Un DNU desmantela la seguridad aérea argentina
La reciente publicación del DNU Nº 338/2025 por parte del Gobierno Nacional, que modifica el Código Aeronáutico con el argumento de “modernizar” y “desburocratizar” el sector, implica un grave retroceso en los estándares de seguridad operacional construidos a lo largo de décadas con esfuerzo y compromiso, y representa un serio golpe a la industria aérea argentina y a la protección del trabajo nacional.
Lejos de ser una medida técnica para agilizar procedimientos, esta reforma constituye una desregulación agresiva que abre indiscriminadamente el mercado aerocomercial, habilitando el ingreso de empresas extranjeras sin controles adecuados y eliminando requisitos esenciales que garantizaban la soberanía operativa, el empleo nacional y la seguridad aérea. La posibilidad de operar aeronaves con matrículas extranjeras, sin obligación de tripulación argentina ni supervisión operativa real por parte del Estado, compromete la calidad y seguridad de los servicios, además de socavar la industria nacional.
Se eliminan normas que protegían el trabajo argentino en tierra y a bordo, desmantelando la obligación de contar con personal nacional en servicios aerocomerciales. Esta medida, además de afectar de manera directa a miles de trabajadores y trabajadoras, destruye la posibilidad de desarrollo profesional para nuevas generaciones de técnicos, tripulantes y operadores.
Como representantes de los tripulantes de cabina, no podemos permanecer en silencio frente a una reforma que debilita los mecanismos de control, reduce la presencia estatal en la vigilancia y fiscalización del sistema aeronáutico, y pone en jaque los estándares de seguridad operacional. Argentina ha sido históricamente reconocida por tener uno de los sistemas de aviación más seguros y profesionales del mundo. Este modelo, basado en la capacitación, la experiencia y la regulación seria, no puede ser reemplazado de la noche a la mañana por una lógica de mercado desregulado orientada a beneficiar intereses económicos circunstanciales.
Este DNU no desburocratiza: precariza. No moderniza: desmantela. No fortalece la industria: la entrega. Y lo hace ignorando el diálogo con los actores del sector, sin participación de los trabajadores, ni debate parlamentario, ni consulta con especialistas.
Desde la Asociación Argentina de Aeronavegantes advertimos que este camino conduce a un escenario de alto riesgo: menos empleo, más precarización, y una pérdida irrecuperable del control sobre nuestra aviación.
Es momento de levantar la voz, defender el trabajo argentino y proteger el sistema que garantiza que cada vuelo despegue y aterrice con la mayor seguridad posible. No se puede poner en riesgo todo un sector en nombre de una falsa eficiencia que sólo beneficia a unos pocos. (Por Horacio Calculli, integrante de la Comisión Directiva de Aeronavegantes y secretario de Juventud de la CATT)
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