Un árbitro fue condenado por grooming
Un tucumano de 23 años fue condenado a un año de prisión condicional por ser autor penalmente responsable del delito de Grooming. El joven fue al árbitro de un partido de fútbol Sub 14 y luego del encuentro deportivo le envió mensajes con contenido sexual a una de las adolescentes.
El acuerdo fue firmado por la fiscal Verónica Ferrero; la defensora oficial Alejandra Moyano y el imputado. El padre de la menor damnificada aceptó el juicio abreviado y la jueza de Control de la Primera Circunscripción Judicial, María Elena Grégoire, en carácter de Jueza de Control Sustituta, procedió dictar la sentencia.
La investigación fiscal preparatoria acreditó que el joven envió mensajes de Instagram el 13 de junio pasado a una adolescente de 14 años. Los mismos tenían contenido sexual, con imágenes íntimas donde solicitaba explícitamente la intención de mantener relaciones sexuales con la menor. Todo eso luego de que haya dirigido un partido de fútbol en el cual la damnificada jugó para la categoría Sub 14.
“Estos hechos fueron corroborados por las capturas de mensajes, la denuncia de fecha 14 de junio de 2025, los informes de la Unidad Funcional de Género de la Policía, los expedientes de telecomunicaciones y el informe de reincidencia del imputado”, indicó la jueza en el fallo y explicó que las acciones “se subsumen en el tipo penal de Grooming, debido a que implica el contacto por medio de comunicación electrónica con una menor de edad, con finalidad sexual”.
Pena.
El árbitro fue condenado a un año de prisión de ejecución condicional, con dos años de cumplimiento de reglas de conducta. Las mismas implican: fijar residencia y someterse al control de la Unidad de Abordaje, Orientación y Supervisión de personas en conflicto con la ley penal; abstenerse de comunicarse por cualquier medio o acercarse a menos de 200 metros de la adolescente; y participar de un tratamiento psicológico en el ámbito público o privado.
En la sentencia, la jueza justifica que en la sanción acordada “se pondera que los delitos atribuidos presentan una escala penal que habilita la aplicación de una sanción de prisión de cumplimiento condicional. La extensión de un año de prisión resulta proporcional a la gravedad de los hechos, en tanto se valoran las condiciones personales del imputado, su inserción laboral y la ausencia de antecedentes condenatorios, lo que torna adecuado privilegiar una respuesta que combine la condena con la aplicación de reglas de conducta orientadas a la prevención de nuevos hechos. Las medidas accesorias acordadas (fijación de residencia, control judicial, prohibición de acercamiento y tratamiento psicológico) contribuyen a neutralizar riesgos de reiteración y a brindar protección efectiva a la víctima”.
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