“Médicos y no bombas”, síntesis de logros cubanos

En medio de graves dificultades, causadas por el bloqueo que impuso EEUU hace más de 60 años, Cuba sigue avanzando.

 

IRINA SANTESTEBAN

 

Para quienes denostan el socialismo y abrazan las falsas “ideas de la libertad”, Cuba y sus graves problemas económicos serían ejemplo del supuesto “fracaso del socialismo”. Sin embargo, aún reconociendo el difícil momento que atraviesa la isla, sus logros siguen siendo superiores a lo que pueden mostrar los países de la región, incluida Argentina.

 

Alfabetización.

 

Una de las primeras medidas que tomó el gobierno revolucionario fue la campaña de alfabetización, llevada adelante por jóvenes estudiantes, que marcharon a las zonas más inhóspitas del país, para llevar educación básica a millones de cubanos y cubanas. El 22 de diciembre de 1961, a menos de tres años del triunfo revolucionario, Cuba fue declarada “territorio libre de analfabetismo”.

 

La campaña estuvo a cargo de Armando Hart Dávalos, ministro de Educación entre 1959 y 1965. El afirmaba que “no bastaba liquidar el analfabetismo, porque si ustedes liquidan el analfabetismo y no crean escuelas, vuelve a nacer. Había que ampliar el sistema escolar, extender el sistema escolar a toda la población, y se hizo”.

 

Educación superior.

 

El sistema educativo es de los mejores del mundo, reconocido por organismos internacionales como la Unesco y comprende la Educación Preescolar, la Primaria, la Educación Especial, la Secundaria Básica, la Preuniversitaria, la Educación Técnica y Profesional, la Educación de Adultos, la Educación Técnica y Profesional y la Formación y Superación del Personal Pedagógico. Cuba ocupa los primeros puestos en el ranking mundial por el porcentaje del presupuesto que dedica a Educación, en relación a su PBI.

 

Con el programa cubano de alfabetización “Yo sí puedo”, implementado en 30 naciones, se han alfabetizado más de 10 millones de personas en todo el mundo, incluida Argentina, con 34.000 compatriotas alcanzados por ese programa (datos de 2021).

 

Más de 70.000 estudiantes extranjeros se han graduado en Cuba en distintas carreras universitarias y actualmente más de 3.000 realizan estudios en la isla.

 

Salud.

 

Quizás el mayor logro del socialismo cubano, además de haber resistido por más de seis décadas las agresiones y el bloqueo de su vecino imperialista, es su sistema de salud.

 

Luego del triunfo de la Revolución, más de 3.000 médicos abandonaron el país inducidos por la propaganda anticomunista de EEUU. Se repusieron de semejante golpe y redoblaron la apuesta: así construyeron un formidable sistema de salud que abarca la atención sanitaria de la población y ha producido enormes avances científicos que lo ponen a la par de los países desarrollados.

 

La mortalidad infantil es de las más bajas de la región, con 7,1 muertes por cada 1.000 nacidos vivos, según datos de 2023, más baja que la de Argentina, que en 2021 fue de 8 por cada 1.000 nacidos vivos. En EEUU la TMI es de 5,6 (2022).

 

Cuba cuenta hoy con 500.000 trabajadores de salud en todos sus niveles y fue de los pocos países que logró desarrollar una vacuna nacional durante la pandemia de Covid-19, para atender a su población e incluso ayudar a otros países. Las vacunas Abdala y Soberana 1 y 2 hicieron de la patria de Martí una de las de mayor cobertura vacunatoria durante la pandemia.

 

Solidaridad internacional.

 

Desde el comienzo de la Revolución, 600.000 profesionales de la salud cubanos han prestado colaboración en 165 países. Y durante la pandemia de Covid-19, 3.000 integrantes del “Contingente solidario Henry Reeve” brindaron servicios en 40 de ellos.

 

En la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) fundada a iniciativa de Fidel Castro, se han graduado 27 mil jóvenes humildes provenientes de un centenar de naciones, incluida Argentina.

 

Gracias a la “Operación Milagro”, con impulso de Fidel y el fallecido presidente de Venezuela, Hugo Chávez, más de 4 millones de personas de América Latina y África fueron operadas y recuperaron la visión, de manera totalmente gratuita. En la ciudad de Córdoba se encuentra el “Centro Oftalmológico Dr. Ernesto Guevara”, con apoyo del gobierno cubano, donde se opera gratuitamente a personas que padecen cataratas o pterigium.

 

Bloqueo.

 

El bloqueo económico, comercial y financiero es un acto de guerra en tiempos de paz, impuesto unilateralmente por EEUU. No se trata de un embargo pues no emana de ninguna orden judicial derivada de un litigio por algún incumplimiento contractual.

 

Se oficializó en 1962, bajo la presidencia de John F. Kennedy, quien prohibió toda importación de mercancías de origen cubano. Se agravó en 1992 con la Ley Torricelli que lo hizo extraterritorial, al sancionar a terceras naciones donde radiquen subsidiarias de empresas estadounidenses y a los barcos que comerciaran con La Habana. En 1996, la Ley Helms-Burton lo recrudeció, con la denegación de financiamiento a las ventas de productos agrícolas a Cuba y la negativa de viaje de turistas de EEUU.

 

Durante el gobierno de Donald Trump se adoptaron otras 243 medidas contra Cuba, como la eliminación de cruceros y de vuelos de aerolíneas a toda la isla; cancelación de servicios consulares; impedimento de transacciones bancarias; limitación primero y cese después de las transferencias bancarias de ciudadanos y cierre de las operaciones de Western Union; sanciones a empresas cubanas; persecución de petroleras, aseguradoras, navieras e, incluso, tripulaciones que transportaran gas licuado o petróleo a la isla.

 

El colofón fue la inclusión en una lista arbitraria y unilateral de estados que, según Washington, patrocinan el terrorismo internacional. Estas medidas afectaron las relaciones financieras y obligan al gobierno cubano a recurrir a intermediarios para acceder a determinados productos, pagar más por seguro y flete, y sufrir el encarecimiento de las comisiones que aplican las entidades bancario-financieras.

 

El objetivo del bloqueo es producir un ahogo económico y social, que predisponga a la población en contra del gobierno revolucionario.

 

Todo esto se vio agravado con la pandemia, que liquidó la principal fuente de divisas de Cuba: el turismo.

 

Si bien estas son las principales causas de la situación actual de crisis, también hubo y hay errores en la aplicación de las medidas económicas, que agravan la situación de once millones de cubanos y cubanas.

 

Médicos, no bombas.

 

El 1 de enero, al conmemorar el 65 aniversario del triunfo de la Revolución, en Santiago de Cuba, el presidente Miguel Díaz-Canel expresó: “Son médicos y no bombas. Cooperación y no sanciones lo que los pueblos necesitan”.

 

Y volvió a exigir el levantamiento del bloqueo y el fin de la guerra económica. “Y a quienes dicen que lo usamos como pretexto para nuestra ineficiencia, una vez más les decimos: quítennos el pretexto. Con las manos y los pies atados no se vale. Juego limpio, señores imperialistas, y vamos a ver quién gana”.