Un pampeano cumplió su sueño de bailar en el Carnaval de Río

Héctor Eduardo Olguín es un policía retirado de nuestra ciudad, que a los 59 años cumplió el sueño de su vida, bailar en el "Sambódromo da Marquês de Sapucaí" del barrio "Cidade Nova" de Río de Janeiro. "Bailé en el carnaval de Río, o mais grande du mundo, todavía no lo puedo creer. Cumplí el sueño de mi vida, bailar en el sambódromo es lo más grande del mundo, había miles y miles de personas", le dijo Héctor a LA ARENA.

 

El lunes por la noche, el santarroseño se sumó a Paraíso do Tuiuti, una de las escuelas de samba de Río de Janeiro, para recorrer junto a sus integrantes los 550 metros del sambódromo que tiene capacidad para 75.000 personas. "Quizás las últimas tribunas no estaban completas del todo, pero la gran mayoría sí. Yo no sé calcular la cantidad, pero eran muchísimas personas las que estaban presentes", dijo.

 

"Yo el año pasado estuve en Río, y conocí a un taxista, Andersson, que es parte de la organización del carnaval. Él fue quien me llevó el año pasado a conocer el carnaval, que en febrero no se hizo en el sambódromo, fue en otro lugar, porque el año pasado la celebración oficial se hizo en Semana Santa", relató.

 

Y agregó que "ahí cuando fuimos, me presentó a la gente de la escuela de samba. Ellos me vieron que yo bailé todo tiempo atrás de las comparsas como si supiera, porque la realidad es que nunca en mi vida lo había hecho, y me dijeron que este año tenía que volver, que ellos me iban a permitir ser parte de una comparsa, y el lunes a la noche llegó mi momento. Todavía no lo puedo creer", dijo aún extasiado por el momento vivido.

 

"Solo de seguridad".

 

Si bien bailar en el sambódromo era un sueño de toda su vida, Héctor nunca había participado en una comparsa. "Había trabajado en los corsos solamente como seguridad, nunca había estado bailando o participando. Vestirme como ahora, con una ropa impresionante como ésta, que me la voy a llevar a Argentina, porque la pagué para quedármela, fue algo único. No sé cómo explicarlo, pero realmente era el gran sueño de mi vida", explicó.

 

"Entrar en esa pista, después de esperar varios minutos de bombas de estruendo y fuegos artificiales, me hicieron sentir que el corazón se me iba a salir del pecho. No sé cómo explicarlo, porque son sensaciones únicas. Salir a la pista toda iluminada, con miles de personas en las tribunas que gritan, saltan, bailan, es hermoso. Una sensación única a irrepetible creo", aseguró el hombre, que está en Río de Janeiro desde el 14 de febrero, y se quedará disfrutando allí hasta el 14 de marzo.

 

Asimismo, señaló que "el próximo fin de semana se premiará a las carrozas ganadoras del carnaval, y ahí estaré viendo esa hermosa celebración".

 

La escuela de samba.

 

Paraíso do Tuiuti, la escuela de samba a la que se sumó Héctor, es una de las tradicionales de Río de Janeiro, con origen en el barrio de São Cristovão , en la zona central de la ciudad. Paraíso do Tuiuti se consagró varias veces campeona del carnaval en las categorías de ascenso, aunque en el grupo especial, su mayor logro lo obtuvo en 2018, cuando fue subcampeona.