Domingo 04 de mayo 2025

Petisero trabaja en Europa

Redacción 06/02/2017 - 03.15.hs

Pablo Olguín reside en Inglaterra, y a través del cuidado de caballos de polo, recorrió gran parte del Viejo Continente. Se inició en Buenos Aires, y no dejó pasar la oportunidad que tuvo de emigrar a Europa, donde también trabaja Martín Lezcano, otro pampeano.
El realiquense Pablo Olguín, desde hace más de una década que está a cargo del cuidado y de la atención de los caballos de polo de importantes equipos profesionales, y recorre todo Europa con su trabajo. Dijo que la tarea más ardua se da durante los seis meses en los que se desarrolla la temporada deportiva, en los cuales debe cuidar de los equinos como a sus propios hijos.
El pampeano, petisero de profesión, que reside en Inglaterra junto a su familia, en diálogo con LA ARENA contó sobre el recorrido que hizo por distintos países desde que se inició en este oficio ligado al exclusivo mundo del polo, y se refirió a los sueños y objetivos que persigue.
Olguín, de 37 años de edad, señaló que "ya hace más de diez años" que trabaja al cuidado de caballos de polo, de importantes equipos de toda Europa, al igual que lo hace otro pampeano, el alvearense Martín Lezcano, quien se desempeña como petisero desde principios de siglo, en el "Viejo Continente".
Se inició en este oficio en Buenos Aires, donde trabajó durante un año con la ayuda de un amigo, hasta que se le presentó la oportunidad de ir a trabajar al exterior en busca de nuevos horizontes, y no quiso desaprovecharla.

 

Recorriendo Europa.
Olguín dijo que "he recorrido Dubái, España, Inglaterra y Francia, gracias a este trabajo". Además indicó que en territorio español tuvo la oportunidad de formar parte del prestigioso Ayala Polo Club, y en Inglaterra, donde reside en la actualidad junto a su familia, integró el HB Polo.
El pampeano además se refirió a las posibilidades laborales que se le abrieron tras emigrar al continente europeo, donde la competencia es mayor, y a la intensidad del trabajo que tiene a cargo en la etapa de plena competencia.
"La época de mayor actividad empieza en marzo y termina en septiembre. Esos son seis meses de duro trabajo con muchas tareas en las que tenes que cuidar de los caballos como si fueran tus hijos, porque gracias a Dios y a los caballos, puedo mantener a mis hijos", dijo. En el mismo sentido, agregó: "Son muchas más las posibilidades de trabajo que se tienen con los caballos de polo".
También contó que es padre de cuatro hijos, dos de cuales viven con él en Inglaterra, y los otros dos, a quienes visita todos los años, residen en Argentina junto a su anterior pareja.
Por último, el petisero realiquense que se mueve desde hace más de una década en el ambiente del polo, subrayó que su mayor anhelo con este oficio, es "poder trabajar para que a mis hijos no les falte nada".

 

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