La mayor “fake news”

Con una pretendida ironía como elemento promocional y de combate político, Ricardo López Murphy ha publicitado en los medios, televisión especialmente, una suerte de epítome del negacionismo en lo que hace a los desaparecidos. Recientemente su jefe (o mandatario) volvió a ejercer la torpeza para opinar sobre el mismo asunto al utilizar la despectiva calificación de “curro” para con los derechos humanos en general, lo que le costó un par de bofetones políticos. Y ahora este fugaz ex ministro utiliza argumentos que quiere presentar como lógicos al decir: “Soy un ferviente defensor de la democracia y repudio las sangrientas dictaduras que tu gobierno defiende. La Conadep registra 7018 desaparecidos. Pasá nombre de los restantes 22.982 y me retracto. Mientras tanto sostengo que inventar víctimas es ser un carancho de la historia”.

Se diría que la fuerte inclinación hacia la derecha ideológica que tiene este hombre le impide advertir una verdad elemental: peor que caranchear víctimas en la historia –si ese fuera el caso— es materializarlas justificando de algún modo las que verdadera y dolorosamente no se sabe dónde están por su misma condición.

Periódicamente los personeros de la derecha política vuelan sobre ciertas verdades relativas a la última dictadura, tergiversándolas. Al margen de la permanente latencia de algunos aspectos, contribuye a esa actitud la falta de respuestas efectivas por parte del gobierno que no siempre las ejerce o, simplemente las deja pasar por su número y densidad en la mentira.

Por lo anterior queda en evidencia que este “ferviente defensor de la democracia” carece de la sensibilidad de que, en definitiva, ante la infamia y cobardía de desaparecer personas vale tanto que sean 30.000, tres mil, trescientos o incluso tres porque la dignidad humana se ofende con cualquier número. "Niega de manera desembozada la característica principal de la represión: la clandestinidad. Una sobreviviente de los campos de concentración –Adriana Calveiro— ha dicho en uno de sus trabajos: "Diez, veinte, treinta mil torturados, muertos, desaparecidos...En estos rangos las cifras dejan de tener una significación humana. En medio de los grandes volúmenes los hombres se transforman en números constitutivos de una cantidad, es entonces cuando se pierde la noción de que se está hablando de individuos". Lo importante para Lopez Murphy es sostener el argumento que en la nómina de desaparecidos se miente.

Pero conociendo la trayectoria de este pretendido fiscal, no se podía esperar otra cosa de alguien que considera a los represores y autores de crímenes de lesa humanidad como “prisioneros políticos”, y brega para que se les otorgue prisión domiciliaria. Aún aceptando que “se vivió una guerra”, el concepto no valida en absoluto haber prescindido de la estructura legal que regía en el país, circunstancia que este ex funcionario pretende justificar con ironía y discutible matemática.

Un agudo participante de las redes sociales había acotado: "Si en Alemania negás el genocidio vas preso. Si en Argentina negás el genocidio vas a la televisión. La mentira de que 'no hay 30.000 desaparecidos' es la mayor fake news que instaló la ultraderecha".