Martes 10 de junio 2025

Che pibe, vení y votá

Redaccion 30/10/2021 - 21.10.hs

Hace casi cuarenta años, un histórico integrante del rock nacional lanzó un tema que, más allá de las interpretaciones, sonaba casi como una plegaria. Eran los tiempos de la recuperación democrática y Raúl Porchetto escribió y entonó un recordado tema: «Che pibe, vení, votá». Pasado largo tiempo, y tras la pandemia, la instancia de las recientes elecciones primarias parece habernos mostrado una cierta indiferencia de los jóvenes que se incorporan al padrón y que tienen la oportunidad de ejercer por primera vez su derecho al voto.
Y tal vez los mayores tengamos cierta responsabilidad, por no saber transmitirles a los más pibes todo el significado que tiene una elección.
Como en breve se viene otra chance, con una votación cercana, no deberíamos desaprovechar la posibilidad de sentarnos cara a cara y de transmitirles a hijos, sobrinos, nietos, amigos de nuestros hijos o hijos de nuestros vecinos, en toda ocasión que tengamos y con el mayor de los respetos, que sepan lo importante que es su voto.
Sobre todo, después de escuchar sus inquietudes y preocupaciones, hay que explicarles con toda claridad que deben valorar este derecho, que en el pasado costó sangre, sudor y lágrimas recuperar, y que por eso mismo no pueden mirar esta elección de afuera y con indiferencia, hasta con desesperanza, sin involucrarse con todo lo que pasa a su alrededor.
Los nuevos habilitados para ejercer su derecho deben saber que a partir de ahora ellos también ayudan a decidir con su voto. Y que, si no saben qué hacer, si tienen un montón de dudas, lo mejor es recomendarles que observen su realidad cercana. Podrían preguntarse si estuvieron mejor con este gobierno o con el anterior, si su familia progresó, se estancó o retrocedió en determinado período, si alguien de su entorno se quedó sin trabajo recientemente, si mejoró o no la salud y la educación que recibieron. Si no les alcanza, hasta pueden pensar si comieron mejor en una época o en otra, si tuvieron que pasar de la milanesa de carne de vaca a la de pollo o a la de soja, si se acabaron en su casa los alimentos de primera marca, si pudieron viajar, si les facilitaron los estudios con una netbook, etcétera, etcétera. Tal vez esas respuestas les puedan dar alguna pista sobre como orientar su voto.

 

Historia de una canción.
El tema al que alude el inicio de este texto, fue grabado en el año 1982, en plena dictadura militar. En esa canción, Porchetto ironizó sobre las apelaciones a la juventud desde los sectores dominantes. En ese entonces, mientras algunos tomaron la letra en forma literal como una invitación a votar, otros la entendieron como una especie de llamado de atención o reclamo de mayor participación de la juventud en la vida política y social argentina, oportunidad que se propiciaba con la vuelta de la democracia. Es decir: que no usaran a los jóvenes solo para tomar un fusil e ir a la guerra, como en el conflicto de Malvinas, o que su participación se limitara a ir a votar. Lo bueno, más allá de las interpretaciones, es que antes y ahora el tema sirva para pensar, debatir y dar participación a los jóvenes.

 

Claves y rumbos.
Así planteada la situación, en esta elección se agrega como condimento especial que es más importante aún cada voto, porque propios y extraños señalan a La Pampa como el «distrito clave» que puede marcar el rumbo de los próximos años. Es así como el resultado puede inclinar la balanza en el Congreso hacia un lado o hacia el otro: es volver al neoliberalismo o dar una renovada fuerza a un gobierno nacional y popular. Y más allá de estas dos fuerzas principales, el electorado, entre ellos los jóvenes, tienen otras opciones para marcar tendencia, más a la izquierda o más a la derecha.
Pero sobre todas las cosas, los pibes que se incorporan a la vida política deben saber que ahora ya son parte del sistema democrático y que en sus manos tienen también la forma de marcar un rumbo. Pasada la elección, tendrán menos margen para la queja, y por eso es importante que participen y que elijan a alguien que represente sus ideales. Después ya no podrán decir que no les avisaron. Así que es preferible que ahora escuchen, con tono irónico o no, el viejo pedido de Porchetto, al que adhiere fervientemente este veterano columnista que va a las urnas desde 1983: «Che pibe, vení y votá».
DANIEL ESPOSITO

 

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