Propuesta navideña: presentan recorrido por la música sacra

Este sábado y domingo se presentará en Santa Rosa una propuesta diferente e innovadora. Sine Nómine llegará al Espacio Cultural Cheje con un recorrido por más de mil años de música sacra, del canto gregoriano al Renacimiento.

 

El ensamble vocal masculino presentará Gáudium 2025 - La Navidad, entre el rito y el banquete, una propuesta musical única en el país que invita a vivir una experiencia inmersiva en la música antigua.

 

Sine Nómine no es un coro tradicional ni un concierto convencional: su trabajo se basa en la interpretación de música medieval y renacentista a partir de manuscritos originales, leídos y ejecutados desde facsímiles históricos, con criterios rigurosos históricos y musicológicos.

 

Es el único ensamble en Argentina que se dedica exclusivamente a este tipo de abordaje, y comparte ese material con el público durante el concierto, transformando la sala en una verdadera máquina del tiempo sonora.

 

Para estas fechas navideñas, el grupo -junto a instrumentistas invitados- propone un concierto-performance que recorre obras medievales sacras y renacentistas profanas, explorando cómo se celebraba la Navidad siglos atrás: tanto en la liturgia como en los banquetes, entre el rito, la música y la celebración colectiva.

 

Las funciones en nuestra ciudad serán hoy y mañana a las 20.30 horas.

 

Mil años.

 

En el silencio de los siglos, donde la palabra se vuelve canto y el rito se transforma en resonancia, este ensamble invita a un viaje hacia lo sagrado, lo oculto, lo esencial.

 

Un concierto que atraviesa más de mil años de música sacra, desde el susurro del canto gregoriano hasta la polifonía luminosa del Renacimiento.

 

Guiados por el joven maestro Emanuel Altamiranda (músico, actor, transcriptor e investigador apasionado por la interpretación histórica) los cantantes del ensamble Sine Nómine se sumergen en manuscritos originales, enfrentando la complejidad de leer notaciones medievales, caligrafía gótica y textos en latín. Cada uno de ellos se convierte en custodio de una tradición olvidada, en intérprete de lo invisible.

 

Reunidos alrededor de un fascistol, como en los antiguos monasterios, amalgaman sus voces en un acto de comunión sonora, donde cada nota es una invocación y cada acorde, una revelación.

 

Aprender a leer estas notaciones arcaicas es descifrar un lenguaje perdido, una alquimia sonora que exige entrega, paciencia y sincronía espiritual.

 

Sine Nómine es uno de los pocos grupos que se atreve a desenterrar estos tesoros ocultos, convierte cada obra en un ritual vivo, como si tejiera un manto invisible entre el tiempo y el espíritu.