El periodismo perseguido en Egipto
El gobierno de Egipto envió a la cárcel a un número sin precedentes de periodistas, pese a la promesa de mejorar la libertad de expresión en el país, denunció el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, en inglés).
Un censo penitenciario realizado por la organización con sede en Nueva York a principios de este mes y publicado el jueves 25 concluyó que las autoridades egipcias tienen detenidos al menos a 18 periodistas por causas vinculadas a su labor informativa. La cifra es la más alta desde que el CPJ comenzó en 1990 a llevar la cuenta de los trabajadores de los medios de comunicación tras las rejas.
El grupo afirma que el gobierno del presidente Abdel Fatah al Sisi, quien ganó las elecciones casi sin oposición en mayo de 2014, recurrió al pretexto de la seguridad nacional para reprimir los derechos humanos, incluida la libertad de expresión.
El general Al Sisi encabezó un golpe de Estado en julio de 2013, que depuso a Mohamed Morsi, del ahora ilegalizado Hermanos Musulmanes, tras un año en el poder, después de haber sido electo en las consideradas primeras elecciones democráticas del país. Un tribunal condenó a muerte a Morsi en mayo por conspiración, entre otros delitos.
Estados Unidos sigue siendo el mayor benefactor de El Cairo. Aunque el gobierno de Barack Obama envió en mayo a su Congreso legislativo un informe crítico sobre Egipto, de todas maneras recomendó que Washington siga apoyando a ese país con 1.300 millones de dólares en ayuda, principalmente militar.
IPS le preguntó a Sherif Mansour, coordinador para Medio Oriente y el norte de África de CPJ, si Estados Unidos debería utilizar su ayuda como presión para exigir reformas. "Nos gustaría que los responsables políticos y las instituciones internacionales insistan en el respeto por la libertad de prensa y el cese absoluto de la censura vigente como condiciones para la ayuda bilateral y multilateral", respondió.
"También deben pronunciarse contra los abusos contra la prensa tanto en las declaraciones públicas como en las comunicaciones privadas con el gobierno egipcio", añadió.
Más de la mitad de los periodistas encarcelados trabajaban en medios en Internet, un indicio de que el gobierno egipcio se concentra cada vez más en la red mundial para acallar a los disidentes. Seis de los periodistas en el censo del CPJ fueron condenados a cadena perpetua en un juicio colectivo realizado a 51 acusados. Otros están detenidos en prisión preventiva, sin fecha prevista para su comparecencia ante los tribunales.
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