Una lectora (casi) centenaria

Adelina Téves es suscriptora de LA ARENA desde 1989, el año en el que falleció su marido. Antes, la suscripción del diario estaba a nombre de Luciano Enrique Villarreal, pero siempre en la misma dirección de la calle Oliver, en el centro santarroseño. “Debemos llevar como 50 años en total de suscriptores, siempre recibiéndolo en el buzón del garaje”, recuerda. 
Como un ritual casi inalterable, Adelina desayuna cada mañana leyendo LA ARENA. “Y lo leo todas las mañana hasta las 11, porque no me olvido nunca de escuchar en la radio a (Leonardo) Santesteban. Nunca me lo quiero perder. Me lo traen las chicas a la mañana del garaje, para poder leerlo mientras desayuno”, dice. 
Y asegura que dentro de las secciones del diario, lo que más le gusta es la política. “Leo todo, pero si te digo la verdad, leo más la parte de política. La actualidad de La Pampa”, contó Etelvina y agregó que “después de leerlos los llevo, o les digo a mis hijas que los lleven al garaje. Ahí estoy juntándolos”.

Un siglo.
Adelina está a punto de cumplir 100 años Este sábado 23 soplará esa gran cantidad de velas y la mitad de su vida recibió cada mañana LA ARENA en su casa. 
Desde hace 75 años Adelina vive en el mismo barrio, vivió todos los cambios del lugar, y recuerda a muchos vecinos que ya no están. Hoy requiere la ayuda de sus hijas Mónica, Lidia y Mirta (su hijo Roberto falleció) en las tareas diarias de la vida, pero su lucidez y memoria son admirables.
“Luis Alberto Téves era el canillita que me traía el diario cada mañana. A las 8:10 más o menos, llegaba con el diario, y yo lo esperaba todos los días con un mate. Le daba el mate calentito. Ricardo Gijena, el cobrador de la suscripción, también es pariente mío. La abuela de él era mi tía”, recuerda Adelina, que si algún día no recibe el diario, no duda en reclamar. “Si no me llega, se reclama. Y si no le pido a las chicas que lo vayan a buscar sí o sí hasta el kiosco. Pero yo lo tengo que leer”, dice con una sonrisa.
Al cumplir sus primeros 100 años, este sábado, Adelina celebrará junto a su familia. Pero el día no será completo, si como lo hace cada mañana, no empieza leyendo LA ARENA.