Miércoles 27 de marzo 2024

Portezuelo, Morisoli y las mentiras mendocinas

Redacción 23/01/2022 - 01.26.hs

La tercera semana de este nuevo año dejó al descubierto una vez más los manejos de los gobernantes mendocinos con la cuestión hídrica. Tal vez no suene a novedad, tratándose de conflictos que vienen desde hace años. Pero lo interesante de lo ocurrido en los últimos días es que se puede ver cómo sale a la superficie una nueva mentira, en este caso inocultable.

 

Porque lo llamativo es que en otras ocasiones Mendoza siempre contó con algún resorte del poder real que ayudó a encubrir sus entuertos y llevar siempre las de ganar. Ahora, cuando la dirigencia cuyana empieza a tirar manotazos de ahogado para todos lados, se puede ver como terminan pasándose facturas entre ellos, dejando a la luz que esa "unidad" que siempre intentaron mostrar hacia afuera no es tal.

 

Es por eso que aparecen empinados dirigentes acusándose unos a otros sobre fallas en las políticas hídricas, en los manejos de la "obra del siglo" y también en la relación con el gobierno nacional y con las provincias vecinas. Mientras tanto, pobladores de una localidad amenazan con piquetes y hasta con una decisión "separatista" a la que últimamente se muestran tan afectos sus habitantes. Y desde otro lado, los especialistas en el tema proponen redireccionar inversiones y demorar otros proyectos.

 

Permiso para monitorear.

 

Pero antes del sainete del laudo, con plazo ficticio incluido, se registró otra vergonzosa negativa mendocina. Es que cual república independiente, en medio de una reunión institucional de un comité interprovincial, los representantes mendocinos decidieron rechazar la colocación en su territorio de aparatos de medición de caudal para ríos y canales de riego, propuestos por autoridades nacionales. El objetivo es simple: "Coordinar una campaña con el objetivo de verificar los sitios donde se instalarán las nuevas estaciones dentro de la cuenca del río Atuel". Se trata de una medida para dar cumplimiento a "lo dispuesto en julio de 2020 por el fallo de la Corte Suprema de Justicia de Nación".

 

Si no tienen nada que ocultar, ¿cuál sería el problema? Pero con su negativa hasta quedaron en ridículo con su desatinada respuesta, cuando un subsecretario reveló públicamente que Mendoza es la única provincia de todo el país que no acepta el monitoreo. Quedará por ver en el futuro de qué modo la Nación obliga a Mendoza a cumplir con lo dispuesto.

 

El reclamo inexistente.

 

Después del episodio del monitoreo llegó el del laudo. Mientras la prensa cuyana hacía el conteo para presionar una decisión presidencial, la respuesta de Nación les cayó como un baldazo de agua fría en plena sequía veraniega. Un ministro desenmascaró la nueva jugada. Hablaron durante semanas y meses de un "pronto despacho" para un laudo que nunca se pidió en forma oficial y documentada. Y allí se cayó una nueva mentira, mostrando una serie de desprolijidades que esta vez fueron imposibles de ocultar.

 

Seguramente los asesores letrados del gobierno mendocino ya deben estar pensando en una nueva estrategia legal, porque no se van a entregar así nomás, ni van a aceptar tremenda derrota política sin pelear hasta lo impensado. Buscarán nuevos artilugios y tratarán de seguir estirando a más no poder el cumplimiento del fallo de la Corte Suprema de Justicia para terminar de una buena vez por todas con el corte del río Atuel.

 

Por eso, no hay que olvidar que hace unos años ese sabio que fue don Edgar Morisoli lo dijo con todas las letras y nadie se atrevió a desmentirlo. Cuando le preguntaron sobre su experiencia como subsecretario de Recursos Hídricos de La Pampa, fue muy claro: "Tratar con los funcionarios mendocinos por los temas del río era como jugar a la baraja con tahúres". De este modo graficó que en el tema hídrico los representantes cuyanos siempre han sido mentirosos y tramposos. Porque en el tema del agua Mendoza siempre tuvo una defensa unilateral y egoísta de sus intereses, utilizando todas las herramientas a mano con una política hídrica clara: consideran que toda el agua que corre por sus territorios es propia, inclusive las que forman parte de un río compartido.

 

Ahora que Morisoli tendrá en breve su "Casa Museo", además de toda su obra literaria, debería haber un lugar reservado para esa frase sobre los funcionarios mendocinos, que hoy, igual que ayer, sigue teniendo la misma vigencia.

 

DANIEL ESPOSITO

 

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