Sabado 20 de septiembre 2025

Recomiendan monitorear a las orugas cortadoras

Redacción 20/09/2025 - 00.14.hs

Con la siembra de la nueva campaña en marcha y la emergencia de los primeros cultivos, el monitoreo del complejo de orugas cortadoras, también conocidas como “grasientas”, según la región del país, se vuelve una tarea indispensable.

 

SELENE NIVEYRO (*)

 

Las orugas cortadoras, también conocidas como “grasientas”, son de hábitos nocturnos y pueden cortar al ras las plantas de girasol, soja y maíz recién emergidas, causando pérdidas significativas.

 

Monitoreos realizados en la provincia de La Pampa muestran que el complejo de orugas cortadoras está conformado por varias especies, cuya similitud morfológica y de coloración dificulta su reconocimiento a simple vista en el campo y, por lo tanto, justifica su denominación como “complejo”.

 

En La Pampa, cinco especies están presentes, de las cuales dos son predominantes en los lotes de cultivo: Agrotis robusta y Feltia deprivata. Los últimos monitoreos en distintos lotes de la región centro y norte de La Pampa, indican una densidad promedio de entre 0,5 - 1 orugas por m2, con un tamaño y estadio menor al observado en campañas anteriores, lo que sugiere un retraso en el desarrollo de las especies. Por lo tanto, es importante destacar que el estadio de mayor daño podría coincidir con las siembras tardías en la región.

 

Dispersión de las orugas.

 

Estudios realizados en la región indican que la densidad del complejo de orugas cortadoras varía según el cultivo antecesor, siendo mayor su densidad en rastrojos de soja en comparación con los de girasol y maíz. Asimismo, la preferencia de las orugas por el cultivo de girasol pone en relevancia la necesidad de intensificar el monitoreo en los lotes destinados a este cultivo, y con especial atención en aquellos donde el antecesor es soja.

 

Dado que las orugas cortadoras son plagas de difícil detección y predicción, la Cátedra de Zoología Agrícola, Facultad de Agronomía (UNLPam) desarrolla estudios orientados a identificar distintos factores presentes en los lotes que podrían actuar como indicadores tempranos del riesgo de daño por estos insectos, entre ellos, la densidad de determinadas malezas.

 

El monitoreo previo a la siembra de cultivos de verano es la herramienta más eficaz para el manejo de esta plaga. No se trata solo de encontrar orugas, sino de determinar su densidad poblacional para decidir si es necesaria una acción de manejo. A diferencia de otras plagas que se observan fácilmente en el campo, las orugas cortadoras son de hábitos nocturnos y se refugian durante el día.

 

Muestreos.

 

Se recomienda realizar muestreos en áreas de 1/4 m2 o 1 m2, distribuidas en diferentes partes del lote. Si existen zonas heterogéneas, es importante que el muestreo contemple esa variabilidad, incluyendo zonas bajas del terreno. Las orugas pueden encontrarse entre el rastrojo, debajo de él o en los primeros centímetros del suelo. Es común que durante el día se refugien bajo tierra.

 

En postemergencia del cultivo (estado de plántula), si se observa una planta cortada, se recomienda buscar la oruga escarbando suavemente el suelo alrededor del tallo, en un círculo de aproximadamente 10 cm de radio y 5 cm de profundidad. El método más utilizado consiste en definir un área de muestreo (por ejemplo, un metro lineal de surco o una parcela de 0,25 m2) y contar el número de orugas presentes. Esto permite calcular la densidad por metro cuadrado.

 

Umbrales de acción.

 

Los umbrales de acción para orugas cortadoras son bajos, en presiembra 1-2 orugas por m2. En postemergencia los umbrales varían según el cultivo. En general se consideran como valores de referencia: En maíz o girasol se recomienda el control cuando se observa un 3–5 % de plantas cortadas y la presencia de 2–3 orugas cada 100 plantas. En soja, en cambio, el umbral se estima entre 7–10 % de plantas dañadas.

 

Contar con el acompañamiento de un Ingeniero Agrónomo es fundamental para interpretar adecuadamente los

 

resultados del muestreo y definir el mejor plan de manejo.

 

(*) Docente Cátedra de Zoología Agrícola,

 

Facultad de Agronomía UNLPam

 

Investigadora en Conicet

 

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