Violencia de género: un año de prisión efectiva
Por un caso de violencia de género, ocurrido en Eduardo Castex, Miguel Angel Martínez fue condenado a un año de prisión de efectivo cumplimiento, al ser hallado culpable de los delitos de amenazas simples y agravadas y desobediencia en perjuicio de su ex pareja, Olga Beatriz Díaz.
La resolución fue dictada por el juez de control, Néstor Ralli, en un juicio abreviado, luego de que la fiscal Alejandra Ongaro y el defensor oficial Pablo De Biasi acordaran la pena a cambio de que el imputado admitiera su responsabilidad en los hechos.
¿Qué hizo el plomero Martínez, de 42 años y domiciliado en Castex? En la medianoche del 9 de diciembre pasado, persiguió a Díaz -que estaba junto a una amiga e iba a tomar un helado-, la amenazó de muerte y le exhibió "un palo similar" al que usan los camioneros para golpear los neumáticos.
Luego, a las siete de la mañana, le cruzó una camioneta Fiorino cuando la víctima iba en moto junto a otra amiga. En esas circunstancias, el condenado le dijo: "Vos llamá a la policía que voy a ir preso, pero cuando salga te voy a matar". Todo ello ocurrió cuando Martínez tenía prohibido acercarse a Díaz, ya que un tribunal le había impuesto el 14 de febrero de 2012 una medida de restricción. Esa amiga fue, finalmente, quien llamó a la policía -mientras la pareja continuaba discutiendo- y luego ratificó lo expresado por la víctima
Anteriormente, el 7 de marzo de 2012, Díaz ya había denunciado al imputado porque había recibido 238 llamadas telefónicas intimidatorias, en las que Martínez decía, entre otras frases, "si me llegas a denunciar, te paso la camioneta por arriba" y "si te veo con otro te cago un tiro" (sic). Una de las pruebas incorporadas en el expediente fue una serie de fotografías del celular de Díaz con el registro de comunicaciones.
En definitiva, Ralli, atento a que el juez no puede dictar en estos casos una sanción superior a la convenida por la fiscalía, condenó a Martínez a una pena única de un año de prisión de efectivo cumplimiento, al sumarle otra condena a seis meses que había recibido el 23 de noviembre de 2011.
El juez le imputó los delitos de amenazas agravadas, amenazas simples y desobediencia en una de las causas, y amenazas simples en forma reiterada y desobediencia, en la otra. Desde la propia policía castense se informó, en enero, que los casos de violencia de género han venido creciendo en la localidad desde febrero de 2011 hasta hoy y también se remarcó que la justicia cambió su forma de actuar y que ahora los denunciados por lesiones y amenazas suelen quedaron detenidos al menos por algunos días.
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