Trump lo hizo otra vez
Un nuevo acuerdo con el FMI, un blindaje, un nuevo piso para el dólar y una nueva escalada inflacionaria. Todo junto, al mismo tiempo y bendecido por el presidente de los EEUU.
Eduardo Lucita *
Salvataje es el término adecuado para definir el paquete de medidas anunciadas por el ministro Caputo y convalidado por el presidente Milei el jueves pasado. El mismo día de los anuncios el Banco Central vendió casi 400 millones de dólares, acumulando una pérdida de reservas de unos 8.000 millones desde enero, mientras que el INDEC daba a conocer la inflación de marzo 3.7%, acumulando 8.6 % en el trimestre.
Un modelo agotado.
Es desde esta mirada que puede comprenderse que el nuevo acuerdo con el FMI y esa suerte de blindaje que constituyen los créditos acordados por el BM, el BID y el BIRF más un posible Repo con bancos internacionales privados, es un verdadero salvataje provocado por un modelo económico de valorización financiera que, agotado muy rápidamente, ponía nuevamente al país en la senda del default.
Distintas estimaciones aseguran que el paquete suma la friolera de 30.000 millones de dólares (aunque otras, con datos no confirmados, lo hacen llegar a los 44.000). El clima festivo de la Casa Rosada por endeudar más todavía al país, resulta muy parecido al baile de Macri con Christine Lagarde, la anterior directora del FMI, o cuando De la Rúa pronunció aquella mítica frase “Que lindo es dar buenas noticias”, anunciando un blindaje…
Previsible y novedoso
El acuerdo con el FMI está dentro de lo previsible y es posible se haya acordado desde el inicio del gobierno. No es más que la refinanciación, de lo ya refinanciado por el ex ministro Guzmán, de la deuda tomada por el gobierno Macri (el monto de 20.000 millones cubre la suma de los vencimientos de capital más los intereses en los próximos cuatro años).
Lo que sí es una novedad es el importe del primer desembolso que supera todo lo conocido. Es del 60% según los 12.000 millones que ya ingresaron y trepará al 70% en junio próximo cuando ingresen otros 2.000 millones. Además son de libre disponibilidad, otra excepcionalidad.
Tamaño blindaje recupera reservas luego de una devaluación del orden del 10%. Están ahora en un positivo de 4600 millones, cuando eran negativas en 7000. El préstamo otorga al Banco Central una capacidad de intervención, en la banda de flotación instaurada por el nuevo régimen cambiario impuesto por el FMI, que aleja momentáneamente todo sobresalto o corrida cambiaria. Es cierto que el levantamiento del cepo ha sido solo parcial, para las personas físicas pero no para las jurídicas. Las empresas solo podrán girar los dividendos el año que viene del ejercicio cerrado este año mientras que las utilidades acumuladas de ejercicios anteriores, unos 7.000 millones, se las compensarán con un bono. Más deuda.
Así la demanda de dólares en estos tres primeros días del nuevo régimen está contenida y el tipo de cambio tiende a bajar, el propio presidente Milei afirmó que el central no compraría hasta que el tipo de cambio no tocara la banda inferior (1000 pesos por dólar). Esto choca con el compromiso de acumular reservas netas por 1500 millones en los próximos dos meses, llegando a los 9.000 a fin de año. Esto deja planteada la incógnita de a qué tipo de cambio están dispuestos a liquidar los productores, única fuente genuina de dólares junto con las exportaciones de hidrocarburos y minerales, hasta que lleguen las mas que demoradas inversiones…
La dimensión política.
No caben dudas Trump lo hizo de nuevo. Así como en el 2018 jugó su peso político en el Fondo para que le otorgaran al gobierno Macri el préstamo más grande en la historia del organismo un intento fallido para salvarlo del default y favorecer su reelección, ahora volvió a jugar fuerte.
Su influencia obligó a los tecnoburócratas a acordar un préstamo con un adelanto de libre disponibilidad transgrediendo una vez más los estatutos del organismo, ya que el préstamo supera ampliamente la cuota de nuestro país.
El artífice de este apoyo sería el Secretario del Tesoro de EEUU, Scott Bessent, hombre fuerte del gobierno estadounidense. Su visita este lunes en medio de la guerra comercial desatada por Donald Trump es más que simbólica. No se trata solo de apoyo político a quien busca ser la vos del imperio en nuestra región, sino que están en juego la política arancelaria y la posibilidad de un acuerdo de libre comercio, pero sobre todo la relación del país con China. La exigencia de desarmar el swapp de monedas con la República Popular, cuando lo acaban de renovar, introduce a nuestro país en la disputa entre un imperio declinante y un proto imperio en ascenso. Siendo que el gobierno Milei está abrazado al primero.
Rescate político.
Pero si es un salvataje económico también es un rescate político del gobierno Milei. Se intenta tapar el fracaso de la tablita y el régimen cambiario que ponía un escenario cercano de default justo cuando la imagen presidencial estaba declinando y crecían las dudas sobre la capacidad de gestión de su gobierno. El presidente perdía centralidad política y perdía también el control de la agenda, cuando ya ha comenzado el proceso electoral que culminará en octubre próximo. El propio oficialismo ha afirmado que estas elecciones de medio término tiene un carácter plebiscitario sobre la gestión Milei.
¿Alcanzan estas medidas para recuperar imagen y recomponer relaciones con la sociedad o continuará el desgaste? Conviene precisar que la contrapartida de este salvataje es un nivel de tipo de cambio bajo y tasas altas que favorece la bicicleta financiera y encarece el costo de las empresas. Las anunciadas reforma tributaria y previsional están nuevamente entre las exigencias, mientras que en el parlamento hay varios proyectos sobre reforma laboral. El presidente definió que por las turbulencias en el mercado mundial han aumentado del 1.3 a 1.6 el superávit fiscal proyectado, lo que implicará nuevos ajustes. Por otra parte los empresarios se adelantaron a la devaluación, esto explica el 3.7 de marzo, y están preparados para nuevas remarcaciones de precios. Los analistas esperan un trimestre de inflación alta superando el 3% mensual Todo apunta a una caída de la actividad, a poner en riesgo los empleos y a que aumente la pobreza.
Por lo demás reina la incertidumbre económica y política.
* Integrante del colectivo EDI (Economistas de Izquierda).
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