Miércoles 28 de mayo 2025

Y un día se juntaron los Rosane...

Redaccion Avances 26/05/2025 - 17.10.hs

La vida nos va llevando a veces por diversos caminos. Es el caso de los Rosane, familia de deportistas que no siempre consiguen reunirse; pero que ahora en una celebración pudo juntar a once hermanos.

 

Por estas horas se juntaron los hermanos Rosane, integrantes de una reconocida familia de deportistas santarroseños. El cumpleaños de Gladys, una de las hermanas de las y los once que componen el grupo parental, fue la excusa para que se encontraran nuevamente en Santa Rosa después de bastante tiempo.

 

Porque si bien están algunos Rosane que viven por aquí, otros emigraron y desde hace años lo hacen en otras provincias. El padre de todos ellos era   Carlos, quien fue comisario y en lo deportivo reconocido boxeador que incluso llegó a pelear en el Luna Park, en una época brillante del pugilismo pampeano; y la mamá Elsa era, obviamente, la que se ocupaba del “equipo” de los Rosane (son once entre varones y mujeres).

 

Los hermanos son Carlos Alberto, Alicia, Carmen, Olga, Mario, Gladys, Sonia, Nelson, Silvia, Javier y Roberto.

 

 

Los futbolistas.

 

El mayor, Carlos, es conocido como “El Loro”, quien fue destacado futbolista de Atlético Santa Rosa. Los otros futbolistas son Nelson, que jugó en Nueva Chicago y Belgrano de Córdoba; y Roberto quien también emigró muy jovencito.

 

“El Loro” –tal vez el más nombrado por aquí-- desde muy pibe vistió los colores de Atlético (aunque previamente había hecho divisiones inferiores en Nueva Chicago), y se consagró campeón de la Liga Cultural en un equipo que tenía a Misiro Cabral, Eduardo Valverde, Carlos Marusich, Chiquito Rodríguez, Beto Calvo, Ricardo Galera, “La Chueca” González, Alberto Pereyra, Tono Loyola y el Ruso Bartel que también era arquero. “Después me vendieron a Belgrano de Córdoba en 150 mil pesos”, recuerda Carlos.

 

En su trayectoria pasó por Independiente de Dolores, Estudiantes de Río Cuarto, Colegiales de San Luis y The Strongest de Bolivia. Al concluir su carrera como futbolista se quedó para siempre en Río Cuarto, donde administra dos canchas de futbol 5.

 

 

Al Pirata cordobés.

 

Carlos Rosane (“El Loro”) era marcador de punta (jugaba con la 4 en la espalda), y contaba con una gran capacidad física. Después de desempeñarse en el Albo fue tentado para jugar en el Pirata cordobés, donde estuvo varias temporadas; y luego lo hizo en otros varios clubes. Tuvo como compañeros a consagradas figuras Pedro Tocalli (hermano de Hugo, el entrenador de arqueros), Becericca, “El Diablo” Etcheverri y “Platiní” Sánchez entre otros.

 

Más tarde se convirtió en entrenador, haciéndolo en Estudiantes de Río Cuarto; y fue impulsor de la fundación de «Ateneo Vecinos de General Cabrera» -lugar cercano a Río Cuarto-, donde trabajó en la formación de muchos jugadores, algunos que después llevaron adelante una notable carrera como Julio Buffarini y “El Cholo” Guiñazú.

 

 

El menor.

 

Roberto por su parte se inició en General Belgrano, pasó más tarde al Pirata cordobés y también tuvo un paso por Talleres. En Buenos Aires jugó en Colegiales; luego fue a la liga mayor de Guatemala; y volvió para finalizar en Deportivo Merlo. Hoy vive en Córdoba capital, donde tiene un gimnasio y trabaja además en el Aeropuerto de la ciudad mediterránea.

 

En el caso de Nelson empezó también en el club de Villa Alonso, donde compartió con Pato y Colo Mac Allister; y como profesional estuvo seis años en Nueva Chicago. Vive en Córdoba y participa como socio de un gimnasio. Javier es entrenador de fútbol y dirige divisiones inferiores en Buenos Aires.

 

En un momento se acuerdan de Mario Rosane –que no estaba en ese momento-- que “fue deportista, pero hacía sóftbol”.

 

 

La atleta de la familia.

 

Los muchachos resaltaron que Silvia(asistente terapéutica y gerontóloga), por su parte, es una destacada atleta: “Creo que es una deportista de elite, que se esmera todo el tiempo casi como una profesional para seguir su camino en el atletismo”, la destaca Roberto.

 

Gladys, muy conocida por su vinculación con el macrismo, asegura que ella “también” jugó al fútbol. Más allá de eso, en estos días, se convirtió en el centro de la familia porque era la cumpleañera, y su festejo fue el motivo de que los Rosane volvieran a juntarse para evocar sus correrías de chicos, cuando vivían en esa casita de Ayala 735.

 

 

Siempre el deporte.

 

“Hemos sido… somos, una familia de deportistas. El que más, el que menos, hizo algo: fútbol, atletismo, tenis, sóftbol... y si cuadraba también boxeo, como papá”, coinciden mientras conversan, se miran cómplices y se ríen felices al volver sobre las viejas buenas épocas.

 

Y eso sí, prometiendo que “el equipo completo” volverá a encontrarse en un próximo acontecimiento familiar. “Todos los Rosane juntos… como cuando éramos chicos”, afirma “El Loro” sin ocultar su emoción.

 

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