Miércoles 17 de abril 2024

Sandip, desde Bombay hasta Santa Rosa

Redacción 17/10/2022 - 15.15.hs

Sandip Gharat (43 años) llegó en agosto, decidido a cumplir con una investigación posdoctoral de tres años sobre flujo de materiales granulares en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales. No habla una palabra de español y le genera cierto conflicto residir en una provincia dedicada a criar vacas para consumo humano, pero la recepción y el buen trato dispensado a su familia no deja de sorprenderlo. "Todos estamos muy felices aquí y ojalá tengamos oportunidad de quedarnos más tiempo", confiesa.

 

Encontramos a Sandip en el campo de la UNLPam, sobre la ruta nacional 35, donde estaba acompañado por la profesora Victoria Ferreyra, y dedicó más de una hora a explicar su trabajo, contar su historia y registrar las principales diferencias culturales entre su país y el nuestro. "Nací en Dadar, estado de Maharashtra, y trabajo en Bombay como docente de un colegio secundario privado", dice a LA ARENA. Su lengua natal es el marathi y habla también hindi e inglés, pero nada de español, todavía.

 

En 2020, Sandip planeaba participar del Congreso Internacional de Polvos y Granos, en Buenos Aires, que se suspendió por la pandemia de coronavirus. Finalmente se realizó el año pasado, en forma virtual, y allí conoció al profesor Luis Pugnaloni, jefe del Laboratorio de Materiales Granulares de la UNLPam. "Me interesó su perfil y conversamos sobre nuestra investigaciones. Me propuso trabajar juntos y me pareció muy bien que pudiéramos intercambiar experiencias". Pero el pampeano no le proponía una colaboración conjunta a distancia, sino que desarrollara su investigación en La Pampa.

 

"Le comenté a mi jefe de laboratorio y me dijo: Sandip, tienes que ir a Argentina". Se decidió y presentó un proyecto de investigación, que el Conicet aprobó. Hizo los trámites de visado y en agosto arribó a Santa Rosa, donde alquiló una casa sobre la calle Pampa. Unas tres semanas después, llegaron su esposa Pallavi (37) y sus dos hijos, Shlok (11) y Sparsh (3 y medio).

 

Su temor principal era la suerte de su familia en un país desconocido. "Mi hijo mayor se lamentaba y decía: papá, no sabemos sus costumbres, no sé hablar español, ¿qué voy a hacer en la escuela?" Sin embargo, todo resultó mejor de lo esperado. Inscribieron a Shlok en quinto grado de la Escuela N°4 y, en su primer día de clases, la directora convocó a todos los docentes y alumnos para presentar al recién llegado, darle la bienvenida y proponer que lo ayuden en su adaptación.

 

Emocionado, Sandip muestra el video que Pallavi grabó en ese momento. "Mi hijo ya hizo buenos amigos y está aprendiendo el idioma. Se siente muy feliz y ama estar aquí e ir a la escuela. Cuando le preguntaron por sus deportes favoritos, respondió cricket y hockey (disciplinas principales en la India), y a todos les pareció muy divertido, así que estamos pensando en extender nuestra estadía hasta que termine sus estudios".

 

"Como en casa".

 

Sandip se muestra agradecido por el buen trato recibido. "Desde el momento que llegué nunca me sentí como un extranjero. Han apoyado a mi familia y todos se preocupan por que estemos bien". Así fue en el mercado, en la escuela y en su vecindario de Villa Alonso. "Un día fuimos a la laguna. Algunas personas se acercaban y nos preguntaban amablemente si estábamos bien, si necesitamos algo, si teníamos algún problema. La verdad, el único problema es aprender español, algo que mis hijos están haciendo más rápido que yo", celebra.

 

Por no saber el idioma, su esposa Pallavi no puede dar clases, pero tiene un master en biotecnología y está evaluando aplicar también para una beca de investigación: "así podría trabajar aquí". Mientras tanto, Sparsh, el más pequeño, comenzará el año que viene el Nivel Inicial.

 

A los cuatro les gusta mucho Santa Rosa. "Es una ciudad tranquila, muy linda y con gente muy amable y respetuosa". En el tiempo que llevan aquí, han experimentado pocas cosas negativas. Una de ellas es "la inflación, que las cosas aumenten de un día para otro, que hay dólar oficial y dólar blue". De todas maneras, el salario "es suficiente y permite mantener una vida de clase media. No puedo ahorrar, pero sí comer lo que queremos y pagar el alquiler; no tenemos ningún problema".

 

Vaca sagrada.

 

Otro punto de conflicto es nuestra afición por la carne bovina. En la India, la vaca es un ser sagrado, que deambula libremente y está protegido por las leyes. No está permitido molestarlas, hostigarlas, castigarlas ni, mucho menos, matarlas y comerlas. Y vinieron a vivir a una provincia donde, para agasajar a alguien lo invitamos a un asado, comida que Sandip y su familia jamás probarán.

 

"Sí consumimos mucho pollo, y pescado, que aquí es difícil conseguir. Y muchísimos vegetales", aclara. Y cuenta que en la verdulería del barrio no encontraba todo lo que necesitaba. Para hacerse entender, mostró algunas fotos "y el verdulero se ocupó de buscar y comprar los vegetales para nosotros. Todos nos ayudan y se preocupan de que estemos bien, por eso estamos muy contentos".

 

También les costaba hacerse comprender en sus primeras visitas al mercado. "El comerciante finalmente entendió que buscábamos arroz (rice, en inglés) pero se sorprendió mucho, porque queríamos cinco kilos". Aunque aquí suena exagerado, es la compra normal para la semana de una familia en la India, donde consumen entre 55 y 70 kilos de arroz por persona, al año.

 

Bondades argentinas.

 

En India viven 1.400 millones de personas. Eso es 30 veces la población de Argentina. Y Bombay es la segunda ciudad más poblada de aquel país. "Allí tenemos un auto, pero aquí no lo necesito. Me gusta caminar y para venir al campo de la Universidad hay frecuencias de colectivo cada hora y media, ¡y gratis!", celebra. Su pueblo, Dadar, "está rodeado de agua, como una pequeña isla. Cuando era niño y adolescente, para ir a la escuela debía tomar una embarcación, todos los días", recuerda.

 

Además, la educación es privada, en todos su niveles. Son serias dificultades que no existen en Argentina. "En India hay que pagar para estudiar. Incluso, para hacer mi investigación debía costear los materiales de mi bolsillo", aclara. Por eso Sandip valora mucho el sistema de educación pública argentino, que tantas veces nuestros compatriotas subestiman y cuestionan.

 

También los padres de Sandip fueron maestros, él de primaria y ella en un jardín de infantes. Y tiene un hermano y dos hermanas. "Es lo que más extraño: la familia. Hablo con mi madre todos los días. Al principio, ella y mis hermanas lloraban porque estamos muy lejos. Pero saben que es por un buen propósito". Y cuenta que "un día no logré conectarme y mi madre se puso muy triste. Debo llamar todos los días", reitera.

 

Los Gharat practican el hinduismo, religión predominante que profesa el 80 por ciento de la población en India. "Oramos a la diosa Ganesha. Tenemos su imagen junto a una pequeña lámpara siempre encendida, y rezamos una oración dos veces al día. Esta semana, Pallavi colgó una cortina con su imagen y una vecina, con muchísimo respeto, preguntó ¿qué es eso?, porque tenía curiosidad. A pesar de la diferencia cultural, nos tratan con mucha amabilidad. Es importante para nosotros y nos pone muy contentos. Estamos muy conformes y estaríamos felices de quedarnos diez años", concluye.

 

Sistemas granulares.

 

"Mi área de investigación es el Flujo de Materiales Granulares y este trabajo está centrado en mejorar el flujo en silos a través del orificio. Los silos son muy utilizados en diversas industrias: minerales, agricultura, productos químicos y farmacéuticos, pigmentos, plásticos, cemento, arenas y alimentación", explica Sandip. Los hallazgos de su trabajo podrían resultar "valiosos para sistemas tan dispares como suspensiones, colonias de bacterias y materiales granulares".

 

Mientras Sandip desarrolla sus tareas en el laboratorio, Luis Pugnaloni precisa que "trabaja sobre el atascamiento de materiales granulares que tienden a atascarse cuando pasan por un orificio pequeño. Calcula las probabilidades de atascamiento según el tamaño y tipo de granos, y las mezclas de diferentes tamaños. Su idea es investigar qué pasa cuando se mezclan tamaños y se someten a vibraciones, para tratar de reducir esa probabilidad de atascamiento y aportar ese conocimiento para aplicaciones industriales".

 

La Facultad de Exactas y Naturales cuenta con un Grupo de Física de Sistemas Granulares (GFSG) que realiza tareas de investigación, desarrollo e innovación en esta área. Los sistemas granulares están formados por partículas macroscópicas (granos) como áridos para construcción (piedra, arena), productos alimenticios (azúcar, sal, café), productos agrícolas (cereales, oleaginosas, frutos, semillas), productos terminados (peletes, píldoras, tornillos, tuercas) y hasta sistemas astrofísicos donde cada grano puede tener escalas planetarias.

 

En estos sistemas los granos interactúa entre ellos forma disipativa, perdiendo energía en cada contacto o colisión y generando a una variedad de fenómenos físicos, muchos aún sin explicar.

 

' '

¿Querés recibir notificaciones de alertas?