Domingo 14 de abril 2024

"Que no tenga esos beneficios"

Redacción 01/08/2023 - 08.00.hs

Julia Ferreyra, madre de Andrea López, habló sobre las últimas novedades del caso tras la confesión de Víctor Purreta y remarcó que luchará "para que no tenga beneficios" vinculados a salidas transitorias o la libertad condicional. "Esperemos que esto sea cierto para cerrar un duelo", se esperanzó.

 

El miércoles pasado Purreta manifestó su intención de contar dónde había dejado el cuerpo de Andrea, supuestamente por haber entrado en razón tras charlas mantenidas con su terapeuta, su abogado patrocinante y su familia. El jueves tras reunirse en sede judicial con la fiscala Cecilia Martiní, el condenado fue trasladado al campo Monte Chue, a la vera de la Ruta Nacional 35, a pocos kilómetros de Winifreda.

 

En ese lugar, tras 19 años, Purreta señaló algunos posibles lugares en los que estaría el cuerpo de Andrea. También reconoció haberla enterrado desnuda, cubierta con una sábana.

 

El pasado sábado, Personal del Ministerio Público Fiscal y la Agencia de Investigación Científica realizó tareas de limpieza de terreno, rastrillajes y mediciones de suelo en los lugares señalados por el femicida. Los trabajos se reanudarán hoy, habían anticipado fuentes consultadas por este diario.

 

En ese marco, Julia habló ayer con Radio Noticias. "Yo me enteré por la Policía de la Brigada, que vino a mi domicilio a contarme lo que había sucedido esa mañana, de que había dado indicios de dónde estaba el cuerpo de Andrea", comentó.

 

A su vez, recordó que lo que planteó la Fiscalía en conferencia de prensa, se lo había comunicado previamente a ella. "Me explicó lo que iban a hacer, nada más. Es lo único que sé", indicó y afirmó que ahora solo queda "esperar a ver si realmente está el cuerpo. Siempre pedí poder darle un entierro para cerrar un duelo, tener donde llevar una flor y llorar. Ese es mi deseo, que siempre lo dije".

 

Julia está asesorada por el abogado Omar Gebruers. "Teníamos las esperanzas de que algún día... Siempre pedí que, si no me lo quería decir a mí, se lo dijera a su hijo", contó en alusión a la confesión de Purreta. Sin embargo, reconoció que no imaginaron que "iba a esperar tanto tiempo. Una persona cínica, que tanto tiempo tuvo algo guardado... Hasta a los animales le dan un entierro digno".

 

- ¿Esto sería un cierre definitivo para ustedes?

 

- Yo tenía esperanzas de encontrarla con vida a mi hija, pero cuando mi nieto me contó lo que había sucedido ya ahí lo único que quería era el cuerpo. Esperemos que esto sea cierto para cerrar un duelo.

 

- ¿Cómo reciben las novedades? Ustedes han entregado datos médicos de Andrea...

 

- Si, a mi justamente la fiscal me lo comentó porque eso de la prótesis que tenía Andrea en un tobillo lo mencionó él cuando dio el indicio de dónde estaba el cuerpo. Porque esa pierna se la había estropeado él cuando la había tirado del auto y le había agarrado la pierna con la puerta. Di información de dónde la habían operado e iban a pedir la historia clínica, porque no recuerdo qué pierna era.

 

Sin beneficios.

 

Una de las razones por las que se especula que Purreta decidió hablar ahora es por la negativa que recibió a las salidas transitorias. "Nuestro planteo era que si decía que se había arrepentido, no lo demostraba tanto, porque no decía dónde estaba. Y por ese motivo le rechazaron las dos salidas transitorias, entonces el hombre ahora está tratando de sanear ese flanco, si no se va a quedar adentro hasta el último día”, sostuvo Gebruers a este diario días atrás. Para el letrado, también está pesando en la mente del homicida el hecho de que no le falta mucho tiempo para cumplir los dos tercios de la pena, luego de los cuales puede pedir la libertad condicional. “Lleva cumplido bastante más del plazo total de la condena. El tiene que cumplir con 16 años y medio de cárcel, de los 25 a los que fue condenado, para llegar a los dos tercios. Ahí puede pedir la condicional, siempre y cuando los informes del SPF y del psicólogo sean favorables, y que no haya oposición de la Fiscalía y de la querella. Así como le negaron las salidas transitorias, él ve un serio riesgo de que también le nieguen la libertad condicional”, explicó.

 

Consultada al respecto, Julia señaló que por ahora no ha abordado este escenario con su abogado. "No nos hemos juntado a hablar esas cosas. Yo siempre digo y lo sigo sosteniendo, lucharé para que no tenga esos beneficios, porque hoy el aire que respiro y mi familia respira, que tendría que estar respirando mi hija, él no lo puede hacer.

 

En otro tramo de la entrevista, la madre de Andrea se mostró muy agradecida con "las mujeres que me están acompañando desde el primer día, que son Mujeres por la Solidaridad, y después se fueron agregando otras organizaciones".

 

"Siempre estuve agradecida y lo estaré el resto de mi vida, porque yo sin el apoyo de estas mujeres a lo mejor no hubiera logrado tener nada, ni un juicio ni esta posibilidad de encontrar el cuerpo. Son mujeres que valen oro, porque si tienen que salir a gritar y patalear, no tienen problemas", concluyó.

 

“El nombre que no fue”.

 

“El nombre que no fue” es el título del texto que escribieron tres profesoras del colegio "Barrio 1702 viviendas" del barrio Esperanza. En noviembre del año pasado, estudiantes, docentes y familias votaron para que la institución educativa lleve el nombre de “Andrea López”, pero ya pasó casi un año y todavía no se cambió.

 

Es por ello que las profesoras Adriana González, Marcela Urquiza y Patricia González escribieron un texto para reclamar por la oficialización. “En estos días ha vuelto a resurgir, tristemente, el nombre de Andrea López. Aunque sus huellas son murales y están entrelazadas en el recuerdo de su madre, de su hijo, en la bandera de la colectiva ‘Las Andreas’, y en cada una de las mujeres que pronunciamos ‘Ni una menos’, en otros ámbitos ha tratado de silenciárselo porque simboliza, a casi veinte años de su desaparición, una franja de la sociedad a la que no se está dispuesta a aceptar y menos aún incluir”, apuntaron.

 

“Sin pretender simplificar, la vida de esta mujer abarca múltiples dimensiones: ser mujer, pobre, en situación de prostitución y al mismo tiempo ser nombrada por una comunidad que no la olvida… demasiado tal vez para algunos y algunas”, se quejaron. Hicieron hincapié en el compromiso de la comunidad educativa para llevar adelante el proyecto, acercarse a votar, “de forma libre y voluntaria”, y se preguntaron en cómo comunicar a los y las estudiantes que quizás el nombre nunca se oficialice.

 

“Los docentes educamos para transformar las realidades injustas… Los estudiantes nos enseñan continuamente lecciones invisibles que no deberíamos olvidar…”, finalizaron.

 

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