Viernes 27 de junio 2025

Acosados por el agua

Redacción 08/05/2017 - 02.40.hs

El agua pasó a ser la gran protagonista del paisaje geográfico y político pampeano como lo demuestra la gran cantidad de noticias que, solo en las últimas horas, ocuparon la atención de los medios locales. La agresión de un productor rural a un intendente, la áspera controversia por el uso del acuífero del Valle Argentino, el inicio en la Corte del segundo juicio por el robo del río Atuel, el abandono y demolición de un barrio inundado en esta capital, el polémico sistema de trasvase del agua desde la laguna Don Tomás al Bajo Giuliani, el riesgo de colapso de la Laguna Fea, el problemático llenado de Portezuelo de Viento, la sensata advertencia de la gobernadora bonaerense con relación al agua que baja del Río Quinto y genera serios problemas a su paso por tres provincias limítrofes por citar algunas de esas informaciones.
La serie de acontecimientos protagonizados por el agua sorprende por su cantidad y variedad, pero lo cierto es que nos coloca a los pampeanos de cara a un escenario extremadamente cambiante, a muy pocos meses de los devastadores incendios que consumieron más de un millón de hectáreas durante el último verano.
El cambio climático llegó para quedarse y ahora sabemos muy bien que no se trata de vaticinios de afiebrados gurúes ambientalistas sino de la más contundente realidad. El régimen de lluvias al que estábamos acostumbrados en esta región, con la isohieta de 600 milímetros coincidiendo casi a la perfección con la traza de la ruta nacional 35, pasó a ser cosa del pasado. Hoy la gran paradoja es que lo único inalterable es el cambio y los años se suceden con notables variaciones entre unos y otros.
Este nuevo escenario conlleva exigencias nada menores para los habitantes de este suelo y para sus autoridades políticas. La mejor prueba han sido los numerosos conflictos que se han desatado por causa de los graves daños provocados y por los enfrentamientos entre sectores que, de una u otra forma, se ven involucrados por las nuevas y sorprendentes contingencias.
Tanto en el ámbito urbano como en el rural las marcas de estas "anomalías" se traducen en pérdidas económicas siderales por el gran valor de los bienes afectados. Centenares de miles de hectáreas de las mejores tierras agrícolas de la provincia bajo agua implican un impacto en las economías particulares y del Estado que todavía es muy difícil de determinar. Las obras hidráulicas para "manejar" el agua no son menos problemáticas. Ahí están La Pampa, Córdoba y Buenos Aires debatiendo sobre las onerosas consecuencias de la creciente del Río Quinto. Por no hablar del Coirco y del negro futuro que puede deparar para varias provincias de la cuenca del Colorado un uso inadecuado del embalse de Portezuelo del Viento. El antecedente ominoso del río Atuel, apropiado unilateralmente por Mendoza con consecuencias catastróficas para La Pampa, parece no ser suficiente para que las otras provincias de la cuenca adviertan la espada que pende sobre sus cabezas.
El agua es un recurso de vital importancia para el ser humano, pero también puede ser causa de desdicha y hasta de graves enfrentamientos. Como nunca antes, los pampeanos lo estamos experimentando en carne propia.

 


'
'