Domingo 18 de mayo 2025

Recuerdos de un golpe económico

Redacción 06/04/2009 - 03.25.hs

Carmen Coiro
Paradojal, pero cuando comenzó la larga ceremonia de despedida a Raúl Alfonsín creció en la memoria
colectiva el recuerdo de tiempos más felices, y el deseo de recuperarlos se materializó en una espontánea y masiva manifestación de homenaje y emoción.
Raúl Alfonsín fue tal vez el político de estatura de estadista menos comprendido por la sociedad. Los argentinos, exitistas, volubles, impacientes, lo amaron tanto como después lo odiaron. La hiperinflación, el "punto final" y la "obediencia debida", fueron hitos en la trayectoria del ex presidente que la gente no comprendió y , por ende, no perdonó. Sólo lo hizo tarde.
Como veía más allá, fue el único presidente democrático del mundo que juzgó a genocidas con la justicia ordinaria. Como veía más allá, sabía que la política era sinónimo de concertación, de reconciliación y tolerancia. Sólo fue comprendido cuando ya era tarde.
Después de los tiempos felices de Alfonsín, abortados con un golpe económico del que nunca se habla, y del que fueron cómplices el "establishment" de entonces, irritado por las constantes rebeliones de Alfonsín, la realidad más dura se impuso.
La sociedad no se tomó el tiempo necesario para reflexionar el por qué, el cómo, de aquel golpe de Estado sin armas, y la nefasta consecuencia de esa falta de análisis, de ese blanco en la memoria colectiva de la vida institucional del país, sirvió para que la política diera un vuelco decisivo y al parecer, final.
Aquel golpe del "establishment" enseñó a ciertos políticos que ya no era necesario contar con el apoyo militar para sacar del gobierno a alguien que se había vuelto incómodo: ahora era el dinero, y no la sangre, lo que se derramaría para corregir los rumbos de la Nación según los intereses de los más poderosos.

 


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