Microplásticos en el Colorado: "No podemos hacer oídos sordos"
El secretario de Recursos Hídricos de La Pampa, José Gobbi, habló sobre la detección de microplásticos en la cuenca del río Colorado y explicó que es una problemática mundial, consecuencia de los hábitos de consumo de la sociedad. En ese sentido, consideró que "no se puede hacer oídos sordos" a los resultados del estudio y planteó líneas de acción.
Tal como informó este diario, la presencia de microplásticos en la cuenca del río Colorado aumentó en el último tiempo y un equipo de científicos del Instituto de Investigación en Paleobiología y Geología (IIPG) intensificó los monitoreos en la zona. Así lo dio a conocer un informe publicado en el diario Río Negro. "Son diminutas partículas de plástico invisibles a simple vista que se han convertido en una amenaza silenciosa para los ecosistemas acuáticos. Estos contaminantes que provienen de productos de cuidado personal, ropa sintética y la degradación de desechos plásticos, entre otros, se advierten cada vez más en ríos y lagos", explicaron desde el Conicet.
Consultado al respecto en Radio Noticias, el funcionario pampeano afirmó que "la presencia de microplásticos en los cuerpos de agua es un fenómeno que podríamos definir como moderno, y que está asociado a que tenemos una sociedad que depende fuertemente de plásticos". Por estos motivos, indicó que el estudio se está llevando adelante en la cuenca del Colorado y en otros 50 sitios de muestreo ubicados en distintas partes del país.
"Siempre hemos tenido al sospecha de que había presencia de microplásticos en los cuerpos de agua, porque vivimos en una sociedad plástica y nuestros residuos no son biodegradables, sino que terminan en algún lugar. Los microplásticos, que tienen un tamaño menor a los cinco milímetros, se incorporan en los distintos cuerpos de agua y lo que sabemos hoy en día, de acuerdo a distintos estudios que se han hecho en Europa y EE.UU., es que el plástico por sí mismo no es el problema, sino que esos plásticos funcionan como transporte de moléculas que pueden tener características contaminantes", añadió.
Sin estandarización.
Gobbi explicó que "al ser un fenómeno moderno, las metodologías para la detección de estos microplásticos están siendo estandarizadas. Aún no tenemos muy en claro cuáles son los efectos específicos sobre salud humana, tenemos la sospecha que no son benignos ni positivos, pero no conocemos a ciencia cierta, con evidencias sólidas, cuáles pueden ser los efectos a mediano y largo plazo de la presencia de microplásticos en los ecosistemas y específicamente en los cuerpos de agua".
De todas maneras, reconoció que "los resultados sobre la cuenca del Colorado no son sorpresivos, porque es esperable que haya en todos los cuerpos de agua del mundo", pero sí "que esté verificada su presencia en una cuenca en la cual la actividad humana no está tan concentrada. Entonces, la pregunta siguiente es qué hacemos al respecto".
El secretario remarcó que "todavía no hay una forma muy concreta de poder eliminarlos de las aguas potables. Estamos hablando de moléculas, incluso están las nanomoléculas de plásticos, que serían mucho más pequeñas y que esas sí podrían llegar a tener efectos mucho más problemáticos. Todavía no sabemos a ciencia cierta cuáles son los efectos específicos sobre la salud humana. Sí tenemos hipótesis de que obviamente al ser el plástico un elemento extraño al ecosistema, y siendo los humanos un componente más, el hecho de que haya presencia microplásticos probablemente no sea una buena noticia".
Dos líneas de acción.
Al tratarse de una problemática mundial, destacó que se le "empieza a prestar mucha más atención y por eso se lo mide. El primer paso es detectarlo y saber que lo tenemos, que es el resultado de este estudio. Lo segundo es qué hacemos al respecto".
"Esto pasa, por un lado, por la acción de los organismos públicos y las empresas relacionadas al agua. Tendrán que incorporar tecnología, cuando surja, para poder removerlos si hay evidencia de que son nocivos para la salud humana", indicó. El otro aspecto está vinculado a "la concientización y la modificación de los comportamientos diarios que tenemos".
"Estos microplásticos provienen de casi todas las actividades diarias que tenemos. Es un fenómeno no deseable de la vida moderna, entonces esto pasa por tener intervenciones puntuales pero también obviamente va a haber que adoptar nuevos tipos de comportamientos y utilizar menos plásticos", enfatizó.
"Lo positivo de este estudio es que lo empieza a medir entonces sabemos a qué nos enfrentamos. Desde Coirco vamos a tener y entrar en contacto con este grupo de investigación, es una temática que se traerá al seno del Comité Ejecutivo y se abordará. Al ser una temática relativamente novedosa a la que hay que prestarle atención, no podemos hacer oídos sordos a los resultados de este estudio", completó.
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