“Será un dolor perpetuo”

“Habría que expresar un mensaje más duro hacia los menores, para evitar que esa condición se convierta en licencia para matar. La defensora pidió la absolución de Carrión pero, si por un homicidio tan calificado pide la absolución, ¿qué pretenderá para delitos con menos agravantes? Argumenta que realizó una buena tutelar, se portó bien, hizo cursos, se escolarizó y pidió la absolución para contribuir con su reinserción social. Ese chico estaba en una familia sustituta, bajo tutela estatal. ¿Y dónde estaba el estado entonces? Porque si Carrión hubiera hecho todo eso antes, no hubiera matado a mi hijo. Ojalá haya un organismo que evalúe el trabajo de esta defensora”, argumentó Ramón Loza, padre de Diego, el empleado municipal asesinado en 2018.

La investigación concluyó que el crimen fue cometido por Wálter Eleuterio Rojas Pedraza y Carlos Andrés Carrión. El primero fue condenado a prisión perpetua y cumple su condena en la Colonia Penal, pero Carrión era menor y quedó bajo tutela del Juzgado de Menores hasta cumplir la mayoría, cuando ese tribunal fijaría su condena.

Llegado el momento, la defensora oficial María Gabriela Manera, solicitó su absolución, mientras la fiscalía abogó por la pena máxima. “Cuando supe que desde el organismo asesor pedían la absolución quedé con el corazón en la boca: destrozaron a mi hijo y pide una absolución. ¿Qué mensaje le envía a los niños, niñas y adolescente? ¿Hagan lo que quieran, porque después pedimos la absolución?”, se preguntó.

“Estamos firmes”.

En diálogo con Radio Noticias (FM 99.5) Ramón e Iris reconocieron que, finalmente, esta condena de Carrión “nos relajó un poco, aunque seguimos muy firmes. Hubiéramos preferido que no saliera nunca más, pero no podemos ir contra la ley. Nuestra familia fue destruida y tuvimos que hacer tratamientos para poder seguir adelante porque nuestro dolor será perpetuo. Ahora estamos firmes, unidos y convencidos de que esta persona tiene que estar en una cárcel”, afirmaron.

Los padres de Diego lamentan que Carrión “nunca reconoció el hecho porque siempre creyó que la ley no iba a alcanzarlo. Y aunque la ley lo alcanzó, no se hizo cargo y nunca pidió disculpas. A veces los hijos escapan al control de sus padres, pero tampoco la familia se nos acercó, ni llamó por teléfono, ni pidió disculpas”, aclararon.

Además, agradecieron “a la fiscala Martiní y todo su equipo, quienes hicieron un trabajo permanente desde 2018, tanto en lo profesional como en lo afectivo, con su enorme tarea de contención” y celebraron que “aunque se aplicó la ley tutelar, el juez adhirió al pedido de la fiscalía y otorgó el máximo de pena que podía”. “Y por fin, después de tanto reclamar, dejará de andar suelto este asesino por las calles” agregaron.

Tras conocerse la sentencia, Carrión fue beneficiado con prisión domiciliaria y permanecerá en su hogar con tobillera electrónica, hasta que la resolución judicial quede firme.