El "rojo" afecta a la obra pública
La obra pública pampeana está reflejando el delicado estado de las finanzas provinciales y sufriendo las consecuencias más visibles e inquietantes: frenado de las nuevas licitaciones y comienzo de despidos masivos. Una de las empresas más grandes que realiza obras viales en el territorio pampeano cesanteó a setenta obreros y, según afirmó su propietario, están "tratando de aguantar otros ochenta". Desde la Uocra confirmaron ese oscuro panorama y añadieron un dato inquietante: de siete mil trabajadores registrados en el gremio hay cuatro mil sin trabajo.
La Cámara de la Construcción también ha dado señales de preocupación y planteará al gobierno las dificultades que padece el sector. Es que al parate de la obra pública se le suma también un fuerte freno a la construcción privada a causa de la abrupta escalada de precios en los materiales de la construcción, aunque muy probablemente sea el debilitamiento del plan Procrear el que más incida en nuestro medio. Si bien prometió continuar con ese programa, el gobierno macrista, le dio su propio perfil al retirar al Estado como principal fuente de financiación y reemplazarlo por los bancos comerciales. El alza sideral de las tasas de interés no es el mejor estímulo para los que quieren construir su vivienda sin hipotecar el futuro.
El olvido en que Vialidad Nacional ha dejado a nuestra provincia en los últimos años añade otro factor negativo para las empresas locales ante la menor posibilidad de acceder a obras y, por si fuera poco, la falta de garantías para cobrar en plazos razonables.
Días atrás, el titular del gobierno provincial había expuesto públicamente el raquítico estado de las finanzas y mencionó particularmente la caída considerable en el flujo de fondos que puso "en rojo" al tesoro público. La medida anunciada de suspender todo inicio de obra que esté sin licitar, con un recorte de 240 millones de pesos, impacta de lleno en una provincia en donde tradicionalmente la obra pública desempeñó un papel muy relevante a la hora de generar puestos de trabajo y movilizar la economía. Por lo demás, esta desaceleración se siente especialmente en una provincia con enorme déficit industrial lo que torna doblemente gravoso el impacto en la ocupación de mano de obra.
Los atrasos de Nación en el cumplimiento de sus deudas con La Pampa es la causa principal de este estado de desfinanciamiento. El tema estuvo presente en el discurso del gobernador al inaugurar el período de sesiones de la Legislatura. Ante los diputados, el mandatario no ahorró críticas contra su antecesor por llevar adelante una política excesivamente contemplativa con el gobierno central. La acumulación de deudas, tanto por coparticipación como para atender las cajas jubilatorias, está provocando esta situación de asfixia de las finanzas provinciales. El inmediato reflejo en el freno de la obra pública es una clara muestra de la magnitud del problema.
Su condición de provincia con números prolijos no le ha servido demasiado a La Pampa para conmover al gobierno nacional. De ahí que el Centro Cívico decidiera endurecer los reclamos apelando a una demanda judicial para obtener el mismo trato que recibieron las provincias "díscolas" que, a través de una sentencia de la Corte Suprema de Justicia, lograron asegurarse la cancelación.
Es bien sabido que la construcción es una industria básica que tracciona al resto de la economía dándole impulso a una gran cantidad de actividades directa o indirectamente ligadas con ella. También es un motor multiplicador del empleo de inmediato reflejo. Por eso, esta desaceleración tan pronunciada que hoy muestra el sector genera enorme preocupación y no solo entre los que más directamente están vinculados a él. Todos saben que un problema económico con fuertes repercusiones sociales, más temprano que tarde se vuelve político.
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