Domingo 22 de junio 2025

Vuelve la presidenta y eso es bueno; habrá que ver si hace cambios

Redacción 10/11/2013 - 03.51.hs

EMILIO MARÍN
La presidenta tendrá un último examen y volverá paulatinamente a sus funciones. Es la gran noticia del mes. Habrá que ver con qué línea política retoma la gestión, luego del debate abierto por el traspié en las legislativas.
Puntualmente, el undécimo parte médico se leyó ayer a la mañana. Llevaba las firmas de los dos especialistas que suscribieron toda la serie de los emitidos desde el 5 de octubre, cuando Cristina Fernández de Kirchner llegó a la Fundación Favaloro por su hematoma craneal.
El vocero Alfredo Scoccimarro, ahora sí un rostro más familiar al gran público, comentó ese parte: la mandataria tiene el alta médico neurológico y neuroquirúrgico. Este fin de semana tendrá colocado un holter y el lunes se chequeará el resultado y si da todo bien le darán pista libre para volver a su pasión política.
Claro, deberá ir de a poco, cuidando el estrés. Y al menos por treinta días no podrá viajar en aviones ni helicópteros para evitar problemas de tensión. Lo importante es que la presidenta está bien y en condiciones de retomar por etapas sus funciones en Olivos para evitar el tránsito diario hasta Balcarce 50.
Esta reincorporación es festejada por millones de personas, entre quienes la votaron en 2001 y los que no, pero tienen sentimientos democráticos y humanistas. En un círculo rojo quedan, desairados, los que apostaron a la muerte o incapacidad de "la yegua", como la insultaron los caceroludos.
Una presidenta con límites impuestos por los médicos y por su salud supone un mayor esfuerzo de sus ministros. ¿Están rindiendo de ese modo? Ciertos hechos indicarían que no, como ser la derrota del oficialismo el 27 de octubre. También la confundida subsecretaria de Comercio, Pimpi Colombo, al declarar que la inflación no es un problema y que los supermercados respetaron los acuerdos de precios. ¿Habrá tomado mate Colombo estos días, con el medio kilo de yerba a 30 pesos?
El ministro de Agricultura, Néstor Yahuar, fue derrotado ampliamente en Chubut, por lo que algunos analistas descuentan su relevo. Es posible que allí y en otros cargos haya recambios, aunque no necesariamente en lo inmediato.
No conviene poner el carro delante de los caballos: lo primero a analizar es si se necesita alguna rectificación de políticas o no. Luego vendrá, en todo caso, la conveniencia o no de poner figuras de refresco.

 

Diferencias con 2009.
Si uno se pone en la piel del gobierno, no cabría esperar muchas reformas. Su versión es que ganó con amplitud las elecciones y conservará, como primera fuerza nacional, el control de las dos cámaras legislativas. Si se mantiene ese esquema triunfalista, que contiene elementos válidos pero niega otros muy preocupantes para el futuro del Frente para la Victoria, no sería lógico mudar de esquema ni de funcionarios. "Equipo que gana no se toca" es una máxima del fútbol y la política.
Es posible que, sin admitirlo, el gobierno vaya tomando medidas y aireando el gabinete. Es lo que tardíamente hizo en la campaña, cuando aumentó el piso del mínimo no imponible de ganancias a 15.000 pesos, subiendo una vara negada por la AFIP y el PEN por mucho tiempo.
Por otro lado, como factor coadyuvante a las modificaciones en los ministerios, hay que anotar que algunos de sus ocupantes pueden estar sintiendo el rigor de estos años. Unos pueden estar agotados y otros, quizás, prefieran pasar a un segundo plano por cálculos políticos de sentir que la administración transita un plano inclinado hacia 2015.
Para disimular el sentido negativo de la cosecha del último domingo de octubre, varias espadas kirchneristas suelen compararla con la elección de 2009, que también se prestó al doble análisis de derrota presentada como victoria. Del cotejo no salen favorecidas, pues en esa oportunidad en Buenos Aires la lista encabezada por Néstor Kirchner y Daniel Scioli perdió ante la de Francisco de Narváez por sólo 1,5 puntos. Ahora Martín Insaurralde, apadrinado por Scioli y la presidenta, quedó atrás de Sergio Massa por casi 12 puntos en ese estratégico distrito.
Más que las diferencias de votos, importa subrayar que en 2009, tras el revés, el gobierno de CFK dio un salto cualitativo, promoviendo la recuperación de los fondos previsionales, estatizando Aerolíneas y llevando al recinto la ley democrática de medios. Salió decidido a vender cara la derrota y adoptó las mejores medidas de la década, que le reportaron muchos votos en 2011.
El panorama es diferente hoy. Ya antes del traspié pero sobre todo luego de éste, lo que se ve son acuerdos con Chevron, pagos a demandantes del CIADI del Banco Mundial, negociación con Gramercy para arreglar con "fondos buitres", diálogos para pagar al Club de París, flexibilización de la ley de regulación del mercado de capitales para que la acepte el establishment financiero, etc.
Dicho en criollo: en 2009 hubo medidas antimonopólicas; en 2013 vienen en sentido inverso.

 

Monopolios buenos no existen.
De la derecha argentina se pueden decir muchas cosas, menos que no tiene clara su pertenencia de clase y los intereses que defiende con más o menos éxito.
Para no hacer larga la historia, se puede recordar a Sergio Massa y Mauricio Macri asistiendo a la última sesión en Buenos Aires del Council of Americas presidido por la banquera Susan Segal, junto a la crema del empresariado local y multinacionales con casas matrices en Estados Unidos. O la comparecencia de Massa en el Coloquio de IDEA, donde, como en el otro evento, fue a respaldar las demandas de los monopolios allí reunidos que, sumados, equivalían al 45 por ciento del Producto Bruto Argentino.
En todo caso la incongruencia, o no tanto, es del gobierno nacional, también presente en esas citas de monopolistas y banqueros por medio de ministras como Débora Giorgi y gobernadores como Daniel Scioli.
El secretario de Comercio Guillermo Moreno firma acuerdos de precios con seis cadenas de supermercados por 500 productos, pero no se respetan en muchos casos. Y tiene que venir un opositor como Héctor Polino, de la castigada Consumidores Libres, a recordarle que 28 grandes grupos concentran el 80 por ciento de la producción y comercialización de alimentos, punto crucial de la inflación.
Las telefónicas son las empresas más denunciadas ante la Defensa del Consumidor, pero el gobierno mira con buenos ojos la operación del fondo Fintech, que habría cerrado la compra de Telecom Italia y tendría mayoría en Telecom Argentina. El dueño de Fintech, el mexicano David Martínez, sería el nuevo zar de una de las tres telefónicas más importantes del país. A la vez tiene el 40 por ciento de Cablevisión, donde el controlante es el grupo Clarín, y en tal condición fue muy bien recibido por Martín Sabbatella, el titular de la AFSCA, a quien comentó su adquisición telefónica.
¿Acaso Fintech-Cablevisión es tan diferente a Clarín-Cablevisión? ¿Telecom con Telecom Italia-grupo Werthein era peor que con Fintech-Werthein? Por cierto que importan las mayorías accionarias, ahora felizmente en manos de YPF, ¿pero acaso Chevron y Panamerican son mejores que Repsol? Producir casi un millón de autos al año suena como una meta importante, pero no lo es cuando se repara que las diez terminales son extranjeras y el componente nacional de autopartes es tan limitado que la importación deja un déficit comercial anual de 6.000 millones de dólares.

 

Listas negras que aclaran.
La oposición ha hecho hincapié en el "papelón" de Argentina por no haber participado del operativo aéreo Cruzex 2013 en Brasil con las fuerzas aéreas de varios países de la región más EE UU y Canadá.
En esa ausencia habrían pesado dos factores. Uno, el temor al embargo de aviones por los "fondos buitres" como había ocurrido en Ghana con la Fragata Libertad. Dos, la demora legislativa en la aprobación de los 22 ejercicios militares anuales que implican salida y entrada de tropas del territorio.
Al cronista no le parece grave que los aviadores argentinos falten al Cruzex. En cambio sí juzga grave las opiniones del ministro Agustín Rossi, quien ha ratificado la participación de militares argentinos en la Minustah en Haití, donde forman parte de la ocupación militar del país caribeño. "La misión argentina en Haití es fundamental porque se trata de un país hermano de Latinoamérica", dijo Rossi. Al revés de Uruguay y Bolivia, que analizan cómo retirarse de una ocupación pedida por George W. Bush en 2004, el gobierno argentino piensa seguir allí como si fuera un honor.
De todos modos, de la cartera de Defensa, vía Fuerza Aérea, llegó una muy buena noticia para la democracia, al haberse encontrado y divulgado archivos de la dictadura militar-cívica. Entre ese material estaban las listas negras de escritores, periodistas y artistas que tenían prohibido actuar, pensar y vivir en el país. Ese sí que era terrorismo de Estado, censura y falta de libertad de expresión, que los operadores de Clarín Joaquín Morales Solá y Magdalena Ruiz Guiñazú pintan como si ese fuera el actual panorama argentino.
En esas listas estaba el nombre de Raúl Celso D´Atri, periodista de LA ARENA y militante en esos años de Vanguardia Comunista, quien además de censurado estaba preso de los militares en Rawson. El cronista zafa por un momento del libreto periodístico para decir, emocionado, ¡Raulito querido, hasta la victoria siempre!

 


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