Martes 01 de julio 2025

"Me piden que rece por ellos"

Redaccion Avances 30/04/2025 - 11.33.hs

Florencia tiene una particularidad que la distingue: es una profesora que hace su trabajo en un contexto diferente porque dicta clases de historia en la U-4 Colonia Penal de Santa Rosa. Una actividad que realiza desde 2023.
Florencia Peralta es santarroseña, tiene 36 años, y es profesora de Historia: una vocación que cobra una significativa relevancia en los tiempos que corren ya que la memoria es una de las principales herramientas para combatir la ignorancia.
"El contenido que dicto es del área de sociales, puntualmente Historia I y II, y los destinatarios son personas en contexto de encierro o privadas de su libertad", sostiene la joven en una charla con LA ARENA, en la que su tono de voz denota una profunda vocación no solo por la historia, y el área social a nivel general, sino por llevar todo su bagaje académico a las personas que, por diversas razones, permanecen tras las rejas.
-¿Cómo llegaste a dar clases en el penal, cómo fue el camino?
-Si bien soy santarroseña, estudié mi carrera en la provincia de Córdoba y una vez recibida y por cuestiones personales, decidí volverme a La Pampa. En un principio comencé dando clases en Eduardo Castex lo cual fue una hermosa experiencia, pero no me era rentable ya que en ese momento no contaba con medio de movilidad propio y los gastos y tiempo de traslado ya no me convenían. Por este motivo renuncié a esas horas y comencé a tomar suplencias cortas en la capital pampeana. Una de esas suplencias que tomé fueron las clases en la U-4, en un principio sin saber de qué se trataba esta modalidad ya que nunca había trabajado en contexto de encierro.
Florencia tejió desde sus comienzos en el dictado de clases en el penal, una serie de recuerdos que permanecen en su memoria. "Lo que más recuerdo de estas clases son muchas veces los relatos que cuentan sobre sus vivencias o sobre cómo llegaron allí, muchas veces me piden que rece por ellos, eso es algo que me emociona bastante ya que sienten esa necesidad de estar mejor. Otro elemento a destacar es que si por algún motivo faltás, ellos suelen estar muy pendientes del bienestar de uno, lo cual eso con los balumnos de secundario común muy pocas veces suele suceder", se conmueve la docente.
Uno de los aspectos más curiosos de la vida cotidiana de Peralta radica en el día a día, en los movimientos cotidianos que vive con sus alumnos en contexto de encierro.
-¿Cómo es un poco el día a día del dictado de clases en el Penal?
-Mi ingreso es a las 15, pero siempre se debe estar 10 minutos antes ya que debemos dejar nuestras pertenencias (llaves y DNI). Cuando se ingresa en la requisa, comenzamos el recorrido por los largos pasillos del Penal hasta llegar al sector de educación donde retiramos material para trabajar en clases ya que por motivos de seguridad, no se puede ingresar con ningún dispositivo tecnológico. Luego recorremos un pasillo donde allí se encuentran diferentes aulas, una vez casi terminada la clase, alrededor de las 17, ya nos avisan que está el profe de la materia que sigue, allí nos retiramos del aula y comienza el recorrido de regreso a mi hogar.

 

Contra el prejuicio.
Florencia suena decidida, convenida de lo que hace cada día. Y, por sobre todas las cosas, nunca tuvo miedos y, mucho menos, prejuicio alguno. Todo lo contrario. "Nunca había dado clases en contexto de encierro, pero jamás tuve miedo. Debe ser que muchas veces, por la necesidad de trabajo, una toma horas y no sabe bien con qué se va a encontrar. Había escuchado muchos prejuicios, como ‘¿no tenés miedo de trabajar ahí o que te pase algo?’ y obviamente el prejuicio hacia ellos es muy grande, pero yo aprendí, al conocer sus historias, que en muchos casos no tuvieron ni las herramientas ni el acompañamiento, ni las mismas oportunidades que nosotros tuvimos, pero son personas que están cumpliendo su condena y el cual me han manifestado lo difícil que es estar allí y llevar el día a día", remarca.
-¿Como ves la docencia, y el sistema educativo en general?
-La docencia, si bien tiene muchos que todos conocen, como la violencia, la tecnología por medio con el uso constante de los celulares y las problemáticas sociales que se reflejan en las aulas, en mi caso en particular apelo siempre a crear un vínculo armonioso con mis alumnos ya que creo que es la base para poder llevar adelante las clases.
Florencia, tal como lo expone en sus respuestas, suena calma y cargada de una armonía que trata de bajar a los lugares tal vez más temidos o esquivados a nivel social.
La joven profesora no tiene dudas que hace lo que ama y en un lugar difícil, pero que esconde en sus paredes todas las historias de superación cotidianas posibles.
-¿Cómo es tu vida fuera de su rol como docente?
-Mi vida en general suele ser bastante ocupada ya que en mi hogar me esperan dos hijas las cuales cuido y solvento sola, muchas veces se hace muy difícil cuando no tenés estabilidad laboral, en mi caso en particular sólo poseo suplencias funcionales, las cuales ruego cada fin de año que no me desplacen ya que con ello pago el techo de mis hijas y todos los gastos que eso implica. Siempre nos llevamos a nuestros hogares actividades, trabajos prácticos y evaluaciones; las cuales casi siempre restan momentos con mis hijas en algún momento del fin de semana para corregir y preparar las próximas clases y eso es algo que no se ve.
Florencia agradece todos los días la posibilidad no solo laboral sino personal y humana de dictar clases en este contexto. Su amor por enseñar la historia a las personas que por alguna razón deben pagar una condena impuesta a nivel legal. Seres que la esperan con ansias para escucharla, para aprender y para empaparse de los conceptos y los conocimientos históricos que permiten conocer y no olvidar.
La joven docente pampeana es una de las tantas personas que lejos de escaparle al encierro de la prisión, se sumerge en ella para hablar, para que la escuchen, y para que sus alumnos, que esperan salir de ese lugar tengan por fin la oportunidad de comenzar de nuevo. Pero, para eso, se necesitan personas dispuestas, con directivas claras y que vayan en la misma dirección, como lo intenta en cada clase Florencia cuando hace su trabajo dentro de una cárcel.

 

'
'