La Uatre considera salarios, escolaridad y mejores casas
El gremio de los trabajadores rurales espera que el incremento de salarios se logre antes de octubre, además seguirán en La Pampa con la lucha contra el trabajo en negro. Otra de las condiciones es garantizar la escolaridad y las condiciones habitacionales.
El secretario de la Uatre (Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores) La Pampa con sede en esta ciudad, Carlos Gil, afirmó que seguirán con los controles por el trabajo en negro y dijo que los bajos salarios y la falta de viviendas dignas influyen en el éxodo de los trabajadores rurales.
Aseguró que otro punto importante es el beneficio por zona patagónica que se espera lograr para La Pampa, porque en la región sur es del 50 por ciento pero para esta provincia el porcentaje puede ser menor.
En estos días, después del fallecimiento del secretario general de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores, Gerónimo "Momo" Venegas, se hizo una reunión de las tres seccionales de la provincia, del norte, sur y oeste, junto con la delegada de Renatre y de la obra social Osprera.
Un encuentro informal destinado a conocer cómo se va a seguir trabajando en La Pampa. Además, para considerar que es un momento donde la situación rural está muy complicada por las inundaciones.
"Se informó a todas las delegaciones de la provincia que se sigue trabajando y se comenzará a realizar controles por los empleados en negro, sobre todo en el sur de La Pampa, con apoyo de la Renatre y del Ministerio de Trabajo", señaló Gil.
No denuncia.
La falta de contratación formal se detecta, según indicó el gremialista, porque en las diferentes bocas de expendio se da a conocer lo que ocurre en la zona. La denuncia de esa situación la suelen hacer personas de otros establecimientos que conocen la situación laboral de sus vecinos. Entonces el gremio puede verificar lo que ocurre. El empleado perjudicado no suele denunciar o exponerse por temor a algún tipo de represalia por parte de sus patrones, aclaró el gremialista.
La realidad agropecuaria, con el exceso hídrico y antes los incendios, muestra un incremento del desempleo en el sector. Gil indicó que esa situación se verifica porque están al cobro muchos fondos de desempleo. Pero resaltó que más allá de esas inclemencias al trabajador rural lo están afectando las condiciones de vida que les proponen en los campos. "Estamos hablando de las viviendas, que hoy en los campos no son buenas. Cuando ellos reclaman al empleador mejoras tienen problemas y optan por irse", señaló.
Gil reconoció que los productores afrontan un momento económico muy difícil con sus campos inundados y las pérdidas económicas, y que sin levantar la cosecha también disminuye la oferta de empleos.
Asegurar la escolaridad.
En cuanto a la escolaridad de la familia rural, el gremialista destacó que tuvieron una charla con representantes de la Escuela Agrotécnica de Realicó para llegar a un acuerdo y que se facilite el pago de una cuota mínima a los hijos de trabajadores del campo. Una propuesta que esperan lograr para el próximo año. Por otra parte, se consideró esa base y además una capacitación posterior dentro del mismo sector agropecuario.
El gremialista refirió que hoy cuesta mantener en el campo a las nuevas generaciones y también a los adultos, porque la familia necesita buenas condiciones para mantenerse allí y también sueldos que los incentiven.
El entrevistado manifestó que estuvo en Buenos Aires este mes, ahora con Ramón Ayala al frente de la Uatre, y se espera que el aumento salarial se logre antes de octubre. Se está solicitando un incremento del 30 al 28 por ciento, ante un salario mínimo que se encuentra hoy en 10.368 pesos.
Gil indicó que otro punto importante es el beneficio por zona patagónica que se espera lograr para La Pampa, porque en la región sur es del 50 por ciento pero para esta provincia el porcentaje puede ser menor.
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