Martes 16 de abril 2024

Luces y sombras de la primera ronda

Redacción 04/10/2023 - 00.37.hs

Los candidatos y las candidatas que competirán el 22 de octubre por la presidencia expusieron sus propuestas en Santiago del Estero, y se preparan para el segundo round el próximo domingo en la Universidad de Buenos Aires.

 

IRINA SANTESTEBAN

 

El debate obligatorio entre los/as candidatos/as que superan el piso de las PASO fue un avance en la legislación electoral. Se estableció en 2016 por ley 27.337, que dispone dos debates previos a las presidenciales y uno más si hay balotaje. Los temas los selecciona la Cámara Nacional Electoral con el asesoramiento de instituciones académicas y organizaciones de la sociedad civil. En esta oportunidad, la CNE eligió cuatro temas: Economía y Educación para el primer debate; y Seguridad y Trabajo y Producción para el segundo. Luego se agregaron dos temas más a elección del público que participó por formulario digital: Derechos Humanos y Convivencia Democrática para la primera ronda; y Desarrollo Humano, Vivienda y Protección del Ambiente para la siguiente.

 

Lamentablemente, quedaron afuera importantes temas como Salud, Educación y Justicia.

 

Interés.

 

El evento del pasado domingo tuvo un alto rating, contradiciendo la tendencia a la apatía o rechazo a la política, que se manifestó en el más bajo porcentaje de participación en las PASO del 13 de agosto. Los 42 puntos de rating representan 4,2 millones de personas que vieron el debate, anticipando la probabilidad de que en las urnas del 22 de octubre aumente la cantidad de votantes.

 

Mucho guión.

 

Algunos analistas consideraron que el resultado del debate fue “poco interesante” porque las intervenciones de los participantes estuvieron demasiado “guionadas”, quitándole espontaneidad e intensidad a las discusiones.

 

Ello no fue tan así, aunque es obvio que cada panelista tenía su intervención preparada, así como réplicas y preguntas. Pero fueron notorias las diferencias, no solo en las propuestas sino también en las intervenciones, réplicas y respuestas (o la falta de ellas).

 

“Gatito mimoso”.

 

Quedó evidente la postura de fingida serenidad de Javier Milei, para refutar las críticas que recibe por sus arranques de furia. Leyó la mayor parte de sus intervenciones, lo que denota inseguridad y escasa solvencia para un debate de ideas. No sorprendió su posición respecto a los Derechos Humanos, ratificando las deplorables afirmaciones de su candidata a vice, Victoria Villarruel, negacionista y defensora de genocidas. Cuestionó la cifra de 30.000 desaparecidos e “inventó” otra que ni siquiera coincide con los números de la Conadep, la comisión que investigó la represión ilegal de la dictadura en 1984.

 

En materia económica, su supuesta fortaleza, reafirmó sus posturas liberales (apertura de la economía, cierre del Banco Central, privatización de empresas estatales) como si fueran “lo novedoso” frente a lo realizado por la “casta” en los últimos 40 años. Sin embargo, esas políticas fueron las implementadas por Martínez de Hoz en la dictadura de 1976-1983, en los diez años de gobierno menemista (1989-1999) y en el gobierno de la Alianza (1999-2001). Todos ellos fueron rotundos fracasos, que culminaron en el estallido social y político de diciembre de 2001. Milei afirma que no se puede cambiar “con los mismos de siempre”, pero elogia a Domingo Cavallo (que actuó en esos tres gobiernos) y también a Mauricio Macri. Por ello, su propuesta no representa ningún cambio sino volver a las políticas neoliberales que sometieron el país a los dictados de los organismos financieros internacionales, liquidaron las empresas públicas y engrosaron los índices del desempleo y la pobreza. Ese es el “cambio” que propone el “gatito mimoso” del poder económico, como muy bien lo calificó Myriam Bregman.

 

Flojísima.

 

El pobre desempeño de la candidata a presidenta de Juntos por el Cambio, fue reconocido hasta por ella misma, que se defendió diciendo que “estaba enferma”. Como lo viene haciendo en todas sus apariciones públicas (sobre todo en el canal La Nación+), no entiende nada de economía. Solo puede balbucear que su equipo “eficiente” está encabezado por Carlos Melconian, un economista del cual ya hablamos (ver LA ARENA, 30/08). Fue una desagradable provocación la respuesta que le dio a Bregman sobre el caso Santiago Maldonado, al reivindicar el accionar de la Gendarmería, responsable de la represión que terminó con la desaparición y muerte del joven en territorio mapuche.

 

Soy cordobés…

 

Juan Schiaretti intervino como gobernador de Córdoba, mostrando su gestión como si fuera el País de las Maravillas. Habló sin ponerse colorado de los “mejores salarios docentes del país, ausencia de déficit fiscal, independencia del Poder Judicial”, pero nada dijo del fuerte endeudamiento de la provincia (2.300 millones de dólares) ni de las grandes huelgas docentes y del personal de Salud que duraron varios meses. Tampoco mencionó que el Tribunal Superior de Justicia, varios de cuyos miembros provienen de su propio gobierno, jamás le dictó un fallo en contra. Ni los desmontes ni su alianza con los grandes grupos económicos de la provincia ni el déficit de la Caja de Jubilaciones de la provincia desde que asumió su antecesor De la Sota (con quien se alternaron en el poder cordobés desde hace 24 años).

 

“No los voy a defraudar”.

 

Esa consigna que hizo famoso a Carlos Menem al ser elegido presidente en 1989, podría ser el resumen de la intervención del oficialista Sergio Massa, por su intento constante de despegarse del actual gobierno y prometer lo que no está cumpliendo desde agosto del 2022, cuando fue designado súper ministro de Economía. Antes, como presidente de la Cámara de Diputados, había defendido el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, el mismo que dice ahora hay que “reformular”. Fue lamentable su referencia a Cuba y Venezuela como ejemplos donde rige el bimonetarismo, en un guiño explícito a las políticas norteamericanas hacia esos países, mostrando su amistad con la embajada norteamericana, tal como lo revelaran los ArgenLeaks.

 

Derechos humanos.

 

Este punto fue agregado a pedido del público, y quien se lució en su intervención fue la candidata del Frente de Izquierda, Bregman, abogada en causas de lesa humanidad y también defensora de víctimas de violencia institucional y gatillo fácil.

 

Aunque su caudal de votos es el más bajo, fue la candidata más firme (y la única) a la hora de denunciar el principal problema de la crisis económica: la deuda externa ilegítima y fraudulenta con el FMI tomada por Mauricio Macri en 2018, convalidada, legitimada y que viene siendo pagada por el actual gobierno.

 

Es difícil saber si los debates cambiarán la intención de voto o si influirán para que quienes no votaron en las PASO se vean motivados a hacerlo el 22 de octubre. Bienvenido sea que los candidatos y las candidatas deban presentarse públicamente a explicar sus ideas y propuestas, por fuera de los spots y coucheos de campaña.

 

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