Signorini: “Es inaceptable la crueldad”
Fernando Signorini, conocido popularmente como “el profe” es un destacado profesor de Educación Física especializado en la preparación de deportistas de alto rendimiento. Fue preparador físico personal de Diego Maradona, y es recordado por haber comandado hace más de 30 años la puesta a punto del astro, para el mundial de Estados Unidos 1994 en nuestra provincia.
Desde ese momento el cariño de Signorini por La Pampa, se mantiene inalterable, y cada vez que tiene la oportunidad se da una vuelta por estos pagos, como hará el 10 de mayo en el Centro Cultural Medasur, con el conversatorio “Uno siempre vuelve a los viejos sitios donde amó la vida”.
En la previa de su visita a Santa Rosa, el profe, habló en el programa Resumiendo de Radio Noticias sobre aquellos días con Diego, pero también, -siempre comprometido con lo social- analizó el difícil momento que atraviesa el país con el gobierno de Javier Milei.
“Voy a estar el 10 de mayo en mi querida e inolvidable Santa Rosa. El lugar en el que he vivido los diez mejores días que recuerde haber pasado junto a Diego, en los más de 4.000 que tuve el privilegio de pasar con él”, dijo.
Y anticipó que quienes asistan al conversatorio del sábado 10 a las 18:30, “se van a encontrar con lo que ellos quieran encontrarse, porque yo no hago charlas magistrales. Lo mío es invitar al debate, entonces que la charla vaya por donde quiera la gente con las preguntas que se le ocurran. Y es una manera de asegurarme entonces que si la charla sale bien es mérito de todos y si sale mal es culpa de todos también”.
- Hablás de muy buenos recuerdos de tu paso junto a Diego por Santa Rosa, ¿qué es lo primero que se te viene a la mente cuando hablamos de esto?
- El enorme y emocionante esfuerzo que hizo Diego para resurgir como el ave Fénix de las cenizas, ponerse de la mejor manera que en ese momento él podía aspirar a tener, para tratar de cumplir con la promesa que le había hecho a sus hijas de jugar mundial. Era la primera vez que ellas lo iban a ver en una competencia de ese calibre.
Eso y después el final tan miserable, que fue una clara instrumentalización que Diego sufrió del poder, que lo tenía marcado ya desde hacía mucho tiempo, porque les había dado mucho fastidio, había ridiculizado a los poderosos en más de una ocasión. Eso antes o después, el poder que es perverso, no te lo perdona y él pagó de la peor manera.
- Hablabas de un Diego marcado por el poder, ¿qué paralelismo podés hacer de esa situación, con lo que pasa hoy actualmente en el deporte, donde por ahí llama la atención que los deportistas de élite no quieren expresarse sobre la realidad de su país o la situación que atraviesa el mundo en general?
- Yo creo que esto ya viene de lejos, el mismo Hegel en su dialéctica del amo y el esclavo ya nos alertaba acerca de cómo es esto. En este momento los jugadores saben que el serrucho sigue afilado y que a ellos también le pueden cortar las piernas, como dijo Diego en el ‘94 en Estados Unidos.
Los han transformado como en dóciles ovejas de un rebaño que el poder maneja, y esto es inexplicable, porque el día que los jugadores se den cuenta del poder brutal que tienen, porque si ellos no salen a la cancha los poderosos y los jeques árabes que no tendrían ninguna posibilidad de actuar en el fútbol, y de haberlo también degradado. Hoy todo el mundo está bajo sospecha, inclusive con la llegada de las apuestas en el deporte que está causando estragos y más dudas que certezas. Por eso yo estoy bastante alejado del ambiente del fútbol competitivo, porque no quiero ser una oveja del rebaño.
Entonces ya hace seis años que dije públicamente para comprometerme ante todo que yo en el fútbol argentino no trabajo, porque el fútbol argentino no me merece. Dicho sin vanidad, no me merece porque a mí me educaron en otros valores y yo no quiero formar parte de esta comparsa. Yo creo que el fútbol, como decía César Menotti, tiene que ser una maravillosa excusa para ser feliz, un argumento formidable.
- Algo que también ha estado mucho en debate, es la formación de los pibes y pibas, desde muy chiquitos, sacando el potrero, y transformándolos en pequeños robots…
- Sí, porque el fútbol que en Argentina ha sido una construcción cultural de las clases populares ha sido tergiversado. Sobre todo por los apetitos y la voracidad del gran negocio. Cuando todavía no existían esos fantásticos y ultra sofisticados aparatos que se encuentran en los gimnasios, el fútbol ya era pasión de multitudes, contaba con jugadores extraordinarios, con equipos maravillosos. Después llegó el gran negocio y hoy parece que todo pasa por la tecnología, que el conocimiento científico al que muchos temen y respetan en demasía, se ha impuesto por sobre el conocimiento empírico, que si bien es importante en cualquier disciplina, en el fútbol es fundamental.
- Más allá de lo deportivo, te quiero preguntar cómo ves a nuestro país en la actualidad, con este gobierno que tenemos desde hace un año y medio…
- Con mucha preocupación, porque entre otras cosas yo nunca me hubiera esperado lo que está pasando ahora. Con la desfinanciación de todo lo que tiene que ver con la cultura, todo lo que tiene que ver con la investigación, con la quita de subsidios a los enfermos oncológicos. Siendo un país que tiene alimentos por aire, mar y tierra, y padece casi el 12.2 de mortalidad infantil, hoy cada mil chicos han sido vivos, con el hecho de que hay una increíble cantidad de jóvenes que otra vez están llenando las embajadas de países extranjeros para emigrar, porque aquí no encuentran una razón como para permanecer.
Una cantidad de cosas que son realmente inaceptables, como esa crueldad, inclusive desde lo dialéctico, con esa manera de vivir esa violencia simbólica que un día, sin ninguna duda, se va a transformar en violencia real, con esta brutal brutalidad con que se trata a los jubilados cuando van a reclamar por sus derechos. Es un momento sumamente complejo que esperemos que termine lo más rápidamente posible.
- Cuando uno ve lo que lo que sucede en el país, las cosas que dice Milei, sale naturalmente decir qué falta nos hace Diego en este momento... ¿cómo te imaginás que estaría ante este panorama?
- Creo que cualquiera de nosotros tiene la suficiente imaginación como para saber perfectamente lo que diría, y tendría otra vez toda la razón, porque sinceramente en este país creo que como en ninguno y en el orbe se está dando ese principio capitalista en la que cada vez hay menos que tienen más y muchos más que tienen menos. Es inadmisible lo que está ocurriendo, hasta la brutalidad de que un tipo que ha cometido un acto ilícito de clara corrupción no tenga ni siquiera la dignidad y la nobleza de decir me aparto del cargo hasta que se investigue y la justicia determine si soy culpable o inocente.
No solamente eso, después de haber dicho lo que dijo contra el recientemente fallecido Papa Francisco, hay una delegación que está viajando a Roma en una clara demostración de una hipocresía que no tiene límites.
- A Diego también lo sometieron de esa manera, con acusaciones sobre todo quienes siguen a este presidente, muy crueles e injustas porque no se podía defender…
- Sí, precisamente el presidente, y esa cohorte de sumisos que están siempre dispuestos a cambio de un poquito de dinero y un poco de poder, a ser ovejas del rebaño que este pastor que los maneja. Sinceramente me da vergüenza ajena de la manera en que se expresan, pero se que la naturaleza es sabia y todo lo que comienza termina. Bueno, ellos también van a terminar, y creo que de seguir así, van a terminar de la peor manera.
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