Macri recargado

I. Alentado por las circunstancias político-económicas actuales y por la relativa inmovilidad y desorientación del gobierno, el expresidente Mauricio Macri ha realizado una jugada audaz, aunque no deja de ser riesgosa: la edición de un libro en el que expone abiertamente su concepción de la política, la economía y la sociedad. La obra lleva por título "Para qué" y refiere a las acciones que concretaría si Juntos por el Cambio accediera a un segundo segundo período de gobierno en las elecciones de 2023.

 

Es opinión más o menos explícita de los comentaristas (según la ideología de cada uno) que la obra está lejos de haber sido escrita por el propio Macri, muy alejado de la literatura, y aún de la lectura, según se dice, y que es un producto de sus asesores promocionales; ellos estimaron positiva una presencia escrita ya que, después de todo, habrán notado el suceso que constituyó el libro que Cristina Kirchner editara con muy altos niveles de ventas.

 

Lo cierto es que, más allá de la presunta autoría del libro, Macri se saca la máscara democrática para caer en una cruda expresión del neoliberalismo que lo abriga. De un plumazo el expresidente señala una serie de medidas para el caso de que volviera al gobierno. Las propuestas erizan la piel de cualquier persona razonable, especialmente de aquéllas que han crecido dentro del ambiente laboral de los últimos setenta años. Acaso la redacción no sea suya pero sin duda es su ideario el que bajó a los escribas. Algunos ejemplos.

 

II. La promesa de ajuste subraya el todo. Macri le habla a los propios funcionarios de la coalición y les adelanta cuál debiera ser una de las primeras tareas al frente de sus carteras: la imposición, y no de manera gradual, de una reducción en las reparticiones públicas que lo precisen, con el ajuste que sea necesario, de manera urgente e inmediata. Esa arremetida inicial iría acompañada de la privatización de las empresas estatales, especialmente de Aerolíneas Argentinas, contra la cual parece tener una especial tirria. Cabe una mención a este respecto; en un reciente reportaje televisivo, preguntado sobre a qué podría dedicar los fondos de una eventual privatización de la línea aérea, la contestación fue: "podrían construirse nuevos caminos en Bariloche".

 

Con una metáfora que poco suaviza esas posibles realizaciones también postula la eliminación de los "gerentes de la pobreza" (léase organizaciones sociales y agrupaciones afines), modificación profunda o directamente desaparición de las estructuras sindicales, so pena de represión con participación, incluso, de las Fuerzas Armadas "a las que se les debe asignar un papel más importante en la seguridad nacional". Además, sin la menor vacilación reitera lo que dijo en una entrevista: si la represión causara muertes, los líderes (categoría en la que se autoincluye) deben ser capaces de hacerse cargo.

 

III. En el plano internacional postula -y era más que esperable- que el país debe terminar con lo que considera "alianzas con las dictaduras sangrientas de Cuba, Venezuela y Nicaragua", con renovadas "relaciones carnales" con los Estados Unidos, según aquella vergonzosa expresión que tuviera Carlos Menem. Y el absurdo toque deportivo que suele caracterizarlo: detalla un presunto apoyo del director técnico Carlos Bianchi, quien -dice- pasó de serio a sonriente cuando le planteó metafóricamente que "debemos ganar esta copa".

 

El aciago gobierno de Carlos Menem que malvendió empresas públicas a diestra y siniestra y cuyas consecuencias aún estamos pagando, contó, sin embargo, con la ingenua percepción política de la parte de la ciudadanía que le facilitó un segundo período gubernamental, peor que el que lo había precedido. Ahora Mauricio Macri a través de su libro nos brinda, descarnadamente y sin disfraces, un anticipo de su ideario, neoliberalísimo. Y el botón de muestra para tan oscuro panorama, textual: "la resistencia será dura pero nuestras convicciones deben serlo aún más".