríguez. Trabajé ese año mientras esperaba que Mati se recibiera… antes él tuvo que hacer algunas materias en Bariloche, San Juan y La Plata, así que lo acompañé. Después recibió una propuesta para trabajar en Siderca, así que nos casamos y nos fuimos a Siderca”.

 

Tuvieron los hijos, y en tanto Lorena trabajó en algunos jardines. “En uno privado y también en otros estatales, de zonas desfavorables o de alto riesgo, en los cuales se necesitaba mucha ayuda, y allí me sentía útil”, resume.

 

Al tiempo decidieron radicarse en Cardales “porque yo entendía que Tommy iba a estar en un lugar más amigable, con mucho verde. Y es la casa que todavía tenemos allí”. Ya trabajando en Atucha a Matías le ofrecieron primero ir a hacerlo en Alemania, y luego a Finlandia. “Así fue dejamos Argentina y nos vinimos en 2014”, después el traslado a Finlandia, un breve regreso a nuestro país, “y otra vez Alemania, donde Matías está en una empresa que trabaja para la energía nuclear”, dice desde Erlanger.

 

Matías al rescate.

 

Al conocer a Matías entendió que tenía que contarle lo que le pasaba. “Fue a la primera persona después de mi familia que le dije que veía y escuchaba almas que me golpeaban puertas y ventanas… y él me contestó: “Sé lo que te pasa. Vos sos medium; tengo libros que explican eso… mi familia de Lonquimay es espírita, y van a una sociedad en el pueblo. Así fue que la mamá de Mati me explicó todo, me acercó a la lectura como el Libro de los Espíritus de Allan Kardec y entonces pude entender lo que me sucedía. Que tenía esta ‘habilidad’... en realidad la tenemos todos pero en mi caso creo más desarrollada. Y encontré alivio, como un bálsamo. Por eso digo que Matías me rescató, me acompañó y estuvo siempre cerca. Estaba que teníamos que encontrarnos…”, reflexiona.

 

“Todos somos medium”.

 

Ya instalados en “el país de la buena cerveza”, Lorena empezó a estudiar el idioma bávaro, y logró un buen nivel que le permitió conseguir trabajo. “Fui maestra jardinera, con suplencias en dos o tres lugares… el último en un jardincito a la vuelta de casa muy lindo hasta que dejé todo para dedicarme a la parte espiritual”, relata.

 

Hace tres años decidió “abrir la puerta al mundo y decir que soy medium”, algo que hasta ese momento no revelaba por los prejuicios que dejó de lado al entender que “todos somos medium… es una habilidad como cantar, dibujar, pintar. Pero como aún no está muy conocido vienen los miedos y tal vez un rechazo”.

 

“No hay muerte”.

 

Rememora casi con emoción aquella primera vez en Castex. Había abierto su página web, y se decidió: “Siempre tuve la idea de dar la primera conferencia en mi pueblo, como muestra de gratitud. Fue en la Cámara de Comercio, acompañada de Natalia Martín que me ayudó mucho. Había mucha gente… veía a conocidos sentados, y también a sus seres queridos fallecidos que los acompañaban…”.

 

“¿Qué sentí? Que brindaba paz, tranquilidad… porque esas conferencias transmiten la posibilidad de recibir los mensajes que nos envían nuestros seres queridos, que nos dan la fe y esperanza de que no hay muerte”.

 

Cuando regresó para otra charla ya era una multitud que la esperaba. “Es un momento muy lindo, y siempre explico que todos somos medium, y nos podemos

 

conectar con un ser querido… No me necesitan a mí para eso, que lo único que hago es indicarles que ellos nos dan señales: un pájaro que se posa en una ventana, una luz, algo…”.

 

Teatros a sala llena.

 

En un momento, en 2022, Vanina Massazza –su actual representante- que en ese momento la estaba escuchando en “un vivo” le preguntó si tenía lugares para sus conferencias… “Cuando le digo que no me ofrece un espacio en Córdoba, y organizar para Buenos Aires y Neuquén. Tiempo atrás yo le había dicho a Matías que iba a estar en esos lugares… Sí, parece muy loco pero es así”, reafirma.

 

Y vinieron las presentaciones a sala llena en el teatro Picadilly, luego en el Quality en Córdoba, en el Broadway, y también en Neuquén, Mendoza, Rosario, Tucumán…

 

“Sí, fue una repercusión maravillosa con salas colmadas, que espero se repita en el Paradiso en Santa Rosa. Me dicen que ya hay más de medio millar de entradas vendidas, y todavía falta bastante”, se entusiasma. Es que aquí está previsto que se presente el 23 de noviembre, y la expectativa es que se complete la capacidad de 1000 espectadores.

 

Energía sanadora del amor.

 

“Yo hablo de la energía sanadora del amor, porque es desde allí y no desde el miedo cuando podemos conectar con esa energía vital que somos y con esa energía de sanación. En mi caso comparto con el público las herramientas que me sirvieron a mí, pero tiene que quedar claro que soy simplemente un canal para que la sanación se produzca en otra persona…”.

 

¿Interrogantes? Muchísimos. Estarán los que crean a pie juntillas lo que afirma Lorena, y otras tantas versiones que sobre el tema se conocen…

 

Y es verdad, también los que puedan manifestar escepticismo y sus razonables dudas.

 

El 23 de noviembre, cuando venga a Santa Rosa será una buena oportunidad de conocer un poco más de qué se trata. Pero que despierta una gran curiosidad, no caben dudas…

 

“Papá hace curaciones”.

 

Queda con Lorena Perelló la promesa de un próximo encuentro virtual –al menos hasta verla personalmente cuando llegue en noviembre a Santa Rosa--, pero la conexión quedó.

 

De paso me pregunto si un episodio que me sucedió hace dos días –algunos se reirán de esta anécdota que voy a contar-- tiene algo que ver con ese “despertar” que produjo en mí la charla con la medium, oriunda de Eduardo Castex, pueblo en el que también a mí me tocó nacer.

 

Venía el viernes por Avenida Uruguay hacia el Este cuando de pronto, sin que pudiera evitarlo, se cruzó un perrito gris… sentí el impacto debajo de mi vehículo y enseguida me ganó la pena. Pero grande fue la alegría cuando en el semáforo –cien metros más adelante-- por la vereda corriendo, todavía asustado, pasó el perrito gris… Sin signo alguno de haber sido atropellado. No sé si es una señal o qué. Tal vez mera casualidad que nada le pasara… u me quedé pensando. Aunque, de verdad, un ratito me alegré.

 

Entre tantas cosas que contó Lorena me dijo que creía que venía “de una familia sanadora. Mi papá (Raúl) toda la vida curó el empacho, el hígado, una recalcadura… y ya mi abuela paterna curaba. Hoy en día lo llaman a papá y hace curaciones. Y por eso digo que lo mío viene de familia”, sintetiza.

 

En otro momento de la charla le pregunté por el destino de las recaudaciones que hace con sus conferencias. Una duda que, seguro, más de uno expone.

 

Y que también ella tuvo. “Me costaba poner un número… hasta que mi guía espiritual me dijo: ¿Qué problema tenés con el dinero? Es energía, y sino lo recibís cómo vas a ayudar a más personas. Y entendí que no estaba bien si lo usaba sólo en mi provecho, pero que es cierto me permite viajar y presentarme en distintos lugares, dar todas esas sesiones, escribir libros, tener una computadora mejor, una persona para la página web… Tengo en mi conciencia que lo que hago es lo máximo que puedo hacer y que lo que recibo lo comparto con todo lo que está a mi alcance. Esa es mi respuesta”, cierra. (M.V.)

 

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