Control necesario

Desde algunas semanas atrás la avenida que circunvala Santa Rosa se ha visto poblada por una serie de carteles camineros que solicitan prudencia a los conductores que la transitan, especialmente en el tramo situado entre la ruta nacional 35 que evita la ciudad y recibe a su similar número 5, ambas de intenso tránsito. Además se pudo ver algún operativo de control de velocidad realizado por agentes municipales.

Las medidas parecen responder a añejos pedidos de los vecinos, molestos y temerosos por el incremento de los ruidos y, muy especialmente, por la velocidad en una arteria que tiene largos tramos sin cruces peatonales.

Multitud de automóviles y motocicletas -y también camiones de gran porte- aceleran en procura de un semáforo verde y van mucho más allá de los 60 kilómetros horarios que marcan los carteles; son también numerosos los que circulan con escapes estruendosos convirtiendo el camino en una suma de ruidos intensos. Un detalle inquietante es que entre los muchos vehículos de gran porte que no respetan la velocidad establecida, pasan diariamente al menos una decena de tanques cargados con peligrosas sustancias inflamables, riesgo claramente indicado en sus carrocerías.

Semejante demostración de desinterés en el tránsito se evidencia en la casi semanal serie de accidentes que ocurren en la arteria, a los que habría agregar los que no trascienden. Todo ello torna imprescindible la presencia de autoridades que adviertan, prevengan y, eventualmente, sancionen.

Es de aguardar que los operativos que se empezaron a ver por estos días no se interrumpan y continúen como una rutina para que el desorden vehicular que ya se ha hecho costumbre en esta avenida empiece a mostrar cambios positivos.