Viernes 12 de abril 2024

"Si hay amistad íntima, deberían excusarse", dijo el ministro Sappa

Redacción 10/08/2022 - 08.00.hs

"Está previsto en los códigos: si existe una amistad íntima, es causal de recusación o excusación", afirmó José Sappa, ministro del Superior Tribunal de Justicia (STJ), al ser consultado sobre el pedido de Cristina Fernández para apartar al fiscal federal Diego Luciani y al juez Rodrigo Giménez Uriburu de la causa que investiga un supuesto direccionamiento de la obra pública en Santa Cruz.

 

Los patrocinantes legales de la vicepresidenta, Carlos Beraldi y Ary Llernovoy, argumentaron que "impulsar una causa como fiscal para que la resuelva un juez amigo no es un comportamiento inocuo desde el punto de vista legal". El pedido de recusación se basó en la presunta amistad entre ambos, quienes además integrarían un equipo de fútbol que disputó encuentros en la quinta Los Abrojos, propiedad de Mauricio Macri. "Esta relación personal, que se mantuvo en todo momento bajo reserva, debió haber sido formalmente comunicada a las defensas", sostuvieron los abogados de Cristina.

 

La afirmación de Sappa se basa, efectivamente, en los códigos procesales civiles de La Pampa y la Nación. Entre las causales de recusación o excusación, ambos rezan textualmente: "tener el juez con alguno de los litigantes amistad que se manifieste por gran familiaridad y frecuencia de trato" (Artículo 13 del CPC pampeano y Artículo 17, inciso 9, del CPC nacional).

 

De todos modos, Sappa aclaró que "en nuestro medio suele ocurrir y de hecho hay equipos así conformados de abogados, jueces y fiscales, aunque no solamente por eso hay causal de recusación o excusación de magistrados". Según Sappa, "lo principal es observar si las conductas desplegadas por los magistrados y funcionarios, amén de ser evaluadas procesalmente, debieran ser analizadas desde la ética judicial".

 

"Solo por eso, no".

 

LA ARENA consultó también al juez federal de Santa Rosa, Juan José Baric. "Francamente, si la cuestión es solamente que juez y fiscal integran un equipo de fútbol, estaríamos todos los integrantes del Poder Judicial en condiciones de excusarnos. A Viera lo considero un amigo. La actual fiscala federal, Iara Silvestre, fue mi secretaria, con quien tenemos amigos en común y podemos sentarnos a comer o tomar un café" respondió.

 

Según Baric, "si fuera solamente por eso, es imposible la recusación, porque resulta normal, tanto aquí como en Buenos Aires, que haya relaciones extralaborales. Más allá de eso los funcionarios pueden tener también profundas desaveniencias jurídicas o intensas discusiones sobre una causa, y depués salir a comer juntos un sandwich". Y concluyó que "en este caso debería tenerse en cuenta también que fue otro el fiscal que instruyó toda la causa, la que también tuvo a otros camaristas".

 

"Desprolijo y desacertado".

 

A su turno, Andrés Gil Domínguez opinó que "los jueces y los fiscales no deberían jugar juntos en un equipo de fútbol, ni básquet, ni bochas". El constitucionalista también opinó que "desde un punto de vista institucional, resulta desprolijo y desacertado ir jugar un campeonato de fútbol a la quinta de un presidente" y aclaró que "Los Abrojos no es como el club amigo, que uno paga una cuota y puede jugar en igualdad de condiciones, sino una entidad destinada a un selecto grupo de personas", quienes terminan jugando en la quinta del presidente, "un contexto donde la división de poderes y la sanidad institucional requieren que eso no ocurra".

 

De todas maneras, aclaró que "el fútbol en Los Abrojos es solo relevante desde la óptica política" y consideró que "jurídicamente hablando, esas fotos demuestran que existe una relación de amistad. La cuestión sería demostrar que esta relación es íntima o permitió intercambios sobre la causa".

 

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