La UNLPam cuestiona la medición de la inflación
El Observatorio Universitario de Economía (FCEyJ-UNLPam) publicó un informe donde planteó una “realidad preocupante”: los datos del Indec respecto a la inflación “no reflejan con precisión el verdadero costo de vida en Argentina”. De esta manera, advirtió que “la forma en la que se calcula la canasta básica total y la inflación necesita ser actualizada con urgencia para reflejar el brutal cambio de precios relativos en la economía argentina durante el último año”.
En el documento al que tuvo acceso LA ARENA, los autores Sebastián Lastiri, Micaela Basi y Ernesto Rodríguez Carámbula explicaron que “La metodología actual del Índice de Precios al Consumidor (IPC) publicada mensualmente por Indec es un promedio ponderado que refleja las variaciones intermensuales e interanuales de precios de una canasta fija de bienes según los ponderadores de gasto de hogares por finalidad de gasto y región resultantes de la Encuesta Nacional de Gasto de los Hogares (ENGho) 2004/05”. En un contexto macroeconómico de “cambio de precios relativos en las tarifas de servicios asociados a la vivienda, como energía eléctrica, gas natural, entre otros, acontecidos en los últimos meses, los ponderadores vigentes en la metodología actual del IPC no reflejan la real estructura de gastos de los hogares argentinos”.
Esto, consideraron, “no sólo resulta en una subestimación de los niveles de inflación de la economía, sino que también las ponderaciones de gastos de los hogares no reflejan los gastos reales que estos ejecutan en la vida real para el mantenimiento de una vivienda -sin contar el monto del alquiler-, uso de transporte, entre otros; subestimando la variación de precios de cada categoría de bienes y servicios en la metodología actual de este indicador de precios”.
Análisis de la Canasta Básica.
En el informe, precisaron que según la metodología actual, “durante diciembre de 2024, un hogar con cuatro integrantes necesitó ingresos de $1.024.435 para no caer bajo la línea de pobreza, sin contemplar el valor del alquiler de la vivienda”. A su vez, el Indec consideró que “$ 67.817 son suficientes para cubrir gastos asociados a la vivienda, como servicio de energía eléctrica, gas natural, entre otros, es decir, el 6,6% de sus ingresos”.
“Dado que en la actualidad la metodología tanto de IPC como de canastas utilizan como fuente los ponderadores de la ENGho 2004/05 para una población de referencia, los gastos de los hogares en esta metodología carecen de representatividad real”, cuestionaron. En ese sentido, sostuvieron que “no reflejan el gasto real de los hogares en la coyuntura macroeconómica actual, como consecuencia de que la metodología actual está basada en precios y hábitos de consumo del año 2004, los cuales no se condicen con el patrón de consumo de los hogares en la economía actual”.
A esto se le suma “el cambio de precios relativos como consecuencia del cambio de políticas regulatorias en la economía argentina durante el último año fueron profundos y significativos”, lo que derivó en que los ponderadores utilizados “no representen el gasto real de los hogares, requiriendo una reforma estructural en la participación de los ponderadores vigentes”.
Para analizar el problema metodológico de la medición de la inflación, estimaron “la inflación interanual de diciembre de 2024 con los ponderadores de la Encuesta Nacional de Gasto de los Hogares del año 2017/18 para localidades de 2.000 o más habitantes, tomando como periodo base diciembre de 2023”.
Como resultado, “la inflación interanual estimada para el mes de diciembre de 2024 resultó en 136,6% interanual (i.a), en contraste a la inflación interanual para el mismo periodo de 117,8% i.a resultante de la metodología actual”. Si bien reconocieron que “la inflación acumulada interanual durante el año 2024 se redujo de 211,4% i.a en diciembre de 2023 a 117,8% i.a para el mismo mes del año 2024”, señalaron que “la subestimación de los niveles de inflación ante un brutal cambio de precios relativos de la economía argentina impactan negativamente en variables macroeconómicas como salarios, tipo de cambio real y canasta básica total, con implicancias directas en los niveles de pobreza de nuestro país y provincia”.
Un 50 % más cara.
Los autores estimaron “la canasta básica total utilizando los ponderadores de la Encuesta Nacional de Gasto de los Hogares (ENGho) 2017/18 a nivel nacional para el segundo quintil de ingresos -más representativo respecto a la población de referencia de la metodología vigente de estimación de canastas de INDEC-, excluyendo el valor del alquiler. Consecuentemente, se procedió a restar de los ponderadores de Vivienda de la Encuesta Nacional de Gasto de los Hogares 2004/05 y 2017/18 la incidencia del valor del alquiler y luego ajustar la diferencia sobre el total de ponderadores a modo de que sume 100, con el objetivo de estimar la nueva canasta”.
De esta manera, con este cambio, revelaron que “la canasta básica total estimada resultó en $1.545.590,4, representando un aumento del 50,8% respecto a la canasta oficial para diciembre de 2024. Con esta metodología alternativa, un hogar de 4 integrantes destinaría $158.732,1 del total de la canasta para cubrir gastos en servicios asociados a la vivienda, como energía eléctrica, gas natural, agua, entre otros, lo que significa un 134,0% más respecto a la metodología vigente”.
Por otro lado, indicaron que “al analizar el cambio estructural en la composición de los ponderadores de la Encuesta Nacional de Gasto de los Hogares (ENGho) de los años 2004/05 y 2017/18, se observa que el rubro de alimentos y bebidas cayó un 24,2% en la estructura de gastos de los hogares de un periodo a otro. Ello fue compensado por un aumento del 33,3% en el rubro de vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles -excluido el valor del alquiler-, además de transporte y comunicaciones que pasaron de representar el 13% en conjunto, al 13,3% y 5,6% respectivamente”
Subestimación.
A modo de conclusión, señalaron que “la mutación del contexto macroeconómico durante el último año ha llevado a que la estructura ponderadores de la metodología actual del índice de precios al consumidor no represente el gasto ejecutado de forma efectiva de los hogares en vivienda, como servicios de energía eléctrica, gas natural, entre otros”.
“La vigencia de la estructura de ponderadores de la ENGho 2004/05 en la metodología actual de estimación del IPC no refleja el cambio de precios relativos en los gastos de los hogares asociados a estos bienes y servicios. La subestimación resultante de los niveles de inflación de la economía impactan directamente sobre otras variables macroeconómicas y socioeconómicas, con implicancias directas en la subestimación de la línea de pobreza de nuestro país y provincia”, completaron.
El informe elaborado por el Observatorio Universitario de Economía (FCEyJ-UNLPam) también advierte sobre el impacto que tiene en los salarios la utilización de ponderadores obsoletos. Con la nueva metodología, el poder adquisitivo cayó 9,8 % en términos reales.
Los autores plantearon que “la subestimación de los niveles de inflación resultan en una pérdida aún mayor del poder adquisitivo de los salarios. Según la metodología actual de estimación de la inflación, los salarios durante el periodo noviembre 2023-diciembre 2024 cayeron un 2,2% respecto a los niveles de inflación”.
En cambio, para la inflación acumulada bajo la nueva metodología durante el mismo periodo “el total de los salarios se redujo en términos reales un 9,8%. La subestimación de los niveles de inflación de la economía impactan negativa y directamente sobre los niveles de ingresos de la economía argentina, subestimando también los resultados sobre los niveles de pobreza de nuestra economía”.
Consecuencias en la macro.
Por otro lado, sostuvieron que “en términos de competitividad y comercio exterior, el problema metodológico de estimación de los niveles de inflación implica una depreciación aún mayor del peso argentino respecto al dólar estadounidense, aumentando la inflación en dólares de insumos claves para el desarrollo de la actividad económica. Según los datos resultantes de la metodología de estimación de la inflación vigente, el tipo de cambio real aumentó un 72,6% promedio a diciembre de 2024, tomando como base diciembre de 2023”.
Sin embargo, “al estimar el comportamiento de esta variable con una inflación interanual acumulada de 136,6% a diciembre de 2024 bajo la nueva metodología, la inflación en dólares significó un 87,4% para el mismo periodo, 14,8 p.p por encima respecto a los valores de la metodología vigente. Ello no sólo implica una pérdida de competitividad de la producción nacional respecto a la producción de otros países, sino también el encarecimiento del precio en dólares de insumos importados esenciales para el desarrollo de la producción nacional, con impacto directo en los niveles de empleo y consumo de la economía”.
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