Miércoles 14 de mayo 2025

Callejones sin salida que entramparon al PJ y al radicalismo

Redacción 13/04/2009 - 04.42.hs

La Plural busca acompañamiento, pero la respuesta de Convergencia la puso en aprietos. En la UCR los blancos jugan a ganadores con sus candidatos, pero la "operación Forte" los sorprendió. ¿Habrá un acuerdo agónico? Los socios del Frepam hablan de "irresponsabilidad".
NORBERTO G. ASQUINI
Hay varios ingredientes que se deberán analizar para entender cómo llegarán los partidos pampeanos a las legislativas del 28 de junio. Fragmentados, divididos, sumidos en la improvisación. Hay desde causas más coyunturales e inmediatas, como fue la decisión del gobierno nacional de adelantar los comicios que entrampó al mundo político con la falta de tiempo, hasta las más estructurales, como la crisis de los partidos que envuelve a la Argentina en la última década o la instalación del fenómeno K en la política nacional -con sus aciertos y desaciertos- a nivel país. En lo provincial, la etapa del pos-marinismo que se está viviendo actualmente en el Justicialismo. Podemos seguir en este orden hasta la tendencia mundial al debilitamiento de las identidades políticas e ideológicas para seguir sumando claves en tren de comprender el estado interno de división que existe tanto en el PJ como en la UCR, o el estado deliberativo en otras.

 

Diluidos.
El Partido Justicialista parecía encolumnarse hasta hace algún tiempo detrás de la mayoritaria Línea Plural. Esa corriente se había convertido en una especie de "partido paralelo" al PJ. Pero hoy el justicialismo, literalmente, "hace agua". Fragmentado y diluido en sus bases, varios son los sectores que pugnan por la representación del votante peronista. La Plural lleva la mejor parte con su estructura de poder, pero no le sobra nada para ganar la elección. El reclamo de su gente a Carlos Verna para que fuera el candidato a senador al ser el que "más mide" y el ofrecimiento a Convergencia para que se integre a una lista conjunta cuando sus hombres y mujeres habían sido -y siguen siendo- repudiados, son muestras de una debilidad acrecentada por la escasez de tiempo. Todo el capital político del vernismo se puso, y está, en juego.
Desde la Plural ofrecieron a Convergencia el lugar del primer diputado. Mucho, para la consideración pública que habían tenido del marinismo los vernistas hasta hace muy poco. Son la línea mayoritaria y piden que Convergencia y otras líneas los acompañen. Sólo aceptaron los de "abajo": los de Robledo -que fue el que más ganó- y Mediza.
La Plural fundó su poder en la superación y casi la exclusión del marinismo del PJ. Esta división fue más por cuestiones de poder que políticas, ya que el llamado a la "unión" habla a las claras del tronco ideológico común. Ahora esa jugada los colocó en un lugar incómodo, un callejón sin salida, porque no todo es fortaleza en el partido oficial.

 

Amor propio.
Los marinistas no aceptaron una candidatura. Querían un "resarcimiento histórico" hacia su líder Rubén Marín. Jugó desde el amor propio a la obstinación del cacique herido en esta decisión. El núcleo duro de Convergencia lo sigue a Marín y éste si no es contemplado en los planes de los plurales prefiere que, directamente, no se sume su línea. Convergencia había hecho cuentas y pensó que Verna no iba a ser candidato, pero dijo sí y eso cambió todo internamente. Ahora le queda la partidaria en agosto.
El PJ vive un contexto en el que sus fuerzas se desgranan, y eso parece saberlo la Plural, donde no todo es optimismo y por eso piden unidad. Por un lado, algunos ex Convergencia han fundado el partido "Es Posible" que sigue a los Rodríguez Saá. Ahí pueden irse 20 mil votos, según los confiados cálculos de sus dirigentes y lo cual tienen que revalidar. En General Pico, muchos hablan de las buenas posibilidades de esa nueva fuerza.
También está la "carta Tierno" que representa la extrema derecha en la interna del PJ con la que Plural -al fin y al cabo, un invento de ellos- puede llegar a competir si consigue los avales. Se descontaría un triunfo claro de los plurales, pero ¿y si obtiene el destituido intendente más votos en Santa Rosa que los vernistas?
En este contexto, otras líneas y agrupaciones han surgido, y surgen, sobre las cenizas del viejo marinismo y la división intestina en Santa Rosa.

 

Internismo crónico.
En el radicalismo hay más optimismo que en otras elecciones -por la victoria en la capital provincial en una jornada histórica y la fragmentación del PJ-, pero el internismo casi crónico de ese partido afloró con toda su furia. Puede llegar en las próximas horas un acuerdo agónico entre las cabezas de líneas para evitar las urnas el 26 de abril, aunque las aguas están divididas y la situación se tensó demasiado. Por ahora, se guardan las listas y se escuchan llamados telefónicos.
En esta elección hay mucho en juego a futuro y pensando en 2011. Los blancos querían consagrar su hegemonía y desestimaron acuerdos que no los tuviera como únicos ganadores, otro callejón sin salida: las otras tres líneas llegaron a arruinarles la fiesta con una audaz postulación.
Los azules pusieron en marcha en pocos días la "operación Forte" y acusaron a los dirigentes blancos de pecar de soberbia y de no consensuar una lista única. Sacaron de la manga un candidato que sacudió el tablero interno, enojados finalmente porque los blancos habían suspendido una reunión clave. Detrás de los azules se encolumnaron parte de los morados y los celestes, hoy disminuidos.
Según los azules, el líder ruralista Ulises Forte tiene todo para ser candidato en una buena elección. Puede competirle el perfil de Juan Carlos Marino por ser representante del campo y superar al de Verna si llegara a ser el postulante del Frepam.

 

El candidato.
Con Forte, los azules comenzaron las conversaciones y el intendente Francisco Torroba lo terminó de convencer para que se pusiera a la cabeza de la lista Verde. El mandatario santarroseño fue uno de los más molestos con la falta de reconocimiento de los blancos a su posición. Los blancos aún agitan que fueron ellos los que lo ayudaron para que llegara a dónde está.
Forte además tiene un perfil "independiente" y es asociado por muchos con su corporación, la Federación Agraria Argentina (aunque internamente haya muchas voces en contra de su decisión). También jugó a su favor su alta exposición mediática por el conflicto por las retenciones móviles. El mismo alardea de ser invitado por Mirtha Legrand o por el canal Todo Noticias. ¿Pero la alta imagen publicitaria de Forte servirá para revertir los votos blancos? Los de Marino dicen que es un postulante respetable, pero que no es tan fuerte.
Los azules también lo ven como el candidato del norte provincial que faltaba. Dicen que así tienen un representante de Pico, y que hay que tener otro de Santa Rosa. Aspectos descuidados por los blancos, que son todos del interior. Comentan los consultados que no se le puede ganar a Verna y al PJ jugando sólo en el interior de la provincia. Los azules están confiados: afirman que una derrota de ellos no cambia en nada el panorama, pero de perder los blancos, se abriría otro futuro.

 

La carta blanca.
Los blancos ya están en campaña. En las últimas horas sus referentes hablan de acuerdo, aunque van por todo ya que la jugada de los azules los dejó sin marcha atrás. Hasta el sábado no iban a bajar a ninguna de sus cabezas de las precandidaturas nacionales, como pretendían los azules, y las bases ya están en los pueblos de campaña. Los acuerdos internos son más fuertes y esta maniobra de acordar bajando nombres propios podría provocar la fractura interna de esa corriente.
Los blancos tienen a su favor la carta del interior: están movilizados y tienen una estructura y una logística de la que pueden alardear. Y votos propios, muchos. Aseguran los consultados volcados a la interna que Marino es un buen candidato y está bien posicionado por su trabajo legislativo.
Además, la sorpresa de Forte no cayó bien en algunos dirigentes de los pueblos que la ven como oportunista y que viene a romper la tranquilidad interna del partido.
Los blancos quedaron atrapados en imponer su propia lista. Los azules hicieron su jugada que tuvo repercusión hacia dentro de las filas radicales y también hacia fuera. Jugaron a la presión. ¿Primará el acuerdo en las próximas horas o se dirimirán fuerzas en las urnas?

 

Tensión en los socios.
La interna radical puso en tensión a las otras fuerzas que integran el Frepam y que no son consideradas por los radicales con la misma delicadeza. Los socios del Partido del Frente y el Partido Socialista hablan del grado de irresponsabilidad en poner en riesgo, y hasta al borde de la fractura, al Frepam provincial en su gestión y a futuro, por cuestiones electorales. Irresponsabilidad compartida tanto por los blancos, que dirigen el Comité Provincia, como por los azules, donde Torroba dice cuidar la gestión pero jugó a fondo la interna.
En el Partido del Frente ya decidieron no acompañar la lista de ese frente electoral. Las consideraciones ideológicas pesaron en estas elecciones nacionales. No quieren que la disputa electoral enturbie la gestión aliancista en Santa Rosa. Es en lo único que coinciden todos los opositores que hoy están en el Frepam provincial: la "joya" política de la municipalidad de Santa Rosa es la carta de triunfo hacia 2011.
Esa misma zozobra del internismo radical se filtra en el Partido Socialista. El viceintendente y algún funcionario están subidos a un ciego seguidismo del radicalismo azul para sostener sus puestos, pero hay aires renovadores de una nueva generación de militantes en la capital y de la gente del interior que pretenden una mayor autonomía con respecto a la UCR, y conservar la propia identidad partidaria. Esto seguramente lo harán pesar en el Congreso del próximo sábado.

 


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