Lunes 14 de julio 2025

Vuelven a mencionar a La Pampa como destino de la trata de personas en el caso de Marita Verón

Redacción 26/06/2012 - 18.41.hs

"No escuché el nombre de Marita en el tiempo que estuve ahí, pero sí escuché que habían matado a una chica y la enterraron abajo del escenario", afirmó Miriam Z. en una nueva jornada del juicio por el secuestro y desaparición de la joven tucumana.

 

La testigo, oriunda de la localidad bonaerense de San Miguel, dijo que en 2003 aceptó viajar con una amiga, de nombre Andrea, para trabajar a La Pampa como mesera, ya que tenía un hijo internado con neumonía en el hospital de Devoto y necesitaba dinero para atenderlo y comprarle un nebulizador.

 

"Me obligaron a tener sexo. Yo no quería, pero no me pude escapar. Estábamos en una pequeña habitación, sin ventanas. Teníamos que hacer pases (prostituirse con clientes) y copas (hacerlos pagar consumición)", recordó en medio del llanto, e identificó a una mujer llamada Clara Villar como la responsable del encierro.

 

Al poco tiempo, dijo la testigo, ayudada por una joven llamada Laura lograron huir a La Rioja, donde afirmó que les sacaron los documentos y las alojaron en el burdel Candy, que regenteaba Lidia Medina, acusada en la causa de María de los Angeles Verón.

 

"Medina nos dijo que le había dado plata a Laura por nosotras y que se la teníamos que devolver. Nos amenazaba y no podíamos irnos. Nunca me dieron plata cuando estuve allí ni volví a ver a Andrea. No podíamos hablar con nadie y una vez Medina me pegó un cachetazo porque le contesté", afirmó.

 

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