Sabado 07 de junio 2025

Los porteros, como los planes

Redacción 27/04/2010 - 01.23.hs

La helada que ayer inauguró los registros bajo cero del año, no parece capaz de enfriar los frentes gremiales calientes que uno a uno se le van abriendo al gobierno de la provincia. Como si esperaran turno para salir sin superponerse, -el mismo fin de semana que los empleados de Salud se tomaron para definir el fin del conflicto que en los últimos dos meses puso en crisis el sistema sanitario pampeano-, unos cuatroscientos porteros de escuelas que cobran sus servicios no como empleados sino como monotributistas, avisaron que los próximos en plantear reivindicaciones son ellos.
Los porteros monotributistas, ha sido dicho en estos días, son una masa de empleados que representa el 30 por ciento de la planta de porteros de todo el Ministerio de Educación. De ellos depende, en buena medida, el mantenimiento y el cuidado de los setecientos establecimiento escolares que tiene La Pampa. Su trabajo es, para la Educación, esencial y crítico pues no pocos de los establecimientos escolares adolece de fallas de mantenimiento y de estructura tal como fue denunciado en repetidas oportunidades.
Se trata de un viejo tema. Un tema que hay que remontarse varios años para encontrar el origen del problema que está a punto de explotarle a la administración de Oscar Jorge. Que emerja justo ahora obedece a varias causas. La primera, sin dudas, es la situación de injusticia que viven esos cuatro centenares de trabajadores a quienes se obliga a trabajar sin la cobertura legal por un salario magro y sin miras de que su situación cambie.
Se trata, sin dudas, de una situación análoga a la que ya vivió la provincia con los llamados "planes de empleo" que el menemismo creó para tratar de paliar la hiperdesocupación que su ruinosa política económica causó en el tejido social y laboral en los 90.
Los llamados "planes", se sabe, fueron pasados a planta a través de la ley 2343 de una manera gradual que prevé su incorporación con pleno derecho de trabajadores estatales en 2011. A esta solución se llegó luego de que el gobierno anterior tomara conciencia que si no hacía algo, la pesada herencia del menemismo pampeano le abriría la puerta de una catarata de juicios laborales cuyo final, podían anticipar, sería desfavorable al Estado porque a ningún juez escaparía la escandalosa e ilegal situación de un gobierno que viola las propias leyes laborales que, se supone, está obligado a hacer cumplir.
Pero esta situación de injusticia con los porteros monotrobutistas de las escuelas de La Pampa no es nueva y, debería preguntarse quien analiza la cuestión, ¿por qué surge recién ahora? ¿Por qué los porteros monotributistas esperaron tantos años para hacerse oír?
La oportunidad que han elegido los porteros para salir a plantear su reclamo parece tener origen, en parte, en su situación desventajosa con respecto al cobro de la Asignación Universal por Hijo que, si se cumple al pie de la letra, no les correspondería, de acuerdo a la interpretación de las autoridades del Ministerio de Educación. Esa interpretación es discutida fuertemente por los gremios estatales que sostienen lo contrario pues se supone que esa Asignación tiene como objetivo lograr que todos los hijos de trabajadores -estén en blanco o en negro- la cobren y así reparar la injusticia que se producía al pagarse solo a los hijos de los trabajadores registrados.
Lo que reclaman los porteros ahora es que se deje de tratarlos como trabajadores de segunda y, encima, que se les niegue la posibilidad de cobrar la asignación para su hijos. En principio su reclamo es magro. Un par de cientos de pesos de aumento y la asignación. La inteligencia de los funcionarios debería ahorrarle a porteros y escuelas un conflicto que, de no neutralizarse a tiempo, podría recalentar este nuevo frente abierto a la administración provincial.

 


'
'