Jueves 28 de marzo 2024

Una democracia perfectible

Redacción 18/12/2021 - 00.51.hs

Una de las frases políticas, que no por repetida deja de ser justa, dice, palabras más palabras menos, "es posible que la democracia tenga defectos, pero aún así es el mejor de los sistemas de gobierno y convivencia"; va de suyo que es perfectible y esa condición la hace más efectiva.

 

A la vista del acontecer diario varios de esos defectos se hacen evidentes, y hasta irritativos para el conjunto de las y los ciudadanos que votan y dan sustento al sistema. Quizás el más cuestionable de esos defectos sean las prolongadas permanencias en los cargos gubernamentales. Dejando de lado a los jueces, ubicados de una vez y para siempre en sus sillones y poseedores de privilegios de por vida (que invitan a los carentes de integridad a mantener determinados apoyos, lejanos a su tarea), son los legisladores que suelen hacer de su persistencia en la ocupación del cargo por largos períodos casi una profesión.

 

Sin buscar en latitudes más cercanas, donde también los ha habido, un ejemplo cabal es el del radical Mario Negri, viejo conocido de los pampeanos por su actitud hostil en las lides por el río Atuel. Pero es en su condición de diputado nacional donde cumple lapsos más que notables; según los registros al hombre le falta muy poco para cumplir tres décadas en el cargo, con alguna interrupción para ser... vicegobernador de su provincia.

 

Volviendo a la perfectibilidad de la democracia se hace imposible no notar la ausencia de noticias (si las hay tienen muy poca trascendencia) vinculadas a informes de los funcionarios electos acerca del cumplimiento o no de sus promesas electorales. La posibilidad no tiene nada de difícil o complicado, y solamente requiere sinceridad efectiva.

 

Un relativamente novedoso concepto de aplicación moderada de la tecnología a la democracia directa propone que: "los ciudadanos tendrían el derecho de votar en asuntos legislativos ante el parlamento o el congreso, escribir nuevos proyectos legislativos y revocar representantes en cualquier etapa en la que se encuentra un determinado país".

 

Otro procedimiento efectivo para un mejor desempeño de la democracia es el referéndum, una forma de aprobar o rechazar masivamente una ley o iniciativa gubernamental. Conviene recordar que en nuestro país fueron varias las veces que, para escándalo de los sectores conservadores, se amagó con su aplicación pero sin concretarla.

 

Por lo que se sabe esa metodología se daba en algunos cantones suizos, al menos hasta hace algunos años. Allí la democracia se ejercía en forma directa o semidirecta y no como simple proclama de un marco de propuestas e intenciones que puede o no cumplirse. En tal sentido sería aleccionador el hecho de que quienes imitan al diputado cordobés en sus extensos períodos, rindan cuentas de su labor parlamentaria.

 

Después de todo, en definitiva se trata de evitar que cunda la actitud del legislador de una provincia norteña que, según se cuenta por aquellos lares, en sus períodos de mandato usó de la palabra solamente dos veces: una para señalar su acuerdo con una propuesta del oficialismo y la otra para pedir que cierren una ventana.

 

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