Martes 14 de mayo 2024

Gaza: asfixia informativa

Redacción 07/11/2023 - 00.24.hs

En las últimas tres semanas de octubre, más de treinta periodistas perdieron la vida mientras informaban desde la Franja de Gaza.

 

SERGIO FERRARI*

 

Para la Federación Internacional de Periodistas (FIP), organización con sede en Bruselas, Bélgica, que reúne a más de 600 mil comunicadores de 140 países, es fundamental que los protagonistas de este nuevo conflicto respeten el derecho a la información. En su reciente visita a Suiza, el periodista francés Anthony Bellanger, actual secretario general de la FIP, ratificó desde Berna, Lausana y Ginebra el llamado que la misma le hiciera el 13 de octubre a la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), la cual también se ocupa de las grandes cuestiones ligadas a la información. “Los trabajadores de los medios de comunicación en áreas de conflicto armado deben ser tratados y protegidos como civiles y se les debe permitir realizar su trabajo sin interferencias”, recordó Bellanger, quien anticipó las gestiones que su organización está realizando ante la Unesco para obtener un apoyo solidario excepcional que permita a los periodistas palestinos la compra de chalecos antibalas, cascos y equipo de primeros auxilios. La solicitud incluye también los medios para establecer una casa para la prensa en Khan Younes, Gaza, que permita realizar correctamente sus tareas profesionales en el terreno a los periodistas extranjeros con base en El Cairo y que entren por Rafah.

 

Hace apenas unos días la FIP instó a los protagonistas del conflicto “a hacer todo lo posible para salvaguardar a los periodistas y los profesionales de los medios”. Y les recordó que “hay en todo el mundo un intenso interés (y una gran preocupación) por este conflicto, pero que la gente sólo podrá entender lo que realmente está pasando si a los periodistas se les permite hacer su trabajo”.

 

Según la organización no gubernamental Reporteros sin Fronteras, Israel “asfixia al periodismo en Gaza”. Su Secretario General, Christophe Deloire, condenó el bloqueo mediático que intenta imponer Israel y afirmó que “el periodismo es el antídoto contra la desinformación que se extiende con especial fuerza en esta región”.

 

Preocupación.

 

Ante la situación dramática que viven las mujeres y los hombres de prensa en esa zona del Medio Oriente, el 2 de noviembre la FIP difundió una nueva toma de posición con la firma personalizada de más de 70 de sus sindicatos y asociaciones miembros de diversos continentes. La misma reitera la “profunda preocupación por la difícil situación de todos los periodistas y trabajadores de los medios de comunicación que cubren el conflicto”. Y señala que esta situación se vuelve más acuciante “luego de que Israel anunciara el 27 de octubre que no garantizaría la seguridad de los periodistas en Gaza”.

 

“Rechazamos esta política y exigimos que los ministros y los mandos militares israelíes cumplan con la legislación internacional”, subraya la FIP, y puntualiza que desde el ataque de Hamás contra Israel el 7 de octubre pasado y hasta el momento de escribirse estas líneas han muerto 29 periodistas palestinos, cuatro israelíes y uno libanés, y que muchos otros (tanto palestinos como israelíes) están heridos o desaparecidos.

 

En su comunicado, la FIP le pide a Israel “que cumpla plenamente con el derecho internacional humanitario y la legislación internacional sobre derechos humanos y que actúe para impedir la comisión de cualquier delito contemplado en el derecho internacional, incluidos los crímenes de guerra, los crímenes contra la humanidad y el genocidio, así como la incitación a cometerlos”. Y recuerda que el artículo 79 de la Convención de Ginebra establece que «en las zonas de guerra, los periodistas deben ser tratados como civiles y protegidos como tales siempre y cuando no participen en las hostilidades”. La FIP exige el respeto de este artículo, cuya contravención constituiría un crimen de guerra, y demanda la normalización de los sistemas para la comunicación en Gaza. Concretamente, el acceso al Internet, que a menudo no está disponible, lo que “viola el derecho humano fundamental a procurar, recibir y difundir información e ideas a través de cualquier medio y sin consideración de fronteras”.

 

Guerra informativa.

 

La comunicación de las cifras relativas al número de víctimas y el impacto del conflicto forman parte de esta guerra en la Franja de Gaza, la cual ya es tan dramática como global. El mismo presidente norteamericano, Joe Biden, intervino en la polémica sobre la veracidad de los datos sobre muertos y heridos. La guerra informativa propia de este conflicto ya se ha instalado, y sin periodistas en el terreno se desvanecen las fuentes veraces y la difusión de información objetiva.

 

El último lunes de octubre Naciones Unidas informó que “mientras comienza a llegar a Gaza la ayuda que tanto necesita, recrudece la guerra por los datos verídicos debido a que las redes sociales alimentan narrativas contradictorias sobre la situación”.

 

Noticias ONU afirmó que “tras los atentados del 7 de octubre de Hamás contra Israel, sigue circulando desinformación perjudicial sobre el conflicto en curso, la cual podría tener consecuencias peligrosas sobre el terreno”.

 

Con los ojos del mundo entero puestos en el paso fronterizo de Rafah, Egipto, a partir del 22 de octubre las imágenes de convoyes que finalmente pudieron ingresar a Gaza cargados de ayuda humanitaria inundaron las redes sociales. En paralelo, sostiene Noticias ONU, se multiplicó la desinformación sobre lo que esos camiones contenían y también sobre la manera en que esa ayuda llegaba a su destino, un enclave asediado de 363 kilómetros cuadrados donde viven 2.3 millones de personas, de las cuales 1.4 millón se encuentran desplazados por las hostilidades”.

 

Ya en esas primeras horas del conflicto, la FIP le recordaba al mundo una dolorosa verdad: que “la guerra de comunicación es intensa, y que cada bando defiende su verdad”. Prohibidos de trabajar en la Franja de Gaza –nada menos que una gigantesca prisión al aire libre para los civiles palestinos–, muchos periodistas extranjeros utilizan con demasiada frecuencia fuentes secundarias o fuentes “oficiales” de cada bando, pero sin poder comprobar su veracidad. Según la FIP, “esto va en detrimento de la ciudadanía, uno de cuyos derechos fundamentales es estar bien informada”. “Ningún otro conflicto de los tiempos modernos”, concluye la FIP, “ha resultado tan letal para los trabajadores de los medios de comunicación en un período tan breve”. (*rebelion.org)

 

'
'

¿Querés recibir notificaciones de alertas?