Sabado 10 de mayo 2025

Uno de los decanos de nuestro periodismo

Redacción 16/10/2022 - 00.10.hs

Es autor de una frase que quedó para siempre: "General Acha, ciudad de la amistad". Lleva casi 60 años en el camino del periodismo: empezó en las antiguas propaladoras y siguió su destino en la radio.

 

MARIO VEGA

 

Muchas veces me he preguntado qué nos lleva a hombres y mujeres que arrancamos con esta profesión de comunicar -en sus diversas formas-, qué es lo que nos atrapó para empezar un día y nunca más poder dejarla.

 

He preguntado entre los más novatos de esta redacción -la de LA ARENA- y una joven cronista me dijo que ella tuvo siempre facilidad para relacionarse, para entablar conexiones rápidamente con la gente y que por ahí debía buscarse su afinidad. Otro muchacho explicó que lo suyo tiene mucho que ver también con eso, conque le gusta la charla, la comunicación con los demás, amén de que tuvo influencias familiares que naturalmente lo inclinaron para este lado.

 

Entiendo que periodista, articulista, cronista, locutor, relator, comentarista resultarían trabajos afines, o que más o menos tienen que ver con lo mismo. Con esa idea de comunicar...

 

Ida y vuelta.

 

También me parece que el azar, las eventualidades, las contingencias de la vida a veces nos colocan a las personas frente a un camino que, tal vez, luego decidimos seguir. Y podría ser el caso de la enorme mayoría de quienes transitamos las redacciones de los diarios, o los estudios de un canal de televisión o de una radio.

 

Porque obviamente tiene sus atractivos, y es uno de esos lugares desde los que alguien puede pensar que podría tener cierta o alguna influencia sobre el resto de la sociedad. Y tal vez algo de cierto es que lo que alguien dice -o escribe- puede merecer alguna consideración, a favor o en contra, por parte de quien recepcione el mensaje. Y se torna entonces en un ida y vuelta atrapante.

 

Entre comunicadores.

 

En tantos años de ejercer esta profesión -hermosa y apasionante por cierto- pude conocer a muchos de los que trabajaron en ella. Periodistas de diarios, informativistas de televisión y radio, locutores, presentadores... a casi todos, y todas.

 

Y voy a decir algo, a modo de confesión si se quiere. Entre algunos hubo siempre una relación de amistad, o de un lindo compañerismo, sobre todo si se desempeñaban en el mismo medio. Pero también es verdad que alguna vez se han producido resquemores; por ganar una primicia o la mejor información, o simplemente por un dejo de envidia porque una persona ocupaba un lugar que a otra le interesaba, en definitiva como pasa en todos los ámbitos.

 

Todo cambia.

 

No obstante cabe admitir que cuando éramos muchos menos -porque menos eran los medios periodísticos- había buena relación cuando nos encontrábamos con colegas cubriendo circunstancialmente alguna información. Ya fuera una conferencia de prensa, alguna actividad deportiva, o lo que fuere.

 

Pero como todo va mutando también en ese aspecto se produjeron cambios. Se produjo el advenimiento de nuevas generaciones de periodistas, aparecieron más medios -bienvenidos que fueron- y aquel clima de camaradería de antaño sufrió cierto resquebrajamiento. Me parece -a lo mejor me equivoco- que los que se fueron sumando no tienen o no tuvieron como referencia a los que hace años se dedican a la profesión (y la pregunta es si debiera haber sido así. Tal vez no...).

 

Voces emblemáticas.

 

Entre tanta muchachada nueva en la profesión -que demuestra su talento y su capacidad-, todavía persisten algunos de quienes por décadas se movieron en las redacciones de los diarios, o en los estudios de alguna radio importante, e incluso en los canales de la televisión. Son testigos de otra época, tiempos en que primaba la bohemia y cierto aire de romanticismo para ejercer el periodismo.

 

Por allí andan haciendo lo suyo Juan Carlos Carassay, Eduardo Goncálvez, y también Hugo Roberto Sabarots (78), que son de la vieja guardia y siguen firmes en la brecha. Coincidentemente tres referentes que fueron icónicos voces de LU33 Emisora Pampeana.

 

Apasionados laburantes.

 

No obstante estoy convencido -jugaría plata que es así- no los deben reconocer cuando caminan por las calles... es más, apostaría a que no saben que en el caso de Sabarots lleva seis décadas transitando los caminos del periodismo. Hugo es uno de esos apasionados laburantes de los medios -sumamente conocido, eso sí, por otras generaciones- que continúa haciendo lo que más le gusta. "Es que es verdad, la radio ha sido la gran pasión de mi vida...", dice en un breve cruce que tuvimos en la vereda de LA ARENA, y donde quedamos en conversar luego para concretar una nota en la que cuente su vida. "En tantos años nunca me hicieron una nota", expresó algo sorprendido.

 

Hombre de General Acha.

 

Hugo es nacido en General Acha y tiene allí un apellido sumamente reconocido, al punto que Abel Sabarots, uno de sus sobrinos es el actual intendente; y sus padres y hermanos vivieron siempre en la zona. "Papá se llamaba Pedro Bautista; mamá Sara Larrañaga; y tuve tres hermanos: Omar Pedro y Carlos Oscar ya fallecidos; y Abel que vive en Acha", precisa.

 

Está casado -ya cumplieron las bodas de oro- con Alicia Norma Vitale, y tienen tres hijos: Hugo Roberto, Mónica Alicia y Gustavo Javier, que les dieron los nietos, Ayuum (hijo del mayor y de Verónica), y Faustina y Mael (de Gustavo y Flavia).

 

Le gusta recordar, y narra que si bien su infancia transcurrió en General Acha, hubo años en que la familia vivió "en los campamentos de las empresas Solari Bacigaluppi y Sacoar. En esa empresa trabajó papá mientras hacían la ruta pavimentada entre Santa Rosa y El Carancho; y un año también estuvimos en Ataliva Roca por ese motivo. En tanto mamá se encargaba de nosotros, los hijos", apunta.

 

El ejemplo de su padre.

 

Iba a ser allá por 1950 que la familia se radicó definitivamente en Acha. "Mi padre ingresó en la usina eléctrica municipal que luego se convirtió en la Cooperativa, donde fue maquinista hasta su jubilación". Hugo -nos debe pasar a muchos- tiene admiración por su padre: "Su trajinar en la vida lo ocupó en diversos oficios: fue empleado de campo, lechero y hasta hachador. Y fue un ejemplo de lucha y laboriosidad", lo evoca.

 

Sus hermanos tuvieron transportes generales y de hacienda; y luego se harían muy conocidos porque tuvieron la empresa de colectivos El Zorzal, que muchos años viajó a Santa Rosa y también a Capital Federal. "Yo era chico cuando ellos empezaron, así que no tuve que ver con eso", aclara Hugo.

 

La infancia y los amigos.

 

Rememora una infancia "muy feliz. En casa no sobraba nada pero nunca falto un plato de comida; y mis padres nos apoyaron cada vez que uno de nosotros acometió un proyecto, incluso acompañando económicamente, y nunca podremos dejar de estar agradecidos".

 

Hizo la primaria en la escuela n° 11 "Lucio V. Mansilla", y dice recordar "perfectamente a la primera maestra, Rosita Giordano, un ser humano extraordinario. Fue en el barrio Oeste donde tuve mis mejores amigos, todos de familias humildes pero buena gente. Así que fueron tiempos de juegos con personas entrañables como Cacho Zabala, Beto Otero, los Cammarata que fueron una segunda casa para mí; Omar y Héctor Cornejo, los hermanos Olmos y muchos más".

 

Siempre activo.

 

Hasta su adolescencia fueron momentos de jugar a la pelota de trapo y seguir muy de cerca las crónicas deportivas. "Nunca fui protagonista por mis condiciones, pero me prendía en todas las actividades que organizábamos. Lo mío era pasión para leer e informarme, no sólo del deporte sino de lo que pasaba en mi provincia, el país y el mundo". Y seguro ahí debe haber estado el germen del periodista que después sería.

 

Y sigue Hugo: "Hubo un tiempo en que estuve encargado de la Biblioteca Ameghino, a instancias de quien era su presidente, Tito Ruggeri; y ahí iba a nacer después el Centro Ajedrecístico José Raúl Capablanca, con el que representamos a General Acha en distintos torneos".

 

Confiesa que "desde que tengo uso de razón soy hincha de Rácing Club de Avellaneda, y por supuesto mi divisa en La Pampa siempre fue la de Unión Deportiva Campos. Y sí... amo los colores celeste y blanco, que son los de mi bandera".

 

La propaladora.

 

En 1961 llegó a General Acha Francisco Pedro Alcántara, Pancho, quien instaló la propaladora Ranquel. "Ahí tuve la oportunidad de hacer locución junto a Amílcar Arrese y Roberto Galárraga; y aunque fue por poco tiempo significó de gran aprendizaje", rememora.

 

En diciembre de 1961 con el apoyo de sus padres pudo comprar la propaladora que era de Oscar Paoletti, e inició una actividad muy intensa. "Llegué a instalar 15 parlantes diseminados en la ciudad, le di un perfil informativo y desde allí organizamos con el apoyo de grandes amigos múltiples actividades artísticas y deportivas. En ese tiempo participé en distintas instituciones, ya en la comisión o colaborando, y pasé por el Club Campos y la Cooperativa", enumera.

 

Una persona popular.

 

Era entonces un personaje popular de General Acha, y se desempeñó muchas veces como presentador de actos y espectáculos de toda índole. "Sí, me tocó ser secretario de prensa en la segunda Fiesta de la Lana, y ahí nació la frase 'General Acha, ciudad de la amistad', impreso en la tapa de la revista que editaba la comisión organizadora".

 

Fueron épocas gloriosas, en que la propaladora "era caja de resonancia de lo que ocurría en mi pueblo. También empecé a incursionar en el periodismo escrito, primero como corresponsal del diario La Capital y luego en La Arena por muchos años. Después colaboré con Primera Hora de General Pico y con La Nueva Provincia de Bahía Blanca, a la que representé más tarde en Santa Rosa durante 20 años", precisa.

 

Cuando Hugo se radicó en Santa Rosa, se produjo el advenimiento en la corresponsalía de General Acha de Yoyi López. "Fue un gran amigo, y alguien que aportó su impronta muy personal por muchos años", reconoce.

 

La vinculación con LU33.

 

En 1970 inició sus transmisiones LU33 Emisora Pampeana. "Enseguida empecé a colaborar desde Acha, enviando información, pero sin esperar lo que vendría después".

 

Y cuenta: "Para mi sorpresa a fines de diciembre recibí una llamada: era Lito Costa, primer jefe de Informativo de LU33 que me ofrecía incorporarme al Departamento de Noticias. Fue un shock, porque significaba un cambio definitivo de mi vida: lo consulte con mi familia; con Alicia con quien estaba de novio y nos estábamos construyendo la casa... Tenía que dejar General Acha, pero todos me alentaron y me decidí... al principio viajaba todos los días, porque me facilitaron el cumplimiento con un horario que iba de 9 a 15 horas. Y bueno, pasó que me enamoré de la radio... Sí era lo que siempre había soñado".

 

Pocos meses después se casaron con Alicia y se radicaron en Santa Rosa. "Atrás quedaron años de vivencias imborrables", le tiembla un poco la voz al recordar.

 

LU33, un mundo nuevo.

 

Emisora Pampeana, LU33, fue por años la estrella de los medios en la provincia. "Era la gran novedad, y lugar al que íbamos nos recibían con un cariño inmenso. Fue una época única, había un equipo de muy buenos locutores, periodistas, operadores, técnicos y administrativos. Yo figuraba en el staff como redactor-locutor".

 

Hugo admite que no pasó por el ISER, pero hay que decir que tuvo la particularidad de contar con una voz privilegiada, que disimulaba esa formación que no tuvo y pareció no necesitar.

 

Director con 27 años.

 

En 1973 hubo elecciones y ganó el peronismo. "Grande fue mi sorpresa cuando con 27 años me ofrecieron desde el gobierno de José Regazzoli ser interventor. Asumí poniendo todo mi empeño; y con aciertos y errores acompañé hasta el golpe del '76; y ahí me tocó volver al Informativo. Eso hasta que en 1989 otra vez me convocaron ahora para ser Director de LU33, con Néstor Ahuad como gobernador", precisa.

 

Director hasta que llegó Menem.

 

Fue hasta la llegada del menemismo, que en esa cruzada privatizadora que emprendió dejó la radio en manos de la familia Legnani. "Estuve al frente de la radio en gobiernos democráticos, pero me tocó entregarla a los que resultaron adjudicatarios cuando la privatizaron, y a partir de eso nada fue igual. Siempre consideré un gran error las privatizaciones a mansalva del gobierno de Menen; y quedó demostrado porque 10 años después los empleados de LU33 debieron integrar una cooperativa para poder continuar", razona.

 

Una vida plena.

 

Hugo Roberto Sabarots está hoy jubilado, pero aún mantiene un programa informativo semanal en la radio; lo hace también en FM Libre (98.7) de Santa Rosa, a través de eventos especiales. Aquí mismo llevó adelante un espacio que duró 9 años, después que finalizó su tarea regular en LU33.

 

Aunque sigue haciendo cosas, dice que piensa seguir: "Mientras Dios me dé fuerza y salud, y siempre con mi familia como sostén; porque Alicia me acompañó en las buenas y en las malas, que también estuvieron allá por el 2001 cuando teníamos un comercio que debimos cerrar ante la crisis...", dice ya sin tristeza.

 

Un profesional.

 

"Haciendo el balance no me puedo quejar de nada: tuve una vida plena, y los sueños que tengo tienen que ver obviamente por los que vienen... por ver bien a mis hijos, a mis nietos... a mi gente querida", resume.

 

Hugo Roberto Sabarots. Ha recorrido un larguísimo camino, con perfil bajo, sin altisonancias... ha sido una persona de bien y un profesional intachable, y debe ser valorado como el decano del periodismo que es. Así merece ser reconocido. Sin dudas.

 

"Un fuerte apoyo".

 

En tantos años de transitar los medios periodísticos, Hugo tiene muchas cosas para contar. Dice que en lo político siguió "la pasión peronista" de su padre. "Hoy veo con preocupación lo que ocurre en el país, con una división muy nociva", razona.

 

Sonríe al señalar que su sobrino Abel Sabarots, el intendente de General Acha, "hijo de mi hermano Abel, nos salió radical. Si bien estamos en veredas diferentes deseo que tenga una buena gestión; y lo cierto es que Acha está recibiendo un fuerte apoyo de los gobiernos nacional y provincial, más allá de que son conducciones de distinto signo político", se alegró.

 

Y sigue: "Agradezco haber nacido en General Acha; pero también a Santa Rosa le debo un reconocimiento grande, porque aquí nacieron dos de mis tres hijos".

 

Volviendo al tema de LU33 rememora que le tocó "andar bastante: integré sus equipos deportivos, haciendo transmisiones como locutor comercial desde distintos lugares del país con fútbol, boxeo y automovilismo. Además me tocó participar en ferias internacionales como la Feria Internacional en Santiago de Chile; y la Fericruz en Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia, esa vez acompañando a expositores pampeanos... pero además cubrí cumbres de gobernadores en distintos puntos del país; y a mi provincia tengo la suerte de haberla recorrido de punta a punta", resume.

 

La radio que no fue.

 

En un momento de la charla Hugo menciona que alguna vez, cuando comenzó el auge de las FM pensó en ser adjudicatario de una licencia. "Pero la verdad es que me quedé con las ganas... mientras muchos ponían sus emisoras sin papeles yo fui demasiado legalista. Después aquellos que se animaron al tiempo fueron autorizados", se reprocha.

 

Se ríe al recordar un momento en que los entrevistados "lo bailaron". Nos debe haber pasado a muchos, y él no se salvó: "Cuando artistas y otras figuras venían a La Pampa iban a la radio y hacíamos notas, y en dos oportunidades la pasé mal. Una con Facundo Cabral... yo le preguntaba y él me respondía jocoso. Cuando yo quería acomodarme a su estado de ánimo se ponía serio y me descolocaba. Y lo mismo con Pablo Palitos; y la pasé mal de verdad... Ellos tenían mucha cancha y yo era nuevito", se justifica.

 

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