Lunes 12 de mayo 2025

Voraz incendio en un depósito

Redacción 02/05/2025 - 00.27.hs

Un voraz incendio convocó ayer por la tarde de urgencia al cuerpo de bomberos de nuestra ciudad, cuyos efectivos acudieron en dos autobombas para sofocarlo. Ocurrió cerca de las 18,40, en un galpón que funciona como depósito de alimentos no perecederos, sobre la calle Máximo Viniegras, entre Torres y Fernández, en inmediaciones de la Rotonda del Avión.

 

El fuego consumió una enorme estiba de “pallets”, de unos cuatro metros de altura, almacenados en el exterior del galpón. Apenas llegó al lugar, la dotación se dedicó a mojar y enfriar los galpones más cercanos, para evitar que las llamas se propagara hacia su interior. La acumulación de 500 pallets de madera resultó un combustible formidable y el fuego alcanzó rápidamente una enorme magnitud, con llamas que se elevaron a gran altura y atrajeron a una multitud de curiosos. Mientras trabajaban para apagarlo, los bomberos estimaban que su origen sería “probablemente una travesura de algún niño o adolescente”.

 

Poco después, al analizar imágenes grabadas por cámaras de seguridad, los investigadores de la Seccional Segunda confirmaron que el incendio fue intencional y lograron identificar como autor a un adolescente de 14 años. “Este chico sería residente de un dispositivo de contención del barrio Aeropuerto y en los videos se observa claramente cuando ejecuta la maniobra: había algunas cajas al costado de los pallets a las cuales prendió fuego con un encendedor”, añadieron.

 

Bautismo para Cristina.

 

El esfuerzo de los bomberos fue arduo. Debieron recargar agua y les demandó unas dos horas completar las tareas de control, apagado y remoción del incendio. Entre los miembros de la dotación se encontraba Cristina Suárez, la primera mujer que llegó a ocupar un lugar en el área operativa y la segunda que integra esta unidad especializada.

 

Cristina exhibió su vocación hace cinco años, cuando se dictó el primer curso básico de bomberos en la Policía. Su tenaz dedicación y un riguroso entrenamiento le permitieron hacerse un lugar en el equipo que ataca el fuego, pero no fue hasta ayer que formó parte de una cuadrilla destinada a sofocar un incendio. “Este es el bautismo de fuego para nuestra compañera” expresaron los demás bomberos, dejando claro que, además de observar un acto de servicio, los presentes asistirían a un momento singular.

 

Tan cansada como feliz, la sargento confirmó que era su “primer incendio”. Y recordó que las mujeres ahora pueden capacitarse y explorar esta vocación. “Si les interesa, que se anoten en el curso básico de bomberos. Es una experiencia única y la satisfacción que sentimos por ayudar a la comunidad es incomparable”, había dicho recientemente, durante una entrevista difundida por el Día de la Mujer.

 

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