Domingo 13 de julio 2025

Perdió el equilibrio

Redacción 13/07/2025 - 00.12.hs

En la “Semana de la Independencia”, los gobernadores decidieron dar un histórico paso al frente, patear el tablero y reclamar lo que les corresponde en todos los ámbitos de discusión política.

 

El hecho más sonoro se registró en el Senado de la Nación, con una contundente votación que dejó al gobierno nacional en un momento de profunda crisis.

 

De ahora en más se abre una etapa de nuevas incertidumbres, en la que el presidente deberá decidir si sigue gobernando a puro veto, si desconoce al Congreso y judicializa su desacato a las leyes o si prefiere exponerse a un juicio político que podría terminar con su destitución.

 

Esa maldita neblina.

 

La semana ya pintaba mal con la consolidación de la liga de los gobernadores y se puso más fea, como el clima, con la llegada de la conmemoración del “Día de la Independencia”. Sin confirmación para el acompañamiento de mandatarios provinciales, el presidente prefirió no quedar retratado en soledad en la Casa de Tucumán. La excusa de la niebla parecía que iba a servir para justificar la suspensión del viaje, pero la presencia de la vicepresidenta en el acto lo dejó directamente en ridículo.

 

No fue el único encontronazo con la vice, quien días más tarde presidió una histórica sesión en el Senado en la que se votaron por enorme mayoría una larga serie de proyectos que colisionan de lleno con los lineamientos libertarios de apropiación de fondos provinciales y recortes de financiamiento en áreas tan sensibles como salud, educación y jubilaciones.

 

Las tensiones del viernes terminaron sintetizadas en serias acusaciones a cielo abierto: una ministra de Seguridad acusando de golpismo al Senado, una vicepresidenta recordándole el pasado “terrorista” a la misma ministra, un presidente catalogando como “traidora” a su propia vice y un legislador radical confesando su arrepentimiento por haber apoyado en las urnas a esa misma ministra que sigue saltando de partido en partido. Y para sumar más confusión, mientras peleaban por las redes sociales, misteriosamente el tablero que computa los votos dejó de funcionar.

 

Así y todo, la decisión política fue tan firme que terminó doblegando el brazo del Poder Ejecutivo en forma contundente.

 

Cucarachas y mandriles.

 

Mientras tanto, el andarivel de la economía no colabora en nada. Al frío polar de las calles se opone una situación caliente. Las recetas no funcionan y para colmo los comunicadores “amigos” quieren ayudar y embarran más la cancha. El caso más resonante fue el de un relator deportivo devenido en analista político. No hay nada malo en ese cambio, hay muchos grandes periodistas que dan acabado ejemplo de grandes aportes al debate nacional, pero claramente no sería éste el caso. Porque hay que recordar que hace algunos meses el hombre de referencia salió con los tapones de punta a cuestionar a este gobierno cuando le llegó el primer “tarifazo” en la boleta de energía por el consumo en su nuevo emprendimiento comunicacional. Tiempo después terminó mutando mágicamente, de tal forma que ahora no solo es anfitrión durante horas de su programación para tener largas charlas con el presidente y su hermana, sino que además hizo propios los términos más despectivos del léxico libertario vinculado a la fauna. Es así como la boca que antes de llenaba de gol ahora la usa para hablar de cucarachas y mandriles, como forma de denostar a todos quienes se atreven a cuestionar al oficialismo.

 

El colmo llegó con una violación a la confidencialidad periodística. En su afán por dejar mal parados a los opositores, la idea fue contar detalles de una charla privada con el ministro de Economía. Y fue tan mal relatada que terminó complicando más al gobierno. Si fue una operación mediática, le salió el tiro por la culata, porque el mensaje final quedó resumido en una realidad económica de fragilidad extrema. Si el relato fue verdadero, el comunicador quebró un compromiso profesional exponiendo a su interlocutor, lo que lo deja muy mal parado en su credibilidad. Y si falló en la comprensión del tema charlado y lo transmitió tergiversado, la situación es peor aún.

 

En definitiva, no solo no ayudó, sino que obligó a que el propio interlocutor tuviera que salir a hablar públicamente con otro inefable comunicador amigo del gobierno, para tratar de llevar tranquilidad y asegurar que todo marcha bien, a pesar de que el dólar sigue subiendo de precio, igual que los productos de primera necesidad, aunque las mediciones se empecinen en señalar lo contrario.

 

Basta de lamentos.

 

De ahora en más, se abre un futuro de rumbo incierto que tendrá grandes definiciones en poco tiempo. Una nueva etapa muestra que los dichos hay que respaldarlos con acciones. Los gobernadores se pusieron firmes y en este punto nadie podrá decir que La Pampa no ha dado el ejemplo, con autoridad moral para reclamar lo que le corresponde por derecho propio. Se pueden tener cuentas ordenadas y Estado presente sin desatender ninguna necesidad. Aún con fondos adeudados por Nación, en esta provincia hay equilibrio.

 

El gobierno nacional no puede decir lo mismo. En una semana, con decisiones contundentes en su contra, el presidente terminó de perder el equilibrio que tanto proclama. El fiscal y el político. Solo le queda seguir profiriendo y buscar la salvación en las “fuerzas del cielo”.

 

Su esperanza está puesta en las elecciones de octubre. Las del pueblo también, pero en sentido contrario. En noviembre, no quedará lugar para un solo lamento más.

 

DANIEL ESPOSITO

 

'
'