Se viene el UPD: colegios y familias están “en alerta”
Suele suceder que una costumbre o tradición que nació o es habitual en otros países, de pronto se pone de moda y en poco tiempo queda establecida como un nuevo uso que se repite cada año . Y eso sucede con el denominado Ultimo Primer Día (UPD), que traducido significa que en el primer día de clases del ciclo lectivo los y las estudiantes del último año del nivel secundario llegan al aula sin dormir luego de haber estado en una fiesta durante toda la noche.
Entre las familias, y también en los colegios, la principal preocupación se centra en el consumo excesivo de alcohol. En los últimos años se repitieron algunos incidentes y también la queja de docentes y directivos, que deben afrontar una situación complicada porque reciben a adolescentes que no están en condiciones de estar en el aula. Además, el resto de los cursos de cada establecimiento observa esos comportamientos.
“Nosotros estamos acostumbrados al UPD porque se popularizó hace cinco o seis años, y ya venimos con ‘la vuelta olímpica’, que hace desde hace 15 años, así que lo que hacemos es entregarle a cada familia una nota en la que hacemos recomendaciones específicas. De todas maneras nosotros esperamos a los chicos con un desayuno, con una aplaudida institucional, hacemos que se sientan cómodos y, sobre todo, nos aseguramos de que ingresen a la institución. Si a partir de ahí comprobamos que alguno no está en condiciones de estar en clase, ahí llamamos a la familia para que lo vengan a buscar”, explicó Adolfo Molas, director del Colegio Normal de Santa Rosa.
El UPD es un festejo organizado por los alumnos del quinto y sexto año de la escuela media y marca el inicio del último año de cursada. Por lo general, los estudiantes se juntan la noche anterior al último primer día de clases para festejar durante toda la madrugada. Luego, van al colegio en caravana, con bombos, cotillón o incluso disfraces. Con el paso de los años, el festejo se volvió cada vez más desenfrenado.
Y en ese marco, el Estado (a través del ministerio de Educación), las instituciones educativas y las familias debaten cómo abordar esta problemática. Las aguas se dividen entre quienes consideran que este tipo de festejos son inadmisibles y quienes creen que lo más seguro es elaborar alternativas no prohibitivas a las celebraciones.
“En nuestro caso estamos muy atentos a cuándo llegan y los invitamos a reflexionar, a tomar una pausa: que se sienten, que se calme un poco la exaltación que traen porque sabemos que no durmieron en toda la noche, es algo que ellos mismos nos cuentan. Hemos tenido algún caso de chicos que habían tomado mucho y tuvimos que llamar a una ambulancia. La idea es que se sientan contenidos pero siempre con el respeto de lo que se establece para estos casos”, le dijo Molas a LA ARENA.
Amputado.
Esta semana, un festejo de UPD terminó de la peor manera en la ciudad de Victoria, Entre Ríos, cuando un estudiante de 16 años encendió un mortero, le explotó en la mano y se la tuvieron que amputar.
El hecho ocurrió en la madrugada del lunes, después de las 3:20, cuando el joven se subió a una de las rejas de la Escuela Normal, de donde es alumno, y comenzó a manipular la pirotecnia. A su lado se encontraba uno de sus compañeros. Segundos después, el mortero le explotó en la mano. Todo quedó registrado en un video. El adolescente fue trasladado en un auto particular al Hospital San Martín, pero debido a la gravedad de las heridas, los médicos tuvieron que amputarle la mano.
“Esos productos son para usar sobre el piso y alejarse varios metros. Él lo tenía en la mano. Hubo que amputarle la mano izquierda”, indicó el jefe de la Departamental policial Victoria, Martín Tello, en una entrevista con 11Noticias.
Según informó Tello, los adolescentes no debían encontrarse en ese lugar ya que se había habilitado un sitio en común para que todos los estudiantes de las escuelas secundarias se reunieran a festejar. Sin embargo, algunos decidieron realizar sus propios festejos.
“Estaba previsto que el Último Primer Día se desarrollara en la zona de la costanera baja de la localidad, donde se habilitó un lugar para todos los estudiantes de las escuelas secundarias, pero todos organizaron previas en clubes y casas particulares”, detalló Tello.
Artículos relacionados